Se cumplen dos años del inicio de la ocupación en el lote de calle Piccirilli al 100 de La Movediza. Se trata de un caso particular, por cómo se extendió en el tiempo el conflicto, y por sus dimensiones, ya que casi 200 familias viven en el lugar. Sin embargo, no se trata de un caso aislado. Un estudio de la Unicen y el Conicet registró 17 ocupaciones en la ciudad desde el 2001 al 2021, de las cuales 7 persisten como barrios consolidados. De acuerdo a dicho estudio, se trata de un fenómeno vinculado a las transformaciones recientes de Tandil, de origen reciente pero que “llegó para quedarse”.En una extensa entrevista con El Eco de Tandil, Dana Valente Ezcurra –doctora en Ciencias Sociales del Cesal CIC / Conicet-, compartió los resultados de un pormenorizado trabajo de investigación que da cuenta de la compleja realidad local con respecto al acceso a la vivienda. La investigadora explicó que en paralelo a los cambios que experimenta Tandil y en particular a los aumentos del valor de mercado del suelo urbano, surgieron diferentes experiencias ciudadanas que buscaron hacer frente a la necesidad de acceder a un techo. Se formaron asociaciones civiles, cooperativas y otras agrupaciones comunitarias, pero también hubo 17 ocupaciones.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/02/toma_de_lotes_en_tandil_valente_ezcurra_dana_22_02_25_1.jpeg" alt="toma de lotes en tandil valente ezcurra dana 22-02-25 - 2"></figure>La gran mayoría de estas tomas fueron en la zona norte de la ciudad, donde –precisó Valente Ezcurra-, el aumento del valor de la tierra fue menor que en el área sur y el faldeo serrano donde proliferaron los desarrollos inmobiliarios privados.Quien recorra los espacios de debate sobre la vivienda en Tandil, las mesas vinculadas a la problemática del hambre, y hasta asambleas vecinales en las que se proponen mejoras para tal o cual barrio, es probable que se encuentre con la doctora Valente Ezcurra -cuaderno en mano- tomando nota. Se trata de parte de su extenso y sostenido trabajo en pos de comprender y aportar en la discusión pública sobre qué tipo de ciudad es Tandil, y qué tipo de ciudad puede proyectarse para el futuro.<section class="noteSuggested" data-id="134155" data-title="Puede interesarte"></section>A partir del trabajo de la investigadora, la toma en La Movediza puede pensarse no como un hecho aislado, sino como una de las consecuencias de un largo proceso aun en marcha, y al momento sin una solución.“Esa representación de que en Tandil no hay gente en situación de calle es una idea de que a nosotros no nos toca ese problema. Me parece que es querer tapar el sol con un dedo porque la realidad demuestra que esto llegó para quedarse, que el problema de la vivienda en nuestra ciudad es cada vez peor y cada vez afecta a más a más sectores sociales", definió.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/02/toma_de_lotes_en_tandil_valente_ezcurra_dana_22_02_25_1.png" alt="toma de lotes en tandil valente ezcurra dana 22-02-25 (1)"><figcaption>Fuente: Tesis de Maestría de la investigadora Dana Valente Ezcurra Cesal CIC / Conicet</figcaption></figure><h2>“Esto llegó para quedarse”</h2>-El motivo de esta entrevista es un nuevo aniversario de la toma en La Movediza, caso que conocés, pero en particular por tu trabajo de investigación, donde registraste que desde el 2001 al 2021 hubo 17 ocupaciones en Tandil…-Sí. En mi tesis de Doctorado estudié el proceso histórico socio territorial de acceso al hábitat en Tandil y en el siglo XXI y pude identificar 43 experiencias de organización por el acceso al hábitat.&nbsp;Dentro de estas experiencias hay distintas estrategias, que a grandes rasgos se pueden caracterizar en cuatro grupos. Uno de ellos, las organizaciones sociales urbanas, otro las experiencias de participación comunitaria, otro las experiencias cooperativistas y por último las experiencias de ocupación colectiva de tierras o viviendas.