Salud
Tras amenazas a los profesionales, reclaman por seguridad en el Centro de Salud de Las Tunitas
Recibieron amenazas e intentos de agresiones de partes de pacientes. Aguardan respuesta de las autoridades.
Los trabajadores del Centro de Salud Comunitario del barrio Las Tunitas demandan por seguridad en el lugar. El reclamo se originó, según relataron, tras diversos casos de amenazas e intentos de agresiones por parte de pacientes hacia los profesionales. A la espera de una respuesta de las autoridades del SISP, durante una jornada atendieron sólo urgencias y limitaron los turnos.
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“Últimamente hemos tenido varias situaciones de violencia en las que ha corrido riesgo la situación del personal de salud, así que estamos muy preocupados. Hemos hecho los reclamos ante las autoridades municipales y estamos esperando una respuesta”, relató el doctor Alejandro Frígoli, quien junto a compañeros de trabajo brindaron a El Eco Multimedios detalles de los padecimientos que enfrentan.
Según se supo, ayer se llevó a cabo una reunión entre los responsables del Sistema Integrado de Salud Pública, el área de Protección Ciudadana y de Salud Comunitaria para abordar el caso. Los profesionales plantearon no sólo que las cámaras de videovigilancia del lugar no funcionan, sino que la prometida protección policial “duró un día y medio”, según indicaron.
“Acompañanos en el reclamo por condiciones laborales dignas y seguras” y “Debido a los episodios de violencia ocurridos en el CIC no se darán turnos (para nada) hasta obtener una respuesta institucional. Disculpe las molestias”, fueron dos de los carteles colocados en el Centro de Salud a los fines de hacer visible la situación. Los mismos se sumaron a otros referidos a las mejoras de las condiciones laborales y al aumento salarial con los que ya contaba el lugar.
Si bien las amenazas e intentos de agresiones ya se producían de manera esporádica, en el último tiempo aumentaron su frecuencia. La “gota que rebalsó el vaso”, plantearon los trabajadores, fue cuando la semana pasada una paciente quiso agredir a una médica, y tras no lograrlo, se retiró pateando y provocando daños en la puerta de entrada del establecimiento.
A eso sumaron que “ayer (por el martes) tuvimos otro episodio con otro paciente en marco de adicción. Tuvimos que llamar a la ambulancia, se lo llevaron esposado y vino el patrullero. Entonces hoy decidimos no generar turnera, sí se atendió, se está atendiendo la urgencia, la que realmente es urgente y bueno, estamos a la espera de la respuesta de las autoridades”.
“No nos sentimos cuidados”
En diálogo con El Eco Multimedios, trabajadores del lugar relataron que “las amenazas vienen así como esporádicamente, pero en este último tiempo son más frecuentes. Amenazas verbales, con intentos de pegarnos, amenazas con que nos van a matar, que nos van a prender fuego los vehículos, que saben dónde vivimos, que saben a qué colegios concurren nuestros hijos, ese tipo de amenazas”.
Los agresores, señalaron, fueron pacientes sobre los cuales dijeron “conocemos desde chicos, conocemos su familia, conocemos el contexto social”. Al respecto, agregaron, “se nota que acá hay otras cosas que también atraviesan, que no es solo lo económico. No, acá atraviesa la inseguridad, la droga que circula en el barrio, gente que está armada, todo eso que por lo visto no se visibiliza y que parece que solo pasa acá y no, pasa también en otros lugares”.
Consultados por las condiciones de seguridad, los profesionales expresaron que “nos aseguraron que íbamos a entrar con custodia policial y nos íbamos a ir con custodia policial y eso duró un día y medio, porque la policía está llegando media hora después que nosotros llegamos, llegamos 6.45 y hoy la policía se hizo presente 7.10, o sea que la verdad no nos sentimos cuidados”.
Agregaron a su vez que “las cámaras están, pero no están funcionando, no sabemos qué fue lo que pasó, que no se pusieron en funcionamiento, pero a la vez estamos esperando alguna medida de seguridad mayor, cosa que nos garantice la tranquilidad para atender, nosotros nos gusta trabajar en este lugar, elegimos trabajar en este lugar, pero queremos trabajar tranquilos y seguros”.
Los profesionales concluyeron señalando que somos un grupo muy grande, más de 13 trabajando acá y uno viene y no sabe qué va a pasar, no sabemos qué nos va a pasar a nosotros o qué le va a pasar al otro, entonces es complicado y uno a veces se replantea, pero irnos no sería la solución, sería que otro venga y siga con el problema que estamos teniendo, así que es difícil”.