Un camión tiró cables, dañó propiedad privada y dejó a los vecinos sin servicios por más de dos horas

La tranquilidad de la tarde en el barrio de Villa Aguirre se vio alterada en la jornada de ayer cuando minutos antes de las 15 un camión grúa, perteneciente a la Cooperativa Falucho, enganchó el tendido eléctrico en la intersección de las calles Aeronáutica Argentina y Chapaleofú, arrastrando los cables, ramas de árboles y derribando postes de luz que ocasionaron otros daños.

Como consecuencia del incidente, vecinos de la zona sufrieron roturas en sus propiedades y una maestra del Centro Complementario padeció daños en su vehículo, estacionado en la puerta de la institución educativa. Además las propiedades cercanas al hecho permanecieron por un par de horas sin luz, cable e internet. Personal policial, bomberos y agentes de tránsito se hicieron presentes en el lugar.

De acuerdo a lo señalado por los vecinos, se escuchó un fuerte estruendo cerca de las 15 y cuando salieron a la calle se encontraron con la escena del incidente. Un camión grúa arrastró los cables del tendido eléctrico y rompió un poste de luz que impactó sobre el auto. El conductor, al no darse cuenta de lo sucedido, siguió con su recorrido derribando otro poste, que impactó sobre el paredón de planchones de una vecina, el cual se rompió íntegro.

Según comentaron los testigos, fueron los propios vecinos los que impidieron que el conductor continúe con el avance del camión para que la escena no se complique más de la cuenta. Alertados por cables que se empezaron a incendiar, llamaron al 101 y luego a los bomberos. 

“La situación era complicada y en ese momento había mucho tránsito porque por Aeronáutica Argentina transitan las familias que llevan a los niños que entrenan en Santamarina. Además los estudiantes y docentes que van al Instituto 75 pasan por esta calle”, comentó Alejandra Cordal, directora del Centro Complementario y testigo del hecho, a El Eco de Tandil. 

Hasta que se armó el operativo para empezar a trabajar en la restauración de los servicios, los docentes presentes resguardaron la integridad de los casi 60 estudiantes que estaban presentes en el Centro y salieron a la calle impulsados por la curiosidad. Cordal contó: “Era un peligro que pasen por debajo de los cables prendidos fuegos. Llamamos a Villarruel directamente y se armó un operativo muy rápido”.

Los agentes realizaron el control de alcoholemia y la verificación de que todos los papeles estén en regla. Al constatar que estaba todo en orden, los propietarios de los vehículos procedieron a intercambiar los datos de los seguros para alcanzar la cobertura de los daños. El auto de la docente sufrió la rotura del parabrisas y un espejo retrovisor.

Luego de casi dos horas, los trabajadores de la Usina pudieron restablecer el servicio energético y el barrio recuperó su rutina. Respecto a la labor realizada por los operarios, se destacó que “todas la partes funcionaron, se acercaron y cada cual con su rol trabajaron con una celeridad que es para destacarlo. Cuando pasan las cosas bien hay que agradecer”.

Medidas para el tránsito

A partir de este nuevo incidente, los vecinos del barrio reflotaron los reclamos para que se tomen medidas en pos de bajar los peligros del tránsito. Una zona que cada vez está más transitada ante el crecimiento poblacional y unas calles que no presentan las mejores condiciones para evitar los siniestros viales.

En ese sentido, Alejandra, directora del Centro Complementario, contó que la semana pasada hubo un accidente donde un auto terminó incrustado en uno de los accesos a la institución. Como consecuencia del impacto, se rompió la tranquera, pero por suerte de los responsables del Centro, el conductor se hizo cargo de los todos los costos de la reparación.

“Es una zona muy transitada”, contó Cordal y luego añadió: “Las dos calles son de tierra, entonces se dificulta colocar reductores de velocidad. La señalización está recientemente, hace 16 años que trabajo en el Centro Complementario, en distintos roles, y la verdad que este es el primer año que hay señalización, que dice ‘Despacio escuela’, pero resulta escasa”.

Al mismo tiempo contó que con los vecinos están trabajando en el ordenamiento del tránsito. “Está más poblada la zona, hay instituciones como Santamarina y el Instituto. El barrio va creciendo y se necesitaría más señalización o tal vez pensar en un semáforo. Es un buen tema para pensar en la organización del barrio y en el poder convivir de la mejor forma posible”, concluyó.

A su vez, otra frentista de la zona, agregó que “estas situaciones están pasando con muchísima frecuencia, es incontrolable el tránsito”. Además aprovechó para contar su disconformidad por la situación de la calle Chapaleofú, a la que señaló como “pista de Fórmula 1” ante la velocidad que toman los vehículos, de gran y menor porte, que transitan por la zona.