&nbsp;Y de estos, fueron 17 los casos que se pudieron identificar con impacto público. Probablemente la cantidad sea mayor.Y lo que llama la atención por un lado es que es un número elevado y por otro lado que esto tiene relación con la cantidad de dificultades o con las problemáticas que se presentan al momento de acceder a la vivienda en a la ciudad. Que en Tandil los indicadores muestran un proceso de desterritorialización que llama la atención para ser una ciudad media.Eso es una característica muy notoria de nuestra ciudad y que en el siglo XXI es un problema que podríamos decir nuevo, porque anteriormente no era tan grave.&nbsp;-Estas ideas de “territorialización”, “desterritorialización” y “reterritorialización” &nbsp;o “proceso TDR” son clave en tu tesis. ¿Podrías explicarlas?&nbsp;-Tiene que ver con poner el territorio en el centro de la escena y ver de qué manera es una condición indispensable para la vida. Si sos desterritorializado de un lugar, vas a tener que territorializarte en otro. Por eso esta idea del proceso de TDR es ver un ciclo y su comportamiento y los movimientos que hay.Si lo observamos en la ciudad, vemos por ejemplo que el capital inmobiliario se territorializó en áreas serranas del sur, generó una valorización del suelo que de alguna manera expulsó a otros grupos sociales que no pueden acceder a la vivienda.Por eso vemos experiencias de reterritorialización más seguras o controladas a partir de una política pública.-Pero también a través de ocupaciones…- O de la ocupación. Por lo menos en lo que yo pude identificar es la población que se encuentra en peor situación socio económica. Y lo hace porque no tiene otra manera de resolver su necesidad de vivienda. En muchos casos están ante una situación de calle o viviendo hacinados en la casa de un familiar.&nbsp;-“Vivir de prestado”…-Bueno, si bien es cierto que estrictamente vivir de prestado no es estar en situación de calle, implica que no tenés una casa, que no tenés un lugar, que no podés desarrollar un montón de aspectos de previsibilidad de tu vida, como buscar un trabajo, llevar tu familia a una institución educativa o de salud.<section class="noteSuggested" data-id="134092" data-title="Puede interesarte"></section><h2>Diferentes tipos de ocupaciones</h2>-Identificaste 43 experiencias, de las cuales 17 fueron ocupaciones. Algunas persisten y son barrios de Tandil, por donde pasa el colectivo, pasan calles, y en sus comienzos fueron tomas…-Sí, en Tandil hay dos fenómenos que yo pude identificar. Por un lado, una dinámica que en los estudios urbanos se conoce como ocupación hormiga. Esa forma de ocupación de la tierra es individual y es más invisibilizada porque no genera necesariamente un conflicto público. Personas, familias, pequeños grupos que se van instalando en un lote que quizá no está totalmente regular.Otras experiencias tienen que ver con las ocupaciones colectivas, y las ocupaciones colectivas son un fenómeno propio del siglo XXI en nuestra ciudad. Anteriormente, por lo menos, yo no pude encontrar ninguna experiencia. Entonces es un problema nuevo que se está dando, porque la ciudad creció mucho, porque el precio del suelo aumentó desproporcionadamente, y cada vez hay más población inquilina, más barrios populares, esto que vos estás nombrandoEso es lo que hoy vemos. Un modelo de ciudad cada vez más excluyente y más desigual. &nbsp;Porque lo que hoy se presenta como alternativa es acceder a la vivienda a partir del mercado, y los valores de la vivienda en el mercado no son accesibles para la mayoría de la población.-Frente a esta situación que describís, ¿Qué rol tuvo y tiene el Municipio?-El rol del Municipio fue cambiando. Lo primero que yo pude notar es que el Municipio desarrolló mecanismos diferenciales para hacer frente a los conflictos urbanos. Algunos grupos tuvieron la posibilidad de reunir los requisitos estipulados para acceder a los beneficios de una política social, y otros grupos no los reúnen.&nbsp;Esa diferencialidad del Municipio no es ingenua. Yo creo que tiene un componente de clase social muy evidente porque los mecanismos de selectividad incorporan rasgos punitivos de cierta población, como por ejemplo la población ocupante. Y no sucede lo mismo con las compras irregulares de propiedades en las sierras, por ejemplo, que en muchos casos también son ocupaciones.&nbsp;-Excepciones para edificar en áreas protegidas...