Una gran cantidad de vacunos murieron a causa del estrés térmico en la Cuenca Mar y Sierras
La seguidilla de días de altas temperaturas afectó duramente a los rodeos de la zona. Aunque en Tandil los números no fueron alarmantes, en localidades vecinas se registró más de un centenar de muertes. Recomendaciones y pautas para evitar más pérdidas en lo que queda del verano.
En los últimos días la Cuenca Mar y Sierras, como gran parte del país, se vio sofocada por la continuidad de jornadas húmedas y que superaron los 30 grados. La situación en la zona se tornó preocupante cuando algunos productores empezaron a detectar la muerte de parte de su hacienda.
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La problemática se registró principalmente en Rauch, Ayacucho, Olavarría, Maipú, Balcarce, Las Flores y algunos partidos cercanos a la costa Atlántica. Tanto el titular del a Cuenca, Santiago Peyré, como el presidente de la Sociedad Rural de Tandil, “Matias Meli”, confirmaron la existencia de casos en esta localidad, aunque aseguraron que se trató de situaciones aisladas.
El drama del estrés térmico sí se sintió fuertemente en los campos vecinos rauchenses, entre otros, que solamente en su área sufrieron la pérdida de más de cien vacas. De todas maneras, la entidad rural local advirtió que la temperatura elevada por sí sola no ha sido la causante de estas muertes, sino que podría estar asociada a otras cuestiones. Los supuestos refieren a un hongo que se encuentra en la festuca y que podría repetirse en el raygrass, aunque “la mayoría de los otros casos son exclusivamente de manejo de la Hacienda, falta de sombra, falta de agua de buena calidad, animales encerrados, entre otras razones”.
Estrategias de mitigación
“En Mar y Sierras, teniendo en cuenta el resto del país, somos los menos perjudicados porque los días de calor se atenúan bastante al bajar la temperatura por las noches y la vaca tiene tiempo para recuperarse”, sostuvo el ingeniero agrónomo consultor en producción lechera, Hugo Quattrochi.
Explicó entonces que en el Sudeste, aún en días de verano hay entre siete y ocho horas con el índice de temperatura y humedad (ITH) por debajo de 72. Esto es importante ya que lo que va a generar el problema térmico es la combinación de calor y humedad.
El especialista brindó algunas claves tanto para los tambos como los establecimientos de cría. Para empezar, advirtió la importancia de trabajar el estrés calórico con antelación a la llegada del verano, en agosto o septiembre, para estar preparados. Así, mencionó dos ejes básicos, por un lado el manejo de la hacienda y por otro la infraestructura.
“Disponibilidad de agua y sombra”, mencionó como una de las estrategias elementales para mitigar el problema, sugiriendo las arboledas o disposición de estructuras con mediasombra para los animales. “En esta zona prácticamente no invierten en cuestiones muy sofisticadas como ventiladores o aspersores, aunque sí se ha ido mejorando en la provisión de agua de bebida”, indicó.
Además, como consejo, aseguró que se puede avanzar mucho sin grandes inversiones proveyendo al rodeo de preparto de sombras, entre enero y febrero, que generalmente es “olvidado”.
En cuanto al manejo, la sugerencia apunta a “reacomodar la agenda de la vaca”. Esto significa correr los horarios de ordeñe a más temprano y más tarde, dejando en el medio tiempo para la alimentación suplementaria y que estén más confortables. También, al saber que con altas temperaturas las vacas comen menos, tener en cuenta el ajuste de la dieta para que genere menos temperatura corporal.
Intoxicación
“En cría la mayoría de las mortandades por estrés calórico tienden a estar asociadas a algún hongo existente en la pastura”, destacó. Explicó que la toxicidad de éstos se maximiza con el calor y se profundiza aún más con la poca provisión de agua.
“La prevención es que los animales tengan alternativas forrajeras, mediante un plan dietario”, resaltó al respecto de la alimentación.
Por su parte, desde INTA Balcarce se aconsejó el muestreo de forraje para su análisis en el laboratorio. Si no es posible realizarlo, recomendó iniciar el pastoreo con animales de control, de bajo valor, y observar su comportamiento durante las primeras seis horas.
Asimismo, se solicitó evitar el ingreso de vacunos con hambre. “La intoxicación se produce más por la velocidad de consumo que por la cantidad de nitrato en la planta”, aseguraron. Por ello, aconsejaron pastorear en la tarde, ya que en ese momento del día la concentración es menor.
En tanto, desde la Sociedad Rural Argentina sugirieron proveer de sombra natural con árboles a los animales o a través de sombra artificial en corrales, piquetes y comedores, como también brindarles abundante agua y que la provisión de la misma esté a corta distancia.
Bajo estas condiciones, destacaron la importancia de evitar acarreos y ejercicios intensos. También recomendaron evitar el traslado de los animales en vehículos de carga en momento de mayor exposición del sol.