Tassara desmintió recortes presupuestarios y cruzó a la FUA por tener “mala memoria”
Tras la información expuesta por la Federación Universitaria Argentina alrededor de ajustes en las partidas destinadas a solventar a las 57 universidades nacionales, el titular del rectorado de la Unicen, Roberto Tassara, contrarrestó estos datos y habló de una jugada política.
Días pasados, la Federación Universitaria Argentina y legisladores opositores, denunciaron públicamente ajustes en el presupuesto asignado a las universidades nacionales, pero el rector de la Universidad Nacional del Centro, Roberto Tassara, desmintió estas versiones y las trató como “declaraciones políticas”.
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La entidad, presidida por el concejal tandilense de Juntos por el Cambio, Bernardo Weber, expuso que la ampliación presupuestaria puesta en discusión en las últimas semanas en el Congreso nacional implicaba un ajuste para el sistema universitario, porque la suma -48 mil millones de pesos- sólo contempla los aumentos que corresponden a las cláusulas gatillo firmadas por el gobierno anterior, que el actual gobierno difirió en el tiempo, y no contiene ninguna actualización de gastos de funcionamiento.
Ante esto, Tassara fue categórico y explicó que las universidades funcionan con una prórroga del presupuesto de los valores originales del 2019. “Lo primero que hay que saber es que hay un Presupuesto 2019 prorrogado como indica la Constitución, porque no sancionó el de 2020. En enero de este año iniciamos el ciclo con fondos iguales a los de 2019”.
Cuando esto ocurre, es necesario que durante el año se hagan refuerzos de partidas para cubrir todas las actualizaciones que surjan. “Si estamos con un presupuesto de enero de 2019 no incluye los aumentos salariales de las paritarias docentes y no docentes, entonces estaríamos totalmente desfinanciados. Si no nos dieran fondos adicionales para cubrir todas esas demandas no llegaríamos ni a septiembre”, detalló.
La mala memoria
En este sentido, desglosó que el Congreso vota globalmente una partida para hacer frente a estos ajustes paritarios y lo que se devengue de costos de funcionamiento.
“La FUA tiene mala memoria, como siempre cuando gobierna un signo contrario al suyo. Es lamentable que hagan esto. El gobierno anterior tenía 6 meses de atraso para abonar las cuotas, ahora hubo un recupero de esos meses en los pagos y los fondos llegan puntualmente”, expuso la autoridad educativa.
Además, ratificó que “es imposible comparar un presupuesto 2019 con uno 2020 porque no existe como tal. Recién al 31 de diciembre se va a poder saber cuáles son los fondos otorgados a las universidades, si lo hacemos ahora es comparar peras con manzanas”.
Por último, transmitió tranquilidad a la comunidad educativa de la casa de estudios regional y aseguró que no habrá ningún tipo de problema en torno al goteo de dinero necesario para garantizar el funcionamiento del sistema.
“Viene más dinero ahora que en 2019, y por si fuera poco, quiero recordar que la gestión anterior desactivó el Programa de Infraestructura Universitaria, que este gobierno reflotó, y que le otorgó a la Unicen 170 millones de pesos para obras edilicias”, concluyó Tassara.
“La universidad pública sigue en pie”
Por su parte, la concejal del Frente de Todos, Daiana Esnaola, estudiante también de la Unicen, se expidió al respecto y se plegó a los dichos del rector.
“Hubo un cambio de gobierno, negociación de la deuda, apareció la pandemia que cambió el eje de las prioridades y no se pudo avanzar con la agenda política como estaba planificada, se prorrogó el presupuesto de 2019, pero decir que los fondos previstos no alcanzan para garantizar el funcionamiento es un disparate”, sentenció la joven.
“La preocupación sobre este posicionamiento es que sale en este momento de incertidumbre, donde la atención está enfocada en preservar la salud, y que salgan después de cuatro años de silencio ante los atropellos a la educación pública, preocupa”, sostuvo.
Esnaola refrendó que se trata de una “jugada política” y que, en los cuatro años anteriores, hubo severos cortes y desfinanciamiento de diferentes estructuras y programas, como las becas Progresar, que brindan recursos económicos a jóvenes estudiantes, cuyo universo de beneficiarios fue drásticamente reducido en 2018.
“Ahora se sigue incrementando el número de becas y se actualizan los montos, lo que dicen poco tiene que ver con la realidad. La universidad pública sigue en pie”, acotó la legisladora.