&nbsp;-Sí, o los ocupas VIP, que son personas que tienen contactos en el sistema institucional que le permiten acceder a información privilegiada respecto a la situación de dominio de determinada tierra y luego regularizarla a partir de procesos de regularización dominial, que puede ser la prescripción adquisitiva de dominio.&nbsp;Esto sucedió con uno de los conflictos de ocupación, que es el caso de Palermo, donde una persona regularizó el macizo ocupado. &nbsp;Esa persona pudo regularizarlo y no se lo trató de delincuente, y en cambio las otras personas que estaban habitando ahí tuvieron que transitar un proceso penal y posteriormente un desalojo acordado. Entonces, bueno, en estas ambivalencias es que se ve un doble estándar de parte del Estado Municipal, sobre todo en el caso de las ocupaciones de tierra.&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/02/toma_la_movediza_vecinos_2_anos_21_02_25_1.jpeg" alt="toma la movediza vecinos 2 años 21-02-25 - 2"></figure><h2>Juicios y prejuicios</h2>Consultada por las diferentes formas de resolución de ocupaciones a partir de las cuales se logró integrar a la población ocupante, la investigadora hizo mención de diversos casos y medidas asumidas. Desde el Registro Nacional de Barrios Populares, a otras alternativas de índole local.Sin embargo, también hizo referencia a que en determinados momentos se abordó este tipo de conflictos a partir de un debate en el cual por momentos primó el intercambio sobre el modelo de ciudad deseado, pero en otros “fue más hegemónica una mirada punitiva y criminalizadora”. En el marco de la tesis definió este último elemento como un “consenso represivo” de las ocupaciones de tierra.“Se da principalmente del 2015 al 2021. Por ejemplo en el Concejo Deliberante todas las fuerzas políticas votaron determinadas ordenanzas de repudio a estas formas de producción social del hábitat identificándolas o tipificándolas como delitos, como usurpaciones", sostuvo.-Con respecto a este consenso que mencionás, tiene que ver también con ciertos prejuicios que muchas veces se tienen sobre las personas que viven en ocupaciones. ¿Qué pudiste observar de eso?-Esas representaciones sociales por supuesto son una construcción cultural, están en disputa. Lo importante es pensar que en una democracia toda la ciudadanía, todas las voces, todos los actores tenemos algo que ver en cómo la opinión pública se posiciona o se construye respecto a este tipo de cuestiones.&nbsp;Lo que vemos es que se han fortalecido las miradas punitivas que tienden a responsabilizar a la población de su problema. Entonces, si no tenés casa es porque algo malo habrás hecho y si vos estás ocupando cuando otra gente no lo hace es porque no sos un buen ciudadano,“Esa representación de que en Tandil no hay gente en situación de calle es una idea de que a nosotros no nos toca ese problema. Me parece que es querer tapar el sol con un dedo porque la realidad demuestra que esto llegó para quedarse, que el problema de la vivienda en nuestra ciudad es cada vez peor y cada vez afecta a más a más sectores sociales", definió.-Si bien tu trabajo no abordó el caso del lote de calle Piccirilli al 1000 en La Movediza, sí conocés la situación. ¿Qué ves ahí?-De todas las que yo he podido ver es una de las más grandes y de las más afincadas. El hecho de que el conflicto se prolongó en el tiempo ha hecho que cada vez esté más consolidada la producción social de hábitat que se está generando.&nbsp;Sería importante encontrar una resolución donde el Estado intervenga para asegurar el cumplimiento de determinadas normas y de cuestiones que deben ser atendidas para el acceso a servicios, para la apertura de calles, para la urbanización efectiva y la integración de la toma al barrio.&nbsp;Y eso es un proceso del que todavía falta porque la resolución del conflicto se orientó a la judicialización. Y esto lo que ha generado es prolongarlo en el tiempo, prolongar su resolución.&nbsp;Si no encontramos un abordaje que permita resolverlo activamente, vamos a encontrar que se va a reiterar. Es esto, si no hay políticas públicas que traten de atender la necesidad estructural que causa la problemática de vivienda o no hay una regulación del mercado inmobiliario para contener la suba del precio del suelo y de los alquileres, lo más probable es que si la vivienda queda en manos del mercado haya cada vez más población que no pueda acceder.