“Tenemos que hacer resistencia y bancarnos lo que venga”, dijo el infectólogo Jorge Gentile
El infectólogo Jorge Gentile habló de asumir esta pandemia como una catástrofe en la que una parte solamente se juega en los centros de salud, pero la mayoría depende de la conducta de la gente. “No se puede pedir más camas y profesionales porque no los hay”, aseguró. Además de los cuidados de siempre, destacó la importancia que ha cobrado la ventilación de ambientes, porque el virus queda en el aire.
Tandil no es ajena a lo que está pasando en el resto el país con el incremento de casos y la utilización plena de todos los recursos en materia de salud. Eso, según aseveró el médico infectólogo e integrante del Comité de Seguimiento del Covid-19 en Tandil, Jorge Gentile, “no es una primicia”.
Recibí las noticias en tu email
Recientemente se ha conocido que acá no más, en Olavarría, hay circulación comunitaria de las variantes del Reino Unido y de Manaos, a lo que el experto analizó que “probablemente en Tandil se estudien si hay casos sospechosos de esas cepas. “Creo que hay organismos centrales que lo van a hacer”, asintió en conversación con el programa “Tandil Despierta” que se emite por Eco TV y Tandil FM (104.1).
Generalmente estas evaluaciones se hacen cuando hay casos con mucha transmisibilidad y cúmulos que exceden lo habitual. “Es difícil la sospecha”, dijo. Entonces, en esas situaciones las muestras que sirven comúnmente para el diagnóstico del brote se guardan y se envían al Instituto Malbrán, donde las pueden determinar.
Si bien distinguió que hay un equipo muy bueno que trabaja en biología molecular en la ciudad, asintió que deben enviarse a Buenos Aires, y son precisamente quienes analizan las muestras en Tandil quienes se ocupan de derivarlas si detectan las condiciones requeridas.
Urge vacunar
“Estamos recién empezando”, dijo al referirse a la nueva ola y planteó que quizás podría obedecer a un aumento de casos y severidad, pero quizás no. Cautelosamente, afirmó que es poco lo que se sabe de las cepas, advirtiendo que no todas son más virulentas y transmisibles, “son nuevas”, indicó.
Por otro lado, con respecto a las vacunas, dijo que las cuatro o cinco que se comercializan en Argentina son muy semejantes y prácticamente no tienen contraindicaciones.
“En este momento es imperativo vacunar a la mayor cantidad de gente posible, en el menor tiempo”, enfatizó y contó que en los países que han logrado eso, que son muy pocos, aparentemente, han disminuido la epidemia.
Al respecto de la cobertura que puedan tener las fórmulas que se están aplicando, aclaró que ninguna tiene el ciento por ciento de efectividad, como tampoco lo tienen la del sarampión, la poleo o la rubiola, que citó a modo de ejemplo. “Un vacunado puede tener una infección por lo que se pretende cuidar, no es extraño”, apuntó, aunque son pocos los casos.
Ante esto, pidió ser muy cautelosos con los porcentajes que se dan, porque además hay que considerar que algunas de ellas se estudiaron en un contexto epidémico diferente, “quizás cuando la pandemia no era tan importante”.
El problema está en el aire
El infectólogo recordó los cuidados más importantes a tener en cuenta para evitar la propagación del virus, que asumió que todos ya los saben e incluso, “están cansados de escuchar”, sin embargo se hace cada vez más elemental su puesta en práctica.
“Los cuidados siguen siendo los que se repiten desde el año pasado”, señaló Gentile y enumeró entonces el uso del barbijo, mantener el distanciamiento social, la no aglutinación de gente y el lavado de manos. A lo que sumó los testeos y confinamiento de los pacientes positivos y sus contactos estrechos.
Sin embargo, también puso énfasis en una cuestión que ya se mencionaba, pero que aseguró que ha ganado importancia en este tiempo y es la ventilación de los espacios. “En los últimos tres meses se ha aceptado que la transmisión por aire existe y eso explicaría, en parte, porqué esta epidemia estaba en diciembre de 2019 en China y en marzo de 2020 llegó a la provincia de Buenos Aires, tiene que ser algo de muy fácil diseminación”, analizó.
En este sentido, remarcó cómo el tapaboca y nariz cobra importancia, que toda reunión deba ser al aire libre y la ventilación de los ambientes aún en invierno, que en lo posible sean ventanas opuestas para generar corriente cruzada. Además, recalcó que los aires acondicionados lo que hacen es remover el aire viciado y no cambiarlo.
“El problema está en el aire y eso es muy difícil de manejar, no en las superficies”, explicó y recordó cómo en un principio se ha gastado en recursos innecesarios. Consideró que cuando la infección va por aire, hasta que no sale una vacuna no hay defensas, entendiendo nuevamente que eso ha hecho que la pandemia sea tan severa y grave.
“Tenemos que asumirlo como una catástrofe, tenemos que hacer resistencia y bancarnos lo que venga”, postuló y admitió que no se pueden exigir más camas y profesionales porque no los hay. Lejos de considerarse “derrotista”, el referente expresó que hay una parte que se juega fuera del Hospital, porque lo más importante es la conducta de la gente.