Temas y lectores
El éxito del presidente Macri
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Señor Director:
Tal como expresa el título el presidente tuvo un éxito superlativo. Asumió el gobierno gracias a las promesas que hizo durante la campaña que no solo incumplió, sino que hizo todo lo contrario. Pero cumplió con el tácito y siniestro plan (sin ningún plan B).
A los dos años de mandato ya había cumplido su misión. Inexplicablemente se le permitió continuar agregando acciones dirigidas a empobrecer a la mayoría de nuestros conciudadanos y endeudar nuestra Patria como nunca en la historia.
Pero ese era y es el “Plan” de esta gente. Se sintieron tan omnipotentes y patrones del país. Varios de sus esbirros (Gonzales Fraga) confesó por TV parte del plan, cuando expresó: ” „,nos hicieron creer que un empleado medio con un sueldo medio podía cambiar el celular, el tv por un smart o el auto y viajar al exterior” o Dujovne “por estas medidas que tomamos, otrora hubieran derrocado del gobierno” o la Vicepresidenta con sus “Incongruentes declaraciones” o la Ministra Bullrich siempre desafiante o su homónimo del Congreso cuando dijo que cuando quieren que “salgan” dos leyes, las acompañan con otras siete para conseguir aquellas dos. El mismo Macri ante la pregunta del impresentable V. Llosa contesto ” voy a seguir este mismo camino, pero mucho más rápido”.
Me causa risa escuchar a algunos periodistas decir que Macri no tiene plan u otro viejo peronista devenido en comentarista político (hoy muy solicitado) cuando dijo ” yo lo vote, pero me decepciono”. Cabe la gloriosa frase de China Zorrilla: “Haceme el favooor”.
El plan de este desastre es incomparable al del 2002 porque De La Rúa no pudo o no supo. Pero Macri sabía y pudo o no decía que ” Sí se puede”. Es incomparable porque De La Rúa fue un hombre decente, que aunque no le salieron las cosas bien hizo lo que creyó bueno para la Patria. Pero Macri, además de mentiroso serial y otros defectos es el exponente más cabal de la perversidad (vale la pena consultar en el diccionario su significado).
Estuve en la plaza cuando ganó Alfonsín y nuestro local Reynoso. Un amigo radical me preguntó ¿qué haces vos acá? Respondí vine a celebrar la democracia y me gusta tu candidato. Me gustaría que H. Irigoyen, Illia, De La Rúa y Alfonsín pudieran comunicarse con sus correligionarios, para recordarles sus luchas y desvelos por los que menos tienen. Sobre todo la célebre frase de Alfonsín ” Prefiero perder mil elecciones que hacer alianzas con la derecha”. Los radicales de hoy no pueden desechar más de 100 años de lucha y convertirse en cómplices de este desastre. Durante 4 años pidiendo compartir decisiones con Macri y cuando llega el momento de poner a un radical como vicepresidente, el otro lleva en la fórmula a un traidor del peronismo para cubrir semejante puesto. Ahí deberían haber presionado para evitar eso. No se puede renegar de los postulados radicales (que no son distintos a los del peronismo) por unos puestos políticos de poca monta.
José Barillaro
DNI 4.582.925
¿Presos políticos o políticos presos?
Señor Director:
Varios funcionarios del gobierno anterior hoy detenidos quedarían en libertad al ser considerados presos políticos. ¿Están detenidos por sus ideas políticas o porque cometieron un delito? Tal vez la respuesta sea que 1a diferencia entre “delito”, reivindicación social” o ‘” acción política” en ocasiones parece tan tenue que puede ser la clave para convertir a un “delincuente” en “patriota”. O de un político preso (detenido por cometer un delito aprovechando un cargo público) en preso político (detenido por tener ideas políticas opuestas al oficialismo).
Una de las características que marcan la diferencia entre una sociedad armónica y una turba desorganizada es la de poseer normas claras de convivencia y comportamiento. Nuestra sociedad enfrenta un dilema, pues pareciera ser que las normas acerca de 1a comisión de delitos por parte de funcionarios públicos y las sanciones sobre quienes los cometen, no parecen ser interpretadas por todos de la misma manera, ni aplicadas por igual al resto de los ciudadanos que no eligieron la política. Para cualquiera de nosotros, tomar por asalto una comisaría puede convertirnos en delincuentes. Pero si cuando nos atrapan declaramos que fue en nombre de la justicia social y el hambre de los desposeídos, no sólo nos evitará ir a la cárcel sino que incluso hasta puede allanarnos el camino para convertirnos en funcionarios.
Estacionar en doble fila en e1 microcentro para pagar 1a última cuota de esa exprimidora que tanto ambicionamos, nos expone a vernos obligados a retirar nuestro auto de un corralón y pagar una multa. Pero estacionarlo atravesado en avenida Corrientes y en el momento de enfrentarnos a las fuerzas del orden argumentar que nuestro accionar forma parte de un piquete en busca de reivindicaciones sociales, no sólo nos evitará la multa sino que podremos contar con posibilidades de ser atendidos por un funcionario que escuche nuestros patrióticos reclamos, nos haga adquirir e1 estatus de preso político y de paso nos permita pagar la cuota de la exprimidora.
Tenga en cuenta todo esto si está pensando en venderle al Estado una autopista que no termina en ningún lado, si lo descubren tirando bolsos repletos de dólares en un convento o si le encuentran millones de dólares en la caja fuerte de su hijo. O si su nombre aparece escrito en algún cuaderno. Tal vez para eludir e1 peso de la Justicia ya no necesitemos de un abogado sino más bien de una buena dosis de creatividad. O tal vez ya sea tiempo de darnos cuenta de que la diferencia entre una “sociedad armónica” y una “turba desorganizada” pasa por una delgada línea que separa 1a firme vocación por hacer cumplir las norma establecidas, de la consabida costumbre de mirar para otro lado cuando éstas son violadas.
Resulta fácil entender que doblegado por presiones de quienes prefieren vivir en una turba desorganizada antes que en una sociedad armónica, en los próximos días alguien con el suficiente poder permita que estos personajes queden finalmente en libertad.
José Luis Segade
DNI 28.779.227