&nbsp;<section class="noteSuggested" data-id="134182" data-title="Puede interesarte"></section><h2>17 ocupaciones, 7 barrios</h2>En concreto, la investigación de Valente Ezcurra registró 17 ocupaciones en Tandil desde el 2001 en adelante. 7 de estas ocupaciones permanecen –con sus diferencias-, y son parte de los barrios en la ciudad.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/02/toma_de_lotes_en_tandil_valente_ezcurra_dana_22_02_25_1.png" alt="toma de lotes en tandil valente ezcurra dana 22-02-25 (1)"><figcaption>Fuente: Tesis de Maestría de la investigadora Dana Valente Ezcurra Cesal CIC / Conicet</figcaption></figure>Tarraubella, Plan Federal, barrio Darío Santillán, una parte de Villa Cordobita, a Movediza 2, Villa del Lago y Villa del Parque persisten, mientras que en los casos del Plan Federal de Viviendas 2, Smata 2, otra parte de Villa Cordobita, La Movediza 1, La Movediza 3, La Movediza 4, La Movediza 5, barrio Palermo, Cerro La Movediza y Cerro Granito fueron zonas en las que la Justicia ordenó y logró llevar a cabo desalojos compulsivos.Si bien el caso de Cerro Granito –cuyo desalojo, contó la investigadora-, supuso el despliegue de centenares de efectivos policiales&nbsp; y por lo tanto fue uno de los más emblemáticos, Valente Ezcurra mencionó a Villa del lago y Valle del Parque. Se trata de dos zonas con particularidades –se encuentran en la zona sur-, y con un componente social diferente al resto de las ocupaciones.“Están en la zona sur, una de las más valorizadas. El resto está en el arco norte o este, que es la menos valorizada por el capital inmobiliario. Eso quizás tiene que ver también en que una experiencia de ocupación sea desalojada o no, cuánto potencialmente vale para el mercado esa tierra”, sumó.<h2>Preocupantes estadísticas</h2>Junto a una copia impresa de la tesis –casi 500 páginas con gráficos, mapas y otros recursos-, la doctora Valente Ezcurra mantuvo durante la entrevista parte de los datos estadísticos que le permitieron dar cuenta del agravamiento en los últimos años de la problemática de la vivienda en la ciudad.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/01/toma_la_movediza_24_01_25.jpeg" alt="toma la movediza 24-01-25 - 1"></figure>“Para mí, el dato más ejemplar de cómo este proceso de desterritorialización avanzó en Tandil, tiene que ver con cuánto crecieron en 20 años las viviendas y cuánto creció la población. A priori uno creería que el déficit habitacional es porque que faltan casas. No obstante, si vemos los datos en Tandil, se construyeron más viviendas de lo que creció la población. La población creció 33,8 por ciento mientras que las viviendas crecieron un 97,5 por ciento. Es decir, duplicaron la cantidad de viviendas proporcionalmente a la población y sin embargo cada vez es más difícil acceder a una vivienda. Son datos del censo”, precisó la investigadora.Además, mencionó que durante el lapso de 2 décadas que abarca su investigación, la población propietaria descendió 15 puntos porcentuales, y aumentó el número de población inquilina.&nbsp;“Una manera de ver el déficit habitacional es ver cómo se comportó el crecimiento de la población inquilina. En el 2001 teníamos el 15,5 por ciento y ahora tenemos 29,8 por ciento. Se duplicaron las viviendas y &nbsp;a la vez se duplicó la población inquilina”, alertó. En comparación con los datos provinciales y nacionales, sumó, dichas estadísticas son mucho más pronunciadas.&nbsp;Por otro lado explicó que también crecieron considerablemente en la ciudad los hogares a cargo de mujeres. “Los datos de 2010 mostraban que mientras en la provincia de 2001 a 2010 los hogares con jefatura de hogar femenina aumentaron 14,7 por ciento en Tandil aumentaron 27,1 por ciento. Es decir, de nuevo, más del doble de la tendencia provincial. Bueno, este dato habría que actualizarlo al 2022, pero un poco nos muestra que esa población inquilina está teniendo un componente muy elevado feminizado”, concluyó.