Temas y lectores
Rechazo a la modificación de una calle
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Señor Director:
Nuestra ciudad, señor presidente de Honorable Concejo Deliberante, doctor Juan Pablo Frolik, tiene la suerte de contar, entre las mujeres ilustres de su rica historia, a la señora Ana Irasusta de Santamarina. Su prestigiosa figura de relevantes merecimientos, trasciende cualquier posibilidad de desconsideración. Sin embargo, ha sido objeto de un inaceptable menoscabo por parte de ese Cuerpo; precisamente, por quienes representan al pueblo de quien ella es la máxima benefactora, nada menos que con la donación del Hospital Ramón Santamarina. Es por ello que en mi carácter de simple vecino, me permito hacerle llegar mi más enérgica condena.
La modificación de la ordenanza N° 9436 sancionada por ese Concejo el 2 de diciembre de 2004, imponiendo el nombre de la insigne dama a la calle perimetral comprendida entre las circunscripciones I y II del partido de Tandil, generó esta lamentable situación. Según consta en el acta de la sesión donde se trató el tema –asunto N° 646/19- fue aprovechado irresponsablemente por la concejal María Eugenia Poumé para expresar una serie de insensateces e inexactitudes lesivas, no solo para la señora de Santamarina, sino también para los concejales (mandato cumplido) que dimos origen a la ordenanza derogada sin fundamento sustentable, tergiversando la historia verdadera.
Se permitió la edil mencionada decir con suficiencia que estaba mal escrito el nombre “Irasusta” (con “S”) y lo modificó por cuenta de ella con “Z” en la ordenanza modificatoria. Consiguiendo con esa torpeza solo rendirle homenaje a “Ana Irazusta”, con “Z”, quien fue, hace unos ochenta años, nada más que una buena mujer dueña de una pensión ubicada en General Paz 945, denominada “Neré Donosti”. Nada tenía que ver con ella la segunda esposa de Ramón Santamarina, madre de doce de sus hijos, quien era, realmente, Ana Irasusta (así, con “S”).
Pero esto no es todo, señor Presidente, en su pretensión de dar cátedra no se dé qué, la mencionada concejal no vaciló en decir, en la misma sesión, que “en tiempo en que las mujeres nos hemos empoderado, es muy bueno que cuando se denomine una mujer se pueda poner su nombre de origen y no se le agregue el apellido de casada, porque me parece que el valor de Ana “Irazusta” trasciende haberse casado con Santamarina.”
Nunca tan mal aplicado este concepto en el caso Santamarina.
Lo cierto es que sacarle el nombre del marido, en este caso, fue seguir el camino del menor esfuerzo –había otros- para solucionar un problema que se dijo de “confusión” de la gente con la avenida Santamarina. Fíjese usted que no es éste el único caso de calles con el mismo nombre. En Tandil tiene triple nominación la calle López y doble las calles Cabral, Carriegos, García, Güiraldes, Martí, Martínez, Moreno, Paso, Rodríguez, Saavedra y Sarmiento, entre otras.
Pero hay algo peor, doctor Frolik. La ordenanza N° 16.727 con las fallas apuntadas, fue aprobada por unanimidad bajo su presidencia, sin que a nadie se le produjera el más mínimo rubor.
Es por ello que estimo pertinente una reparación urgente de la norma mencionada y el reconocimiento público del error como gesto de desagravio a la figura insigne de Ana Irasusta de Santamarina.
Juan Roque Castelnuovo
DNI 5.366.012
Reclaman más puestos para
recargar SUMO en Villa Italia
Señor Director:
Volví a experimentar lo mismo que hace meses atrás. Vivo en el barrio San Juan y tomé el colectivo que me deja en Villa Italia centro para hacer algunas cosas entre las 15 y las 16 horas. Sabía que no iba a tener crédito en la SUMO pero confié que esta vez sí podría cargar. No fue así.
Me recorrí los cuatro puntos de venta de regreso a mi casa. Vicente López entre Ameghino y Dinamarca: cerrado. Quintana entre Ameghino y Pasteur: cerrado. Lavalle entre Beiró y Movediza: cerrado. Luego, en Beiró casi Pujol estaba abierto. Hurra! Digo “sólo a seis cuadras de mi casa estoy, igual cargo”, pero la empleada me dice que no tiene sistema.
Meses atrás, luego de similar episodio (excepto el último lugar al que no había ido pero los tres anteriores sí) me acerqué a las oficinas de SUMO en la calle 9 de Julio en la entrada de la galería y un empleado me informa que “los lugares de carga ya están asignado y no se pueden agregar más. Además ahora se va a poder cargar por celular”.
