Temas y lectores
Juan está fuerte
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Señor Director:
Hace un par de semanas acompañé a mi tío a ver a Juan, a ese calabozo que él muy bien describe desde su desolación.
Entrar a ese lugar y decir que no tiene calefacción y que la humedad chorrea las paredes no sería poder dar cuenta de lo que es ese lugar, no estaríamos ni cerca de sentir lo que siente Juan.
Con Juan nos encontramos en Potosí hace unos veranos, justo para festejar su cumpleaños número 20 y el día anterior a su llegada habíamos ido de excursión a la Mina de Sumaj Orcko, la más antigua de Latinoamérica. Un “paseo” al interior de ese queso gruyere, guiado por dos ex mineros de 33 y 12 años respectivamente, donde antes de ingresar tenías que comprar unos regalos destinados a los hombres que trabajan no menos de 12 horas ahí adentro: juguito, dinamita y coca para mascar. Te dan casco, botas y un mameluco que todo te queda grande y te empujan hasta el fondo de la mina, para que te sientas minero, para que vivas la experiencia de tragar polvo mientras tropezas en un lugar absolutamente oscuro y frío, rodeando de túneles y agujeros que no ves, mientras golpeas tu cabeza contra el techo que cada vez es más bajo y más asfixiante y más caluroso y en esa penumbra de miseria de polvo aparecen sentados los mineros pidiendo el juguito y la coca y la dinamita en ese desesperado tour.
Al otro día, Juan fue a la mina. Y ese día en la mina, hubo un derrumbe. Y Juan, no entró en pánico ni se desesperó. Juan sacó arrastrando al guía herido, con su pierna rota, porque Juan, siempre, piensa en el otro.
Salir del calabozo es sentirme un poco así, que Juan me rescata de ahí adentro y me saca con más fuerza, con la fuerza que él me transmite y esa fuerza me hace gritar que Juan es inocente y que la justica debe investigar.
No nos cansaremos de repetirlo, porque si Juan está fuerte, nosotros también.
Nicolás Piñero
DNI 28.461.721
El camino fácil de la justicia
Señor Director:
A Juan Rosso se le dictó prisión preventiva por la denuncia de abuso sexual en un jardín y es necesario decir algunas cosas. Tal vez se cree que quienes lo defendemos lo hacemos porque lo conocemos y es buena persona, pero no es así. Lo defendemos porque hasta ahora no existen pruebas convincentes, sino más bien endebles. Enumeraré las razones de su inocencia en orden de importancia, tal como lo hizo ayer mismo el abogado defensor Calles.
1) Si buscan en google (insto a no tener pereza) verán que todas las primeras denuncias del padre y la madre en notas periodísticas dicen que el hecho sucedió el martes 2 de julio, y que lo detectaron tras el partido Brasil-Argentina. Ese día Juan Rosso no fue al jardín, no dio clases, no estuvo. Luego, al tiempo y a medida que el morbo y la necesidad de un culpable se apoderó de la escena pública y mediática, apareció el cambio de fecha: lunes 1 de julio. ¿Por qué, cómo…? No lo sabemos, pero quisiéramos saber por qué y desde cuándo se cambió la fecha, y si eso es manipulación de pruebas.
2) El relato del niño en Cámara Gesell nunca es preciso ni concluyente.
3) Es falso que el relato de los otros tres niños en Cámara Gesell concuerden con la denuncia: no sólo no inculpan a Juan si no que uno de los alumnos reconoció en fotos a otro profesor como autor de los hechos.
4) Con respecto a la calificación legal, no sería abuso gravemente ultrajante, teniendo en cuenta que el presunto hecho no se prolongó en el tiempo y las circunstancias “no indican en modo alguno un hecho gravemente ultrajante” (aclaración necesaria: la acusación es de haber metido un dedo en la cola).
5) Con respecto al día lunes 1 de julio, tal el cambio de fecha en el informe de la jueza, la clase que dio Juan ocurrió en el SUM y dos docentes que allí estuvieron toda la clase declararon que nunca salió del lugar, nunca fue al baño.
6) La pericia médica al niño no halló ninguna prueba, ningún indicio de lo denunciado.
7) Agrego: ningún culpable espera tan tranquilamente a la justicia, como lo hizo Juan.
Ahora bien, nos podemos preguntar por qué la denuncia. Podemos suponer todos que algo ocurrió con ese niño. Y aquí se pueden conjeturar muchas cosas que se hilvanan con muchas denuncias falsas que se vienen levantando en el país (muchas, por favor busquen) contra docentes de jardín, mayoritariamente docentes de arte y educación física Y aquí nos encontramos con que en la mayoría de los casos hay una gran presión pública, una violenta presión pública mejor dicho, que no se atiene a las búsqueda de pruebas si no a señalar y linchar un culpable de buenas a primeras, pasando por encima de todo derecho y presunción de inocencia. También, con que según estadísticas en la mayoría de los casos el abuso es intrafamiliar y, obviamente al señalar a otra persona, se taparía al verdadero abusador. Todo esto deriva en un ataque que pone en jaque a la labor docente misma, como si al ser docente no le preocuparan esos hechos y se dedicaran a encubrirlos y, si vieran, cada vez son más los y las docentes que directamente no quieren trabajar en jardines porque tienen miedo a este tipo de denuncias, a esta locura, a tanta paranoia. Como ocurrió hace mucho con el sida, el efecto de esta epidemia de denuncias es: no nos toquemos, hasta que nadie quiere tocar ya a un niño en un jardín. Creo que Juan es inocente y que, una vez más, como tantas otras, la justicia se equivoca. Pero bueno, la justicia es humana… Mientras tanto, el camino fácil de la justicia lleva a un inocente a un calabozo y, de yapa, deja un caso grave y ominoso sin resolver.
Gustavo Primucci
DNI 92337870
Con los discursos no se solucionan los problemas
Señor Director:
Cuando Alberto Fernández, ante auditorios nacionales y extranjeros, descalifica con tanta contundencia todo lo que ha hecho el gobierno de Macri sin reconocerle mérito alguno, además de ser una táctica sectaria que agranda la “grieta” que supuestamente quiere cerrar, da a entender que las cosas estarán mal sólo hasta diciembre, porque él sabe cómo encontrar la solución a todo.
Sin embargo esa disponibilidad para criticar todo contrasta con su cerrado mutismo respecto a las líneas maestras de las políticas con las que piensa revertir la angustiante situación actual y cumplir con sus copiosas promesas. Solo sabemos de algunos de los objetivos que intentará conseguir, pera nada respecto a los medios para lograrlos. ¿Lo hará para evitar un eventual estallido de la unidad dentro de la alianza que lo llevó al gobierno? ¿Improvisará? ¿Esperará directivas?
Luego de haber ganado las elecciones, como si hubiera recibido el don de la sabiduría, comenzó a dar interpretaciones “autorizadas” sobre casi cualquier tema, exponiéndose innecesariamente a futuras críticas. Deberá enfrentar una situación muy difícil, tal como le tocó a su predecesor, y más no presumir de taumaturgo y sabelotodo. Con los discursos no se solucionan los problemas reales. El que se retira y el que viene pregunto; ¿Esas marchas que se anticipan para el mes de diciembre, es para explicar al pueblo argentino como no pudo corregir en esos cuatro años de su gobierno? ¿Y el que asume le dirá a su gente como arreglará el descalabro de país en qué vivimos?
Humberto Guglielmin
DNI 11.585.649