Prevención
Tras el alerta por el alto riesgo de incendio en Tandil, Defensa Civil continúa desplegando el plan de prevención.
Se están realizando tareas de fortalecimiento de los cortafuegos con maquinaria pesada, repasando áreas de mucha maleza, se están ultimando detalles para la instalación de domos de monitoreo, y se esta organizando un comando de incidentes para optimizar la tarea operativa a la hora de intervenir.
El pasado martes, publicaron desde Defensa Civil un alerta que ubica a Tandil entre las zonas con mayor riesgo de incendio para los próximos siete días. En el mapa, que fue creado por el Servicio Meteorológico Nacional, se indica que a partir de ayer, las máximas en la ciudad superarían los 30°C y los picos se registrarán el domingo y el lunes, días para los que se esperan 34°C. Asimismo predominará el viento norte, con mayor intensidad y ráfagas, sobre todo para el fin de semana.
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En este contexto, continúan avanzando con el plan de prevención presentado a fines de diciembre, que esperan que aminore las probabilidades de la presencia de fuego en las zonas urbanas de la ciudad. Luego de reunirse con autoridades del sector turístico y hotelero, donde se hicieron capacitaciones y recomendaciones respecto a la problemática en pos de la llegada de una gran parte de los turistas, las tareas actualmente están avocadas a la instalación y renovación de cortafuegos a los largo de todos los barrios en los que hay alta presencia de pajonales y malezas.
Cortafuegos
El director de Defensa Civil, Héctor Van Valssenhof, profundizó, en comunicación con El Eco de Tandil, sobre los barrios en donde se está realizando esta tarea. “Ahora, puntualmente, estamos dedicados al fortalecimiento de los cortafuegos. Había algunos que hacía bastante tiempo que se habían hecho, así que repasamos el Barrio Universitario, la zona del cerro La Movediza, El Calvario, El Centinela, Parque Independencia, Villa del Lago, en la zona de La Elena, que había uno muy antiguo que tenía unos cuatro o cinco años, y que no se volvió a repasar, así que vamos estar haciéndolo también, y por último, en la zona del Uncas y el barrio Golf”, enumeró.
Mientras realizan estas medidas, orientadas a separar las zonas de maleza de los hogares, los profesionales se encuentran ante algunos problemas que surgen desde el desconocimiento del ciudadano. “El cortafuego es muy parecido una calle, y con eso hay un tema y es que la gente muchas veces los utiliza como tal, sobre todo en lugares donde todavía no ha llegado la urbanización. Hay terrenos que no tienen accesos, y los propietarios consideran que son una calle, los empiezan a utilizar, y comienzan a reclamar a la Municipalidad de que está en mal estado, que no tiene señalización y demás”.
A pesar de que el paso de vehículos ayuda a asentar el camino y a evitar que vuelvan a crecer las plantas, los trabajadores deben señalizar para advertir a los conductores de que allí no se puede transitar. “En realidad, para hacer una calle nueva, hay que hacer un estudio de suelo, de hidráulica, saber para dónde escurre el agua; esto es simplemente es una pasada con la moto niveladora. Hablamos con la Municipalidad por esto, porque encima son ellos mismos los que nos prestan las maquinarias para hacerlos, así que elaboramos también carteles para que sepan que es un cortafuego y que no se recomienda conducir por ahí”, contó el director.
Domos de vigilancia
El próximo paso a seguir es la instalación de dos domos en puntos estratégicos, con cámaras de video a una gran altura, que permitan monitorear toda la zona para poder actuar con rapidez en caso de que sea necesario. Van Valssenhof explicó que se están reuniendo con representantes de monitoreo urbano para agilizar la instalación.
“Estamos esperando que nos pasen bien el informe para saber en qué momento estarán activos. Se está solucionando el tema de la alimentación, para que tengan energía de 220v que llegue hasta arriba. Está planeado poner uno en el Castillo Morisco, donde hay que hacer algunas gestiones para que autoricen a utilizar la torre de telefónica. El otro está pensado ubicarlo en un tanque de agua en la zona de La Elena, ahí habría que hacer un refuerzo con hierros para evitar que se suban y lo terminen rompiendo, porque si bien nos va a servir a nosotros para monitorear las zonas sensibles, también le sirve a la policía para prevenir, y los que no quieren ser vigilados, se suben y los rompen”, agregó.
También expresó su deseo de que en un futuro las cámaras puedan contar con sensor térmico para registrar una suba de temperatura por más que esté de noche y la visión se encuentre disminuida, aunque a su vez aseguró que los domos tienen la capacidad de hacer un buen zoom, son versátiles en cuanto al movimiento y tienen un gran espectro de visión.
Comando de incidentes
Por último, adhirió que se está gestionando un comando de incidentes para casos de emergencia, que facilita la tarea operativa cuando llega el momento de actuar. “En un incendio hay muchos factores a tener en cuenta, tener que ver el abastecimiento de agua y de combustible para los móviles; además de eso hay que distribuir el personal, saber en qué lugar está cada dotación, si están necesitando recursos, dónde los necesitan y cómo se los hacemos llegar; si los colegas están cansados hay que organizar los relevos, qué se les va a dar de comer y demás. Los recursos no son ilimitados, así que generar estos comandos nos ayuda a tener todo medianamente programado y no tener que improvisar cuando haya que intervenir”, finalizó.