Esa fue la solución. Cabe destacar que dos kioscos del centro de Villa Italia, tienen abierto de corrido y que, según me lo informaron en persona, solicitaron brindar el servicio y no se los dieron.
En definitiva, la carta va dirigida públicamente a quien corresponda (lamento se por esta vía), para que se entienda que:
1) La zona es muy poblada, con muchos habitantes que usan el transporte público, y que habiendo comercios abiertos no se está garantizando la carga como servicio público.
2) EL hecho de poder en algún momento realizar una carga virtual debería ser una mejora pero no un reemplazo para cubrir ese servicio.
3) Entender que el transporte público, con todas las fallas que tiene, es un servicio para las personas de menos recursos y las cuales no deben maltratarse en su tiempo y salud para poder acceder a la carga.
Tampoco es placentero estar pidiendo que a uno le paguen el colectivo porque no pudo realizar ese trámite.
María Amalia Caselli
DNI 20463445
El precipicio es cada
vez más peligroso
Señor Director:
Villa Gesell era una fiesta para disfrutar en familia. La conocí en tiempos de Don Carlos Geselli y la señora Ehland Irel, Salíamos a cabalgar en familia con la tropilla de Tante Puppi. Disfrutábamos los atardeceres y los amaneceres. Era el lugar de ensueño que nos reconfortaba de los delirios de la ciudad. Y sobre todo llevábamos a nuestros hijos porque era confiable y seguro.
¿Qué ha pasado? Ha cambiado una sociedad. Una sociedad que se volvió agresiva e intolerante. Han cundido los estragos del alcohol, la droga u la perversión. Y sobre todo ha fracasado la educación de nuestros hijos y nietos. Se hace indispensable la presencia del amor al prójimo. Es imperativo que la existencia de los valores se predique con el ejemplo. Y que el ejemplo sea edificante a la calidad humana. Tal como estamos vamos mal y el precipicio es cada vez más peligroso.
De ese modo no habremos de recuperar el control de los frenos inhibitorios, los que hará que todos nos hundamos, Villa Gesell está de luto y el carnaval sobrevuela el grotesco paraíso de la diversión. Mientras tanto, la Argentina, país incorregible, ha renegado una y otra vez del sentido común. Lo ha sustituido por la magia pura, con la que los argentinos nos hemos sentido históricamente cómodos. Así aceptamos de nuestros gobernantes que lo siguiéramos porque no nos iban a “defraudar”, o que el que apuesta al dólar pierde, entre muchas otras afirmaciones mágicas que aceptamos con fe.
Los argentinos somos los únicos responsables de exigir a los políticos que dejen de lado la galera y la varita mágica. Y que nos brinden un acuerdo para darla al país algo que no tuvo: un camino de progreso. Un verdadero acto de magia.
Hugo Perini
DNI 5.314.971
¿Las familias deben mantener a sus mayores?
Señor Director:
Al Gobierno le falta vergüenza para referirse al tema de los jubilados. Sus explicaciones son inconsistentes. Se posterga a unos en aras de otros queriendo implantar un cierto populismo. En época del expresidente Carlos Menem se decía que el dinero recaudado en las privatizaciones se destinaba a financiar las jubilaciones, lo cual era falso. El entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, expresó que las familias debían mantener a sus mayores, pero no tuvo en cuenta a las familias que no tenían para abastecerse ellas mismas ni a los jubilados que directamente no poseían familia.
Por otro lado, ¿es justo tener que vivir de los demás cuando se trabajó toda la vida?
Carlos A. Ferrer
DNI 11.392873
Piden que no superpongan
trámites de supervivencia
Señor Director:
Me enteré que no tengo mi jubilación acreditada en el Banco Ciudad. Entonces voy al Anses y allí dicen que el problema está en el Banco. ¿Qué fue lo que ocurrió si yo hago compra con la tarjeta todos los meses como me indicaron?
Con esta compra estoy dando “fe de vida” como dice la comunicación oficial. Luego me señalaron que además de la compra debo hacer el trámite de supervivencia en el Banco cada seis meses. So jubilada y tengo 88 años. Si bien todavía puedo hacer esos trámites, ¿por qué se lo hacen tan difícil a los jubilados y cada banco tiene modalidades distintas?
Ahora que todo se puede simplificar, como con la compra con la tarjeta, agregan que hay que ir personalmente. En fin, espero que alguien con sentido común pueda hacer algo por nosotros.
Martha Raggi
DNI 6.712.851