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Reconocimiento y felicitación
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Señor Director:
Los días 16 y 17 de noviembre de 2019, nuestro Grupo de Peña Folclórica “Rezabaile”, integrante del Estudio Integral “Rezabaile Folk”, a cargo de las profesoras Ayelén Llanos y Paola Liliana Flores Silva, realizó el cierre de sus actividades educativas y culturales.
Cabe señalar el Estudio Integral Rezabaile, está compuesto por un grupo de peña de nuestra tradición folclórica, y otro grupo de Gym Dance de categorías infantil y juvenil. Además del Grupo de Zumba.
Ahora bien, en mi carácter de alumno regular de danzas folclóricas argentinas debo agradecer infinita y profundamente las enseñanzas recibidas y demostradas en nuestras presentaciones en cada uno de los eventos realizados en los días citados. Un éxito total. Felicitaciones, profesoras, amigos y compañeros.
Nuestra agrupación peñera tiene una característica especial que logré observar desde que me integré. Es la única peña folclórica de ésta ciudad que combina en sus presentaciones un grupo infantil y un grupo de adultos, al mismo tiempo. Es una agrupación súper familiar: existe un matrimonio y sus 3 pequeños hijos, un matrimonio cuyo padre y el hijo, bailan, y la esposa es locutora oficial de nuestras presentaciones. Está la abuela y su nieto, que también bailan. Y por último, los hijos de las profesoras también bailan en nuestro grupo de folclore.
Me siento inmensamente feliz de ser parte de todo ello. Creo que “estoy en el lugar ideal y en el momento justo”.
Gracias, muchas gracias Estudio Integral “Rezabaile Folk”. Deseo fervientemente mucha suerte y felicidad por siempre. Muchos éxitos. Gracias gracias, muchas gracias, Chamigos!.
Diosnel Galeano
DNI 8.229.149
Reclaman cobertura total para enfermedades crónicas
Señor Director:
Leí el posteo de una amiga, muy enojada, que dice: “Parlamento Maravilla: Plan Médico Obligatorio (PMO) incluye lo que vos elegís y no enfermedades crónicas. Tremendos hdp!”.
¿Y saben una cosa? Tiene absoluta razón y voy a aprovechar para contar lo que nos pasa, en primera persona.
Nadie elige padecer una enfermedad, nadie elige tener que consumir diariamente medicación para seguir viviendo o para vivir con una cierta calidad de vida. Ninguna familia elige que dos de sus cuatro hijos padezcan enfermedades crónicas, una de ellas, muy seria; y eso, exactamente, es lo que a nosotros nos pasa hace cinco años y hay momentos en los que dan ganas de agarrar el sulky a patadas y mandar a más de uno a pasear.
Mi hijo menor padece epilepsia desde 2014. Fue muy bien diagnosticado, es tratado en Tandil por un buen profesional (el Dr. Burstein) y hemos hecho interconsultas con dos especialistas del Fleni: Dr. Pochiecka y Dr. Massaro. En un principio fue tratado con una droga que está incluida en el Plan Médico Obligatorio dentro de las coberturas del 70 por ciento para enfermos crónicos. Anduvo muy bien, haciendo vida normal (buen estudiante, excelente deportista) pero por los parámetros de los electros los médicos estimaron que era oportuno cambiar de droga, pasando a otra que es la más apropiada para su caso y no deja residuos hepáticos (cabe aclarar que con la otra medicación cada tres meses era necesario hacer hepatograma y la consumía desde los 12 años). Y aquí empieza la “remada en dulce de leche repostero”, porque resulta que la droga (Levetiracetam), que se viene usando hace varios años, no estaba incluida en el Plan Médico Obligatorio (PMO) en el 70 por ciento de cobertura de crónicos. No era cuestión de tal o cual nombre comercial, directamente, esa droga está excluida del 70 por ciento. O sea, la medicina avanza, te aconseja usar una determinada medicación que es la más apropiada y la menos dañina para el organismo, pero te enteras que la cobertura sólo es del 40 por ciento y la medicación es muy cara.
Ahí empiezan las averiguaciones, que Ministerio de Salud, que la superintendencia, que consultar cada tanto para ver si un buen día se dignan a incluirla, que cartas a la pre-paga para considerar el caso en particular, que nuevos estudios, que historia clínica actualizada, que otra historia clínica, que más estudios y así, yendo y viniendo, para escuchar estas respuestas: “al no estar incluida en el 70 por ciento puede optar por otra droga” (como si estuviéramos hablando de comprar helado. Como no hay de frutilla, llevas de otro gusto, total lo rico es el helado); “puede solicitar certificado de discapacidad para tener cobertura del 100 x 100” (entonces, iniciamos trámites, pero, obviamente, y gracias a Dios, mi hijo hace una vida muy normal y su desenvolvimiento es autónomo e hipersatisfactorio; de modo que su discapacidad porcentual queda limitada y no genera inconvenientes. Lógico, verdad de Perogrullo: porque esa vida normal se la permite la medicación que es carísima y que el PMO no considera para los epilépticos.
