Un hombre de Gardey contrajo hantavirus y está internado en la Clínica Chacabuco
El paciente de 39 años está desde el lunes en el centro asistencial privado. Aunque su pronóstico aún es reservado, la directora médica de la entidad dijo que se encuentra estable. Si bien la afección no tiene método específico de cura, lo están medicando para paliar los síntomas mediante un tratamiento de sostén. "No hay un brote", tranquilizó Florencia Bruggesser.
El lunes pasado un hombre de 39 años, oriundo de Gardey y de profesión camionero, ingresó a la Nueva Clínica Chacabuco con un cuadro sintomático similar al del hantavirus. El miércoles fue trasladado a terapia y el viernes recibieron los resultados de los análisis que confirmaron la sospecha.
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Finalmente, se configuró en el primer episodio confirmado del año de la enfermedad en Tandil, que está dentro de los parámetros contemplados, ya que generalmente se atienden entre uno y dos casos anuales.
Según informó la directora Médica del establecimiento, Florencia Bruggesser, el paciente se encuentra estable pero en terapia porque tiene una afectación a nivel pulmonar. Hasta el momento el cuadro continúa siendo de pronóstico reservado y están llevando un riguroso control de la evolución día a día.
Además, como el hantavirus no cuenta con un procedimiento específico de curación, están llevando adelante lo que llaman el “tratamiento de sostén”, que apunta a atenuar los síntomas y complicaciones.
Por el momento también está recibiendo un soporte respiratorio con máscaras con oxígeno, pero no en asistencia respiratoria mecánica, para estar atentos a las complicaciones que puedan ir apareciendo por la falla pulmonar, cardíaca o de otros órganos.
El seguimiento
Aunque el paciente está aislado, recibe visitas limitadas a las que accede su familia que cada día pasa las horas en la Clínica. Mañana se cumplirá una semana de la internación y no se sabe hasta cuándo deberá permanecer allí, porque depende de la evolución del hombre.
La especialista reveló que los pasos a seguir constan de la continuación del tratamiento de sostén y la evaluación del progreso en la salud del paciente. Asimismo, se está llevando un estudio epidemiológico que incluye un control de los familiares para descartar otro caso, mientras que desde Bromatología están con el procedimiento de rutina para analizar los lugares donde se podría haber contagiado.
En este sentido, la médica indicó que teniendo en cuenta la profesión del internado, la contaminación con el virus se podría haber dado en cualquiera de los puntos donde recoge o deposita las cargas que transporta, siendo generalmente galpones cerrados donde no es extraño que haya contacto con roedores. “Igualmente se valuarán el domicilio y otros sitios donde pueda haber estado”, indicó.
“No hay un brote”
“La zona en la que nosotros estamos es una de las áreas endémicas, por lo que el hantavirus es una enfermedad que siempre tenemos en cuenta”, explicó Bruggesser, para transmitir que no es algo extraño. De hecho cada año se reciben entre uno y dos casos en la ciudad, mientras que en la provincia de Buenos Aires se registran alrededor de 25 anualmente.
Como para llevar tranquilidad a la población, aseguró que no hay un brote ni nada que se le parezca, sino que está dentro de lo esperado.
Los mecanismos de contagio que mencionó son aquellos lugares o cosas que puedan estar contaminados con la saliva o excretas del ratón, por lo que resulta sumamente importante un correcto lavado de manos y protección de las vías respiratorias si se va a ingresar a un lugar que estuvo cerrado durante mucho tiempo.
Cabe recordar que los cuidados necesarios implican desmalezar y tener el pasto corto por lo menos unos 30 metros alrededor de la vivienda, y en caso de que se haya percatado la presencia de roedores, lo ideal es desratizar. Por otro lado, es necesario tener la basura lejos de la casa y tapada, mientras que en los campos particularmente si hay espacios donde se guarda leña o granos, tratar de que estén alejados del hogar.
Dentro de las medidas de prevención es fundamental sellar con materiales resistentes como acero y cemento todas las aberturas por donde puedan ingresar los ratones, como también eliminar elementos en desuso que puedan servir como refugio, mantener alimentos almacenados en envases herméticos, no dejar restos de comida, incluidos los de mascotas, al alcance de los roedores. Por último, advirtió que es fundamental ventilar por 30 minutos lugares que han permanecido cerrados, ya que de esta manera se desactiva el virus. Una vez aireado el espacio, lavar con una parte de lavandina diluida en 10 partes de agua, y recién luego de eso barrer para no levantar polvo, siempre con la protección de barbijo y guantes.