Intercambio
Un francés en Tandil: la experiencia en la ciudad del estudiante de intercambio Matteo Vella
Diálogo con el joven de 25 años que vivió 5 meses en Tandil investigando sobre Desvío Aguirre.
“Antes de venir acá no hablé español”(sic), dijo Matteo Vella, el joven de 25 años que vivió por casi 6 meses en Tandil, hizo un estudio sobre Desvío Aguirre, y en poco tiempo no solo aprendió a defenderse más que bien con el idioma sino que también tomó cariño por una ciudad en la que “todas las personas son bienvenidas”, como contó en diálogo con El Eco de Tandil.
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“La experiencia ha sido muy buena desde un punto de vista profesional y también personal. Fue mi primer gran viaje. Y la gente es muy simpática, muy cordial. Acá fui integrado muy fácilmente. En el Municipio, en la Universidad. Es una buena manera de descubrir este país”, compartió Matteo durante su último día en Argentina, donde además de Tandil conoció Capital Federal.
El joven es estudiante avanzado de la carrera de Geografía en la universidad de Jean Jaurès de Touluse. Oriundo de Marsella, se especializó en Urbanismo y Participación Ciudadana. A partir del vínculo entre una de sus profesoras tutoras y la secretaria de Desarrollo Productivo y Relaciones Internacionales del Municipio –Marcela Petrantonio-, surgió la oportunidad de aplicar para una experiencia de intercambio con que le permitió vivir por cinco meses en Tandil.
De Marsella a Desvío Aguirre
En la ciudad, Matteo llevó a cabo un estudio sobre Desvío Aguirre, un trabajo de campo que incluyó entrevistas, cuestionarios y observaciones sobre la dinámica de vida en el paraje. Los resultados los presentará en septiembre próximo, cuando defienda su tesis.
“Hay una dinámica particular en Desvío Aguirre. Hice trabajo de fotos y de campo. Hice un cuestionario para los habitantes, para tener una visión global. No hay tantos datos sobre las periferias. En mis trabajos de investigación en Francia, tengo la costumbre de analizar datos cuantitativos y datos cualitativos. Pero acá hay datos cuantitativos sobre la ciudad, pero no mucho sobre las periferias”, compartió.
Sobre Desvío Aguirre, planteó Vella, “no es un territorio de innovación pero hay ejes de desarrollo, como el turístico. Es un lugar con la naturaleza cerca, hay cabañas. Y descubrí que las personas que están allá son en su mayoría de la ciudad que se fueron hacia el sector rural por una razón específica. No tanto por el empleo, pero si para el bienestar y la proximidad con la naturaleza”, agregó el joven francés, quien destacó el cambio de dinámica que observó a partir de la pandemia, cuando muchas personas eligieron trasladarse a las periferias de los centros urbanos y trabajar a distancia.
“En las ciudades intermedias, las periferias dependen de esas ciudades. Pero los habitantes quieren vivir de una manera más autónoma. Quieren tener más servicios en la zona. En el cuestionario, muchos de los habitantes me dijeron que quieren tener servicios de salud, y más servicios de proximidad”, explicó.
Una particularidad que Matteo Vella destacó de su experiencia en Tandil fue la apertura de los vecinos de Desvío Aguirre para acceder a las entrevistas. “He hecho entrevistas con el dueño de la fábrica de queso, también la directora de la escuela. Con muchas cosas, es más fácil para entrar en contacto con las personas. Hacer un trabajo de investigación similar en Francia es más difícil”, señaló.
A punto de partir de regreso a Francia, el joven dijo que le interesa volver al país para conocer Bariloche e Iguazú, pero también para largarse a recorrer Sudamérica. Ahora, por ejemplo yo no quiero volver a Francia, ahora estoy bien acá”, concluyó.
La canción de Enzo y la situación en Francia
“No es muy del fútbol este”, dijo al pasar un trabajador de la Secretaría de Desarrollo Productivo mientras saludaba a Matteo al salir de la oficina. El francés asintió, y aunque se definió como “aficionado” al Olympique de Marsella, agregó que ni de cerca es fanático como los argentinos para quienes “el fútbol es una religión”.
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Consultado por la polémica internacional desatada a partir de la publicación del jugador de la selección Argentina Enzo Fernández durante los festejos por la obtención de la Copa América, y el posterior intercambio de tweets que incluyó hasta la intervención de la vicepresidenta, el joven hizo mención al “clima de tensión” que se vive en su país en torno al racismo.
“Hay mucha tensión en Francia. La diferencia de acá es que estamos en un país con mucha inmigración, históricamente. Y una cultura diferente”, planteó. En Francia, explicó, viven “un punto de tensión máxima con el conflicto de Israel y Palestina. Por ejemplo, con los cantos racistas, acá pueden ser malos. Pero allá, por el clima de tensión se amplifican”, concluyó.