Trabajadores buscan que Loimar no sea la primera empresa cerrada “en este Gobierno social y popular”
Los obreros sumaron nuevas acciones de reclamo y se asentaron nuevamente a la vera de la Ruta 226. Van cuatro meses de conflicto y el sector empresarial mantiene un rotundo silencio. Los empleados no piensan dar ni un paso atrás en su lucha y piden estar en sus puestos de trabajo, con la fábrica abierta. Salarios adeudados y tolerancia al límite.
Ayer se cumplieron exactamente cuatro meses de iniciado el conflicto entre la fábrica ceramista Loimar y sus empleados. Ante el silencio total por parte del dueño desde hace más de 20 días, los trabajadores sumaron acciones para reclamar y visibilizar la problemática.
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Un grupo decidió iniciar la semana volviendo a instalarse en la banquina de la Ruta Nacional 226, a la altura del camino de acceso a la firma, donde encendieron fuego con gomas para hacerse notar. Mientras tanto, otros compañeros quedaron en la explanada de la Municipalidad y otros en las puertas de la planta industrial.
“De alguna manera queremos seguir manifestándonos y que siga siendo pública nuestra situación. Que el empresario dé una respuesta”, explicaron los delegados sindicales José Goñi y Alberto Algañaraz, a la vera de la ruta. Recalcaron que siguen manteniendo la postura de los despidos arbitrarios y, aunque está abierta la puerta del retiro voluntario, nadie ha buscado acceder a ese arreglo hasta el momento.
Además, siguen reclamando por los salarios que les adeudan, a lo que se suma algún retroactivo de la paritaria 2018 y todo lo de 2019, más dos medio aguinaldos y el bono de dos mil pesos. “Es mucho dinero para nosotros y nos corresponde porque lo tenemos ganado”, advirtieron, y recordaron que el último pago que recibieron fue en diciembre, cuando percibieron sólo seis mil pesos.
Ante este contexto económico, señalaron que ni siquiera han recibido un subsidio, un Programa de Recuperación Productiva (Repro), ni siquiera alguna ayuda para comprar alimentos. “Si no fuese por organizaciones sociales, sindicatos hermanos o la solidaridad entre los mismos trabajadores, se nos hubiese complicado aún más”, dijo al respecto de los alimentos.
El apoyo social
Ya hace varios días que los trabajadores también se apostaron en la explanada del Municipio para dar a conocer su situación y divulgar su lucha. Allí fueron recolectando firmas de apoyo de los vecinos, que según contaron, muchos se han acercado espontáneamente a signar las planillas. “La misma gente nos empuja a dar un paso más”, aseguró Goñi.
En este sentido, los delegados dejaron en claro que su reclamo siempre se ha dado de una forma pacífica y fueron respetuosos de todas las conciliaciones dictadas por los ministerios de Trabajo, además se mantienen en estado de asamblea permanente. “Estamos para darle respuesta a los 80 trabajadores en situación de calle y tenemos que encontrar una solución a esto”, sostuvo.
Cabe recordar que el pasado miércoles, en la marcha que organizó la UTEP en rechazo al FMI, los ceramistas tuvieron su lugar para expresarse y les cedieron el espacio para encabezar la movilización. Esto sucedió a modo de respaldo y acompañamiento a su lucha, que para los trabajadores sirvió como un modo más de visibilizar su problemática.
Ni un paso para atrás
La consigna es la misma del primer día: fábrica abierta y cero despidos. Tal como indicó Algañaraz, se respaldan, de alguna manera, en el artículo 14 Bis de la Constitución Nacional, que es ir por la protección contra el despido arbitrario. Allí se expone que “el trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor, jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial”.
La última charla que mantuvieron con la parte empresarial ha sido hace más de 20 días y a partir de ahí, el silencio ha sido total. Mientras que por parte del Municipio están haciendo los intentos porque haya algún acercamiento de negociación.
“Uno está agradecido de todo lo que han hecho desde los distintos ministerios, intentando un acercamiento, pero acá tiene que haber una decisión del dueño”, planteó Algañaraz, advirtiendo que ellos se vienen manifestando de la manera más pacífica posible y la tolerancia tiene un límite.
En tal sentido, recordaron que recientemente han tenido la posibilidad de compartir su drama con el equipo de Producción de la Provincia. Fue en el marco de la visita que realizó la comitiva encabezada por los funcionarios del Ministerio de Producción a cargo de Augusto Costa para participar del lanzamiento de la Mesa Multisectorial, que impulsa la Secretaría de Desarrollo Productivo y Relaciones Internacionales del Municipio.
“Se interiorizaron, tomaron notas y pudimos visibilizar nuestro reclamo”, dijeron conformes.
Por otro lado, los delegados plantearon que hoy por hoy se está ante un Gobierno que es social y popular y no les gustaría que Loimar sea la primera empresa cerrada con 80 despidos. A la vez, dimensionaron la gravedad de la situación al comparar que la planta ceramista es “media Metalúrgica”.
“Vamos a seguir para adelante y golpearemos las puertas que sean necesarias, lo nuestro es paso a paso y no vamos a volver para atrás”, aseveraron.
“La realidad es que no se puede cerrar una empresa por 10 trabajadores”, sostuvo Goñi, que además consideró que todos los acontecimientos han sido planificados porque de otra manera no estarían en la situación actual. “Queremos estar en los puestos de trabajo con la empresa abierta”, recalcó.