Infraestructura educativa
“Traer los medidores falta”, reclamó la directora de la Escuela 2 que funciona sin gas desde junio
Gabriela Andrea Peñin se mostró optimista, pese al “daño colateral” de la situación que se tradujo en una baja de la matrícula. El 4 de septiembre retomaron la presencialidad plena, aunque las bajas temperaturas no dan tregua. “Somos una escuela que dentro de poco ya estaremos en los 150 años, entonces tenemos una responsabilidad muy importante y no vamos a bajar los brazos”, expresó.
La Escuela Primaria 2 “Carlos Pellegrini”, ubicada en España 851, continúa sin gas desde junio, cuando inspectores de Camuzzi detectaron una pérdida de gas y retiraron los medidores. Durante los meses siguientes, el Consejo Escolar trabajó en el proyecto y se ejecutó una obra que terminó hace varias semanas, pero aún no consigue que la distribuidora otorgue el final de obra, coloque los medidores y habilite el servicio.
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En paralelo, durante los tres meses de invierno, la escuela debió reorganizarse y dictar clases alternando la presencialidad entre los distintos cursos. Esa nueva realidad la llevó a perder matrícula, ya que algunos alumnos se cambiaron a otras instituciones.
Si bien desde el 4 de septiembre la comunidad de la Escuela 2 regresó a la presencialidad plena, las autoridades e integrantes del gabinete se encuentran visitando algunos hogares para recuperar a los alumnos que sólo asisten a clases en forma esporádica.
Regreso helado
En diálogo con El Eco Multimedios, la directora Gabriela Andrea Peñin confirmó que “seguimos sin gas” y detalló que “está todo instalado, todo previsto, las casillas del gas con sus respectivos cerramientos y demás. Trabajaron en toda la parte interna para la conexión, pero seguimos sin los medidores. Sé que vino a inspeccionar gente de Camuzzi, la semana pasada, y estamos aún a la espera de los medidores”.
Sobre los motivos de la demora para habilitar la obra, indicó que “lo que dicen los técnicos es que viene Camuzzi”, pero dejó ver que la espera se hace larga. La directora indicó que el último lunes “me acordé mucho de la situación porque 3 grados hacía. Salí de mi casa, hacía mucho frío y seguimos con la misma situación que en junio”.
Agregó que “volvimos a la presencialidad el 4 de septiembre, porque los daños con respecto a la matrícula eran importantes. Chicos que se habían cambiado de colegio y hay situaciones que no podíamos perder más tiempo sin trabajar, así que nos animamos, las familias lo aceptaron, no tuvimos ningún tipo de problema”.
Explicó que “arrancamos a las 7 de la mañana, somos una escuela de quinta hora. A las 5 de la tarde ya los padres vienen a retirar a la mayoría de los chicos, porque tienen sus actividades extraescolares y porque algunos viven lejos, por el tema de la oscuridad. Así que nosotros estamos trabajando en presencialidad total desde el 4 de septiembre”.
“Esperanzadores y optimistas”
“Traer el medidor falta”, lamentó la directora ante la cámara de El Eco y expuso que “siempre se encuentra algo, el tema de autorizaciones”.
Como contrapartida, expresó que “quisimos ser esperanzadores y optimistas, y empezamos a arreglar la fachada de la entrada, una gestión de la directora Samanta de la Escuela de Adultos. Hoy cuando llegué de hacer unas actividades de campo con la trabajadora social, me generó decir que estamos todavía de pie, vamos a luchar, vamos a seguir por la escuela pública, más allá de que hayamos tenido todo un invierno sin gas y todo lo que padecimos, y los desencuentros y demás”.
En plena intervención de artistas que pintan un mural, Gabriela Peñin describió que “estamos poniéndole alegría a ese frente y a que la Escuela 2 vuelva a brillar y siga brillando como es su legado. Somos una escuela que dentro de poco ya estaremos en los 150 años, entonces tenemos una responsabilidad muy importante, no vamos a bajar los brazos”.
Sobre la pérdida de la matrícula, contó como ejemplo que “acabamos de hacer un domicilio en la zona de Villa Aguirre, en compañía de la trabajadora social, donde una familia no sabía que habíamos arrancado la presencialidad, no tenía manera de comunicarse. Entonces todas estas cosas, este trabajito es el que nos queda” y evaluó que “es el daño colateral que siempre dije que nos iba a pasar y nos está pasando, tratar de recuperar a esos chicos que creen que todavía tienen que venir dos o tres veces por semana”.