Tras las últimas premiaciones, buscan certificar el Real Walker para que sea utilizado en hospitales
Días atrás quedaron en la final del galardón que otorga el Ministerio de Producción y Trabajo “El Emprendedor del Año”. También ganaron en la categoría salud en el desafío Eureka. Ahora buscan lograr la certificación de la Anmat para llegar a toda la comunidad con la importante invención.
El invento tandilense Real Walker continua avanzando, obteniendo nuevas premiaciones y buscando lograr la certificación de la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) con el fin de ampliar el espectro de usuarios. Es que con esa certificación, podría utilizarse en clínicas, hospitales y tener cobertura de las obras sociales, haciéndolo accesible a la sociedad en general.
Recibí las noticias en tu email
Juan Manuel Toloza, uno de los precursores del proyecto recordó que Real Walker surgió hace más de 10 años y lo desarrollaron junto a Nelson Acosta, a raíz del pedido de una madre que necesitaba un aparato para entrenar a su hijo que tiene parálisis cerebral.
“Surgió como un proyecto independiente, nosotros trabajamos en la parte de robótica de la universidad en investigación. Había que hacer una máquina que reprodujera o emulara la caminata. Ese era el desafío. Lo que pasa que la persona que nos pidió ese desarrollo lo había visto en un aparto que venía de afuera y era enorme, y para un centro de rehabilitación, algo mucho más grande, mucho más complejo, con otro mantenimiento”, indicó.
Como era muy costoso, buscaron realizar un prototipo diferente, más sencillo pero con el mismo fin con el fin de abaratar costos.
“Lo que empezó a hacer Nelson cuando arrancó con el proyecto, me sumé después yo y después más gente porque es un desarrollo que requiere varias disciplinas. Ahí nace el proyecto. Empezó Nelson a investigar, llegamos al primer prototipo que nada que ver con éste, es muy diferente pero la idea era que ejercitara la caminata”, señaló.
Consiste en dos plataformas móviles que emulan la caminata, entonces la persona está sujeta con un arnés, se atan los pies en la plataforma y se hace el movimiento.
La difusión del proyecto
“Cuando me incorporé al proyecto empezamos a difundirlo para ver si había más gente que lo necesitara. Lo presenté en algunos concursos para ver qué aceptación y validación tenía, y una de las validaciones fue organizar jornadas de prueba con el aparato, citar gente a partir de nuestra página, empezar a darle difusión. Venían personas con sus especialistas a probarlo, y pudimos tener el feedback”, sostuvo.
Y explicó que “esa terapia normalmente la hace un especialista en una camilla, acuesta al paciente y le mueve de a una las piernas. Eso genera tonicidad muscular, irrigación sanguínea, pero el especialista después de varias sesiones se fatiga, entonces el movimiento no es el mismo y no puede generar el movimiento sincronizado de las piernas”.
“Esta idea de la maquina es que pueda asistir al especialista y que la persona pueda tener un entrenamiento intensivo”, resaltó.
Recordó que “a la jornada de prueba vinieron 156 personas de Ushuaia hasta Misiones de todo el país a probarlo, nos sorprendimos porque no sabíamos que iba a venir tanta gente con diferentes patologías y diferentes resultados”.
Una importante evolución
“Hoy en día tenemos el prototipo número 15, evolucionó mucho el producto. Después abrimos un local para recibir a la gente que viniera a probarlo, y eso se convirtió en un gimnasio porque estaban los aparatos ahí. Comprobamos algunos de los efectos, por ejemplo una persona que se podía mantener de pie 10 minutos y se cansaba, después de 3 o 4 meses con nosotros podía mantenerse parado durante más de una hora, podía cocinar, podía estar haciendo los quehaceres de la casa”, destacó.
Y agregó que “cuando empezó el proyecto a salir a la luz también tratamos de pedir financiamiento, conseguimos en el Ministerio de Industria en 2013 para hacer alguno de los aparatos porque estos 15 prototipos tienen un costo”.
El financiamiento, señaló provino de “un inversor privado que es uno de los socios nuestros Sergio Tripodi, él aportó capital para poder desarrollarlo y también de parte del Estado. Cuando conseguimos ese financiamiento nos pidieron que formáramos una empresa y patentáramos el producto”.
“Había que patentarla porque ese tipo de máquinas no se desarrollan mucho y menos a nivel nacional, y ese tipo de tecnología como está pensada no hay, afuera hay muy poco también”, remarcó.
Y afirmó que abarataron “mucho los costos, la máquina tiene 60 centímetros de ancho, se puede llevar de una lado a otro, se puede tener en una casa”.
Premios y certificación
Tuvieron varias premiaciones a nivel local, provincial y nacional. Este año presentaron el prototipo 15 en el Desafío de Ideas Eureka y ganaron en la categoría salud y quedaron segundos en la final.
A su vez, el mes pasado quedaron finalistas en el premio “El Emprendedor del Año” del Ministerio de Producción y Trabajo.
“Es muy gratificante porque nosotros estamos acostumbrados a trabajar con máquinas, así que cuando uno desarrolla algo para la salud de la gente tiene un enorme valor para nosotros, porque es devolverle a la sociedad lo que nosotros aprendimos en la universidad”, expresó.
Y aseguró que han tenido casos que los han emocionado como el de un policía que tenía una bala en la medula, no podía caminar, y entreno 40 minutos con el Real Walker y podía mover el pie, cosa que no había podido hacer anteriormente.
“Anmat nos pidió que certifiquemos el producto, es un poco burocrático y lleva mucho papelerío. Nos piden que certifiquemos a la empresa en el Ministerio de Salud de la Provincia y otras certificaciones, estamos atrás de eso para que este producto sea reconocido como un aparato de rehabilitación”, explicó.
De ese modo, sería probable que las obras sociales tengan cobertura del dispositivo para las personas, además esa certificación es fundamental para estar presentes en hospitales y clínicas, con lo cual tendría acceso el conjunto de la sociedad.