EMERGENCIA SOCIAL
Tras los anuncios, las organizaciones esperan que se garanticen los refuerzos a la demanda
Si bien reconocieron que las medidas paliativas anunciadas la semana pasada por el Gobierno local dan alivio a los sectores más desfavorecidos, expresaron que eso demuestra el nivel de deterioro social que existe. Afirmaron que hay cada vez más demanda y que se desconoce la realidad de los barrios.
La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular –CTEP-, la Corriente Clasista y Combativa –CCC-, Somos Barrio de Pie y Mujeres sin Techo, parte de las agrupaciones que día a día desarrollan actividades y tareas en las distintas barriadas de la ciudad, expusieron su postura en torno a las medidas anunciadas por el Gobierno comunal frente a la situación económica y social que atraviesa el país.
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El Municipio, por medio de la Secretaría de Desarrollo Social, implementó a partir de septiembre un paquete de 10 medidas -hasta fin de año- para reforzar el acompañamiento a todos aquellos vecinos que se encuentran en situación de vulnerabilidad social, propias del contexto macroeconómico.
De acuerdo a lo anunciado por la comuna, frente al aumento de la demanda señalado por las agrupaciones de base, se analizarán de manera particular los casos que se detecten en los centros comunitarios y en las distintas organizaciones.
Vale recordar que previo a las medidas adoptadas por el Ejecutivo, el 28 de agosto pasado las entidades se movilizaron hasta la sede de dicha secretaría, emplazada en 4 de abril y Arana, para visibilizar la crisis alimentaria que “también golpea a Tandil”.
El cumplimiento de las medidas
Marisa Cucarezze, de Somos Barrios de Pie; Lorena Rivero de la CCC: y Susana Díaz de la CTEP explicaron que desde las organizaciones están atentos al cumplimiento de las diez cláusulas de refuerzo a la ayuda social y se encuentran abocados a acompañar a los vecinos para que puedan gestionar estos beneficios en los casos en que sea necesario. Además, renovaron su reclamo por la declaración de la emergencia alimentaria que contribuya a paliar el difícil contexto, en consonancia con lo que se pide a nivel nacional.
Por su parte, Cucarezze expuso que en La Movediza no recibieron aún el kit de limpieza e higiene, ni la partida de prepizzas caseras y que se restringieron los subsidios a la tarifa de electricidad, alquileres y otras ayudas. No obstante, refirió que sí llegó el refuerzo alimentario, que en otros centros comunitarios ha habido mayores respuestas y que aguardarán hasta la próxima semana para que se pongan en marcha de forma adecuada los mecanismos anticipados en todos los sectores.
“Es mentira que no hay necesidad en la calle, hay mucha. Hablamos con la gente en los barrios y a quienes se acercaron les transmitimos que se acercaran al CIC barrial, en algunos casos acompañamos nosotros para que puedan anotarse e integrarse, para que el Estado sepa a ciencia cierta quiénes son los que necesitan refuerzos o ingresar al sistema. Estamos esperando que nos den respuestas”, explicó Díaz.
“Que puedan ver el trabajo que hacemos todos los días, acompañamos como podemos. Todos los viernes alcanzábamos mercadería, pero ahora tenemos que reforzar los alimentos a los comedores y merenderos, entonces esta semana pedimos que no vayan a nuestro espacio, sino que se dirijan a los centros integradores comunitarios y que se anoten personalmente o en el listado nuestro”, agregó.
“Patear los barrios”
Las mujeres expresaron que deben ocuparse del trabajo que debería hacer el Municipio en torno al relevamiento y seguimiento de vecinos, y cuestionaron que desde la órbita municipal no recorren de manera exhaustiva los barrios. “No se mueven y no se preocupan por verificar que lo que decimos es cierto”, lanzaron.
Afirmaron que de realizarse los monitoreos correspondientes se comprobaría la veracidad del escenario planteado por las organizaciones en cuanto a las dificultades que atraviesan y el incremento de familias que precisan cubrir sus necesidades básicas.
“Vivimos en un sector que no es el Tandil soñado. En La Movediza, por Piccirilli pasando Formosa y Salta, no hay luz ni agua, es una cueva de lobos, el día que llueve no se puede pasar”, contó Marisa, quien además subrayó lo complejo que es vivir con los 7.500 pesos que se pagan por programa y los 14 productos que se entregan en una coyuntura de inflación y falta de empleo.
“Pedimos trabajo, hoy por hoy cuesta llegar a fin de mes, llevar el plato de comida a tu casa. Hay personas que no se animan a pedir, gente con trabajo que no llega a fin de mes y tiene que pedir ayuda. Terminan yendo a un comedor y no se sienten cómodos, ¿por qué tenemos que dar apellido y nombre? Si son ellos (por el Gobierno) los que brindan la ayuda, ellos tienen que salir a patear los barrios y ver cómo están las cosas, no salen a caminar, es fácil hablar desde atrás de un escritorio, hay que fijarse cómo está la situación en la ciudad para saber de qué estamos hablando”, indicó Lorena.
Falta de trabajo
En esta línea, en diálogo con El Eco Multimedios Nicolás Carrillo, referente de la CTEP y el Movimiento Evita, puso en el centro de la escena que debería producirse un cambio de paradigma para pasar de la lógica del subsidio a la del trabajo, un debate ausente por el momento de la agenda pública.
“Los anuncios son bienvenidos porque traen un alivio, pero eso da cuenta de la catástrofe social, se asiste a cinco mil familias. Hay mucha gente que la pasa mal y colaboramos en ese sentido, después de parar la caída queremos dar el debate del trabajo. Estuvimos estos cuatro años, amén de ser opositores, ayudando a la población, no creemos que le tenga que ir mal a ningún gobierno”, describió.