Y así vamos y venimos; estos días, justamente, hicimos una nueva presentación en función de una info que nos acercaron acerca de que “podría” haberse incluido esta droga entre las de cobertura para crónicos. Veremos.
Entre tanto, veo que sale un decreto de la Secretaría de Salud en donde se determina cobertura del 100 x 100 para todo tipo de tratamiento y medicación referidos a cambios derivados de opciones de género. Todo bien, ningún problema, que cada cual haga de su vida lo que le da la gana, lo que sienta y lo que lo haga sentir mejor. Pero no puedo evitar preguntarme y cuestionar una serie de cosas: mis hijos no eligieron enfermarse, mis hijos no eligieron tener que cambiar hábitos de vida, modificar proyectos y elecciones a futuro a raíz de las enfermedades que padecen. Los neurólogos no cambian de droga por capricho o moda, cambian con varios fundamentos y, uno de ellos, más que entendible y atendible: lograr mejor calidad de vida.
Bueno, resulta que el “lobby” de ciertos sectores debe ser más poderoso, más eficaz, más rápido porque los que vamos por la vía que nos indicaron seguimos sin novedades.
Reitero, nadie elige enfermarse, nadie elige tener que ir a la farmacia con más asiduidad que a la panadería. Y sepamos que las coberturas del 100 x 100 o las del 70 por ciento no son graciosos regalos de nadie (ni de Obras Sociales, ni de pre-pagas ni de tal o cual gobierno). Esas coberturas surgen de fondos compensatorios que se financian con nuestros impuestos. De modo tal que a la hora de discutir prioridades presupuestarias y sabiendo que siempre estaremos ante necesidades ilimitadas y recursos limitados, sería interesante que se evalúen prioridades y las razones y el origen de ciertas necesidades en materia de salud.
La necesidad de consumir una determinada droga para un enfermo crónico (como epiléptico u oncológico, en estos ejemplos) constituye una necesidad vital, no es una opción o elección del enfermo. Entonces, estaría bueno que antes de incluir al 100 x 100 programas referidos a opciones de género, implementen la cobertura correspondiente para enfermedades crónicas, cobertura que varios miles venimos reclamando hace muchísimo tiempo.
Gracias por leer mi texto y si lo quieren compartir, doble agradecimiento. Este también puede ser un camino para que nos escuchen y se dignen solucionar problemas muy importantes.
Carolina Gutiérrez
DNI 16.159.921
También los adres tendrían que rendir examen
Señor Director:
Mediados de noviembre, época de evaluar. Colocar calificaciones, ponerles puntajes a la sapiencia o sacarles puntos a determinados conocimientos que el alumno desconoce. Grandes y chicos tenemos la desaprobación, buscamos aceptación. Un número redondo y vacío puede hacer estragos en la vida del estudiante. Y suele ser una falsa estrategia del docente desanimado y poco creativo para “apurar al alumno”. Siempre me pregunto el porqué de la evaluación, el porqué de separar los conocimientos en casillas que esperen ser ocupadas por números antipáticos.
De todos modos, acepto las reglas del juego y me las ingenio para aplaudir dones y fortalecer debilidades. El miedo no ayuda a nadie, el cero es cero, no vale nada, al menos solo. Y se evaluar se trata, habría que hacer rendir examen a los padres, nosotros, los que elegimos colegio, leche, compramos ropa, alimentamos y por sobre todas las cosas damos ánimo a nuestros hijos, generamos o no ambientes pacíficos para el que estudia, promovemos y compartimos juegos y alegrías.
Hasta se me ocurren ítems: A ¿Cuántas veces se sentó usted a conversar con hijo este año? B ¿Sabe usted por qué su hijo no le gusta matemáticas? C Si usted desconoce la historia de su país y vive mirando para afuera, ¿por qué pretende que su descendencia sepa la historia del Virreinato, como se formó la Primera Junta? ¿Cómo se convierte una fracción decimal en número decimal? ¿Acaso usted no vive haciendo equivalencias y multiplicando todo en versión billete verde? Usted se sacó un 1 y muy generoso. Va a tener que seguir estudiando.
Roberto Garibotti
DNI 30.457.482