Un vecino de Estrada al 600 le prestó una vivienda a una familia que se quedó en la calle
“Estamos muy contentos porque el día que nos desalojaron no teníamos ni donde ir a dormir”, expresó Carla Aragón.
A fines de diciembre El Eco de Tandil dialogó con Cristian Sosa y Carla Aragón, quienes habían expresado su preocupación porque en poco tiempo iban a ser desalojados del terreno que habían ocupado y no tenían dónde ir con sus dos hijos, de 1 y 3 años.
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El desalojo finalmente se concretó a fines de febrero pero afortunadamente, un par de días después un vecino solidario les prestó una casa hasta que logren salir de la situación que atraviesan.
Cristian y Carla vivían en una precaria vivienda está situada en Santa Cruz 2337. En diciembre contaron que se solventan con changas y no tienen la posibilidad de pagar un alquiler. Por ese motivo, tomaron ese terreno pero habían recibido la intimación para desalojarlo. Allí vivían en una casilla de chapa con piso de tierra y sin ningún servicio.
Tras el desalojo, Fabián Cristaldo, les ofreció un galpón que está situado junto a su vivienda en Estrada 640, donde viven actualmente.
Cristian Sosa, contó que Walter Gómez, de la agrupación Corazones Solidarios que los asiste con alimentos, habló con el hermano de Fabián Cristaldo, a quien conocía para ver la posibilidad de que les prestara un espacio de su terreno a la familia.
“Cuando se enteró que nos habíamos quedado en la calle con dos nenes chiquitos nos dijo que sí”, explicó.
Y señaló que “vine a hablar con él y con el pastor de la iglesia a la que vamos, nos mostró el lugar así que vinimos a vivir acá. Nos lo prestó por un par de meses hasta que podamos salir adelante”.
“Estamos muy contentos”
Carla Aragón expresó que “estamos muy contentos porque el día que nos desalojaron no teníamos ni donde ir a dormir, entonces le dijimos a un hermano de la iglesia si nos hacia el favor de aguantarnos una noche ahí aunque sea para dormir hasta que consiguiéramos donde estar. Así que nos quedamos ahí hasta que salió gracias a Dios la casita esta”.
Cristian Sosa manifestó estar “muy agradecido, es una excelente persona, muy respetuoso, buena gente. Compartimos con él la cena, almuerzo, mate, compartimos todo”.
Si bien el galpón no tiene baño, aseguró que va a construir uno ya que tiene chapas y materiales para hacerlo.
Además, tuvo varios ofrecimientos de trabajo, así que afirmó que “de a poco va saliendo”.
Carla Aragón expresó que “uno que es grande se la aguanta pero me daba tristeza por los nenes. Nunca había sufrido un desalojo, he visto por televisión pero nunca me tocó”.
Cristian contó que “yo me quede solo para el desalojo, ya había desarmado todo, quedaba solo el techo, lo que no me gustó es que me miraban y hacían morisquetas, se reía de mí la policía. Pero yo desarmé todo y me fui”.
Fabián Cristaldo contó que si bien estaba un poco “asustado porque me pasó con un sobrino que le presté el lugar y me robó todo. Así que pedí hablar con él, vino el pastor y me dijo que los dos son muy buenas personas, así que decidí confiar en ello. Les brindé el galpón y todo lo que puedo”.
“Me gustaría que si hay gente que les pueda dar una mano lo haga porque no tienen muebles, no tienen ventilador, nada. Si hay alguien que puede ayudar con algo, un juego de sábanas, un aparador, ropa, mercadería. Yo les brindo heladera, cocina, de corazón les brindo lo poco que tengo y en Tandil hay gente muy buena que ayuda, les pido que les den una mano”, afirmó.
Y agregó que “hace poco están acá pero ya me di cuenta de que son muy buena personas”.
Carla Aragón contó que no reciben mercadería ni nada de Desarrollo Social, solamente de Corazones Tandil una vez por semana viandas de comida. En ese sentido, están necesitando mercadería y pañales también.