Se presentó una proyecto de ordenanza
Trabajadores de la economía popular clamaron por la eximición de tasas de bromatología
Elevaron un proyecto de ordenanza para que el Ejecutivo no cobre a los emprendedores incriptos en el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular los troquelados bromatológicos para habilitar un producto. Para visibilizar el tema, ayer se realizó una venta de mercadería en la Plaza y una radio abierta que contó con la presencia de concejales de distintos bloques.
Ayer a la mañana, en la Plaza Independencia se llevó adelante una exposición y venta de productos locales alimenticios fabricados en Tandil por cocinas familiares, comunitarias y cooperativas aprobadas por la Dirección de Bromatología, nucleados bajo el paraguas de la economía popular.
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Además, se realizó una radio abierta con la participación de las concejales de la Comisión de Producción: Maridé Condino, Natalia Chacón, Nélida Sereno y Sofía López de Armentia, y de productores locales, que intercambiaron puntos de vista con el propósito de favorecer la producción y venta de alimentos de los 80 elaboradores de alimentos a nivel local que pertenecen a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
En tanto, esta actividad se llevó a cabo dentro del marco de la presentación de una nueva ordenanza redactada por el concejal del Frente de Todos Nicolás Carrillo, para que se exima el pago en la rotulación de los alimentos a todos los productores regionales inscriptos dentro del Renatep.
El Renatep es el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular, que cuenta ya con seis mil inscriptos en la ciudad con su carnet respectivo, cuyo objetivo es que accedan a herramientas que les permitan potenciar su trabajo. Ser parte del mismo les permite acceder a programas de trabajo, seguridad social y capacitación, y también acceder a diferentes líneas de comercialización autorizadas.
En paralelo, en contacto con El Eco de Tandil, Carrillo explicó que “planteamos que quienes están en la economía popular, los más empobrecidos, no tengan que pagar la tasa para habilitar alimentos, porque se tiene que abonar una tasa por cada producto que se elabore y queremos problematizar la producción de alimentos a nivel local como inicio de ese debate”.
Dentro de una discusión más amplia, el legislador también reparó en la necesidad de facilitar las habilitaciones de cocinas y productos, y de generar espacios de comercialización y financiamiento para fortalecer esta rama productiva local, que fabrica desde pastas, alfajores, chocolates, panqueques, panificados, dulces, mermeladas, barras de cereal, licores y aperitivos, hasta encurtidos y milanesas de soja, entre otros alimentos.
El proyecto
El proyecto de ordenanza elevado ayer al Legislativo para su tratamiento, consta de cuatro artículos y propone la eximición de las cargas económicas de cursos y del circuito de habilitación de productos alimenticios para los trabajadores de la economía popular registrados bajo el Renatep, cuyo desempeño sea en unidades productivas habilitadas individuales, comunitarias o cooperativas, con su carnet personal identificatorio, que debe presentarse ante la autoridad pertinente.
En este sentido, la iniciativa establece la exención del pago del curso de capacitación para manipuladores de alimentos, instancia obligatoria para obtener la habilitación correspondiente, y la eximición del pago de los cánones de los estudios bromatológicos anuales necesarios, a saber: análisis bacteriológico y fisicoquímico de agua; análisis bacteriológicos y fisicoquímicos de alimentos; de miel y dulces; y de encurtidos, conservas y licores; y también por la entrega de cebos raticidas parafinados.
Por último, en el texto normativo se solicita, además, la promoción de los productos inscriptos mediante este mecanismo para facilitar su incorporación en mercados locales, y la comercialización en ferias y otros eventos de importancia para amplificar los canales de venta.
Un gesto para los trabajadores
En el marco de la jornada, Sandra Fritz, presidenta de la cooperativa Juana Azurduy –que funciona en el club La Movediza y contiene a 12 personas- conversó con este Diario y remarcó la importancia de generar dicho alivio tributario, que no impacta significativamente en las arcas municipales pero que sí le hacen la diferencia a los pequeños emprendedores, en su mayoría mujeres y jefas de hogar.
“A las emprendedoras de la economía popular les cuesta un esfuerzo económico pagar el curso y las tasas para los troquelados habilitantes. Está perfecto que se tenga que pasar por eso procesos y garantizar la calidad alimentaria, por eso pedimos que se genere una gratuidad en algunos pasos para que las elaboradoras tengan un gasto menos. De esta manera, se puede ofrecer un mejor producto y favorecer las condiciones de las trabajadoras”, señaló.
Asimismo, indicó que hay productos que pueden venderse en diferentes ámbitos pero otros sólo se circunscriben a un punto de venta, sobre todo los que tienen que garantizar la cadena de frío u otros pasos. Al respecto, Fritz sostuvo que “buscamos que se agilice el proceso para que se pueda vender más en ferias y en otros locales”.
“La gente que cocina en sus casas o en salas comunitarias lo hace como una alternativa a la falta de oportunidades laborales”, reparó la mujer, aunque no obstante precisó que “hay demanda de elaboraciones que pueden venderse como productos regionales, por eso queremos generar una marca de ‘alimentos serranos’”.