Trabajan en un proyecto para crear un Centro de Atención Veterinaria municipal no arancelado
Desde el Frente de Todos avanzan en un documento para que todos los animales tengan el derecho de ser atendidos en su salud. Aseguraron que las asociaciones y voluntarios están saturados y que el cronograma de castraciones no se está cumpliendo. La fauna urbana se ha expandido y buscan un control ético poblacional.
Así como la ciudad ha crecido, también la fauna urbana experimentó una notable multiplicación en los últimos años y desde el Frente de Todos, la concejal Silvia Nosei planteó la necesidad de que se cumplan los cronogramas de castración y se propuso avanzar en un proyecto para la creación de un Centro de Atención Veterinaria no arancelado.
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Se trataría de un sistema similar al del Hospital Público de humanos, solventado por el Estado y sostenido en parte por los impuestos a la población, por lo que prefirió no llamarlo gratuito.
La integrante de la Comisión Permanente de Control y Seguimiento de la Ordenanza 7028 (Copecos) se embarcó hace varios meses en la concepción de la propuesta, de modo que mantuvo reuniones y encuentros de carácter informativo con los titulares de la Protectora de Animales (PAT) y del Movimiento Activista Animal (MAA), entre otras asociaciones y voluntarios.
Según indicó, la problemática de la fauna urbana es vista por todos, y por mayor buena voluntad que exista por parte de los distintos espacios y organizaciones dedicadas a su atención, el sistema colapsa.
En este sentido es que planteará la necesidad de que todos los animales tengan derecho a ser atendidos, ya que no todos pueden acceder a una vida digna, porque más allá de que algunos son de la calle hay casos en que los mismos dueños no cuentan con la capacidad económica.
De esta forma, un lugar de asistencia que funcione gestionado por el Municipio se presenta como la solución integral a este conflicto.
Control ético poblacional
“El centro tiene que ser una política pública del Estado, e iría en sintonía con el programa de castraciones, para que la gente pueda tener a su mascota bien atendida, más allá de las vacunas también en cuestiones más complejas”, señaló.
Consideró que a partir de esta creación se podrá lograr una sana convivencia entre las personas y los animales, pero calificó de fundamental que la política pública de castraciones y la posibilidad de atención de otras afecciones deben ir de la mano.
Ante esto mencionó que la Ordenanza 7028 vigente es del 1966, entonces está muy atrasada en el tiempo y es necesario actualizarla. En la misma, hay un punto que refiere a las esterilizaciones y según Nosei actualmente no se está cumpliendo. Resaltó que no hay que trasladar las responsabilidades a las personas punitivamente, sino que “hay que pensar en un Estado presente”.
Si bien lo ideal sería que el Municipio, desde la Dirección de Bromatología, aborde el ciento por ciento de las castraciones, la edil contempló que “hay un déficit que no permite llegar a un control ético poblacional de esta fauna”.
Shock de intervención
Tal como manifestó la concejal de la oposición, es imperioso reformar la normativa y preparar un cronograma que se cumpla en tiempo y espacio, ya que según ha conocido el quirófano móvil muchas veces no llega a castrar a todos los animales que acercan las personas, por llegar más tarde que el horario pautado o no presentarse.
De hecho, reveló que vecinos de Azucena se comunicaron recientemente con referentes de movimientos y grupos que trabajan en pos de la salud animal para descargar su enojo respecto de lo acontecido en la última jornada de castración.
El móvil de Bromatología, que no iba desde marzo de 2019 a esa localidad rural, castraría el martes 11 de agosto de 8 a 12, según lo publicado, por lo que los habitantes hicieron fila desde temprano. Sin embargo, se quejaron porque comenzaron a atender pasadas las 9 y posteriormente avisaron que no podrían intervenir a todos los que estaban esperando.
“Muchos vecinos volvieron a sus casas, algunos a varios kilómetros de donde estaba ubicado el móvil, con sus animales sin castrar”, lamentó Nosei, quien destacó que tal como se recomienda las mascotas estaban en ayunas para que llegaran a la práctica en condiciones.
Otro caso se reveló el pasado viernes 14 de agosto, cuando se suspendió una jornada de castración en Iraola, por falta de un espacio. “Lo único que se necesita es un enchufe y un baño, ¿acaso no hubo tiempo suficiente para encontrar ese lugar y armaron el cronograma igual?”, cuestionó. “Esta falta de políticas públicas, esa desidia por parte de quienes son responsables de llevarlas a la práctica, tienen como consecuencia la sobrepoblación, el maltrato y el abandono”, aseveró.
Ante esto, también se posicionó en la necesidad de generar conciencia y educar al respecto, ya que “los perros y gatos no son descartables”, no se pueden abandonar porque sí. Subrayó la idea de un “shock de intervención” para bajar en grandes cantidades las pariciones.
En este punto, sostuvo que es indispensable que Bromatología con la capacidad y los profesionales que tiene aborden esta problemática, y llegar a castrar al ciento por ciento, sin perder de vista la creación de un Centro de Atención Veterinaria Público que pueda recibir la demanda espontánea de los vecinos que de manera responsable cuidan de la salud de sus animales.
Beneficios de la castración
Finalmente, la concejal del Frente de Todos contó que a medida que se fue interiorizando sobre la problemática de la fauna urbana, enumeró una serie de situaciones favorables que derivan luego de una intervención quirúrgica para esterilizar a perros y gatos, y por otro lado, señaló los mitos que giran en torno a la misma.
Según postuló, la castración previene tumores y enfermedades venéreas; a la vez que evita escapes, extravíos y accidentes; como también mejora el carácter del animal y disminuyen las peleas; además impide embarazos psicológicos, preñez y crías no deseadas; y finalmente, reduce la marcación de territorio y elimina el sangrado.
En tanto, la concejal advirtió que es falso que la hembra deba tener una cría o atravesar un celo antes de ser intervenida; ni es verdad que el macho deje de ser guardián al castrarse, tampoco engorda por ese motivo ni dejan de “divertirse”.