En Unión y Progreso
Tandil volvió a mostrarse solidario y una multitud bailó zumba por Isidro
En contacto directo con Isidro y la familia, que desde Buenos Aires vivieron todo el evento a través de las redes, se llevó a cabo el evento solidario en las instalaciones de Unión y Progreso. Más de 300 personas compraron su entrada para colaborar con la familia del pequeño guerrero, que sigue evolucionando favorablemente a su trasplante de corazón. "Tandil tiene una comunidad muy solidaria y estamos muy felices de estar hoy celebrando que todo salió de una manera perfecta", señalaron desde la organización.
La solidaridad y la empatía volvieron a bailar juntas de la mano en la ciudad, para colaborar con la familia de Isidro Gastaldi Aladro, el pequeño guerrero tandilense, que hace poco más de un mes recibió el ansiado trasplante de corazón. Las amigas de la familia organizaron el evento, donde más de 300 personas bailaron al ritmo propuesto por más de 15 instructores de zumba, en el salón de Unión y Progreso. “Desde que todo comenzó intentamos sacarles una preocupación a Laura y Sebastián, un apoyo para que se ocupen solo de Isi. Esto se gestó antes del trasplante, por lo que también lo vivimos con una verdadera fiesta”, indicaron las organizadoras.
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La sociedad de Tandil una vez más mostrando su costado solidario, comprando la entrada que, de manera simbólica y de ayuda económica, sirvió para colaborar con todos los gastos que Sebastián y Laura llevan adelante desde hace ya nueve meses. Isidro siguió feliz todo el baile a través de una videollamada, donde pudo ver como cientos de mujeres hacían las coreografías de un grupo de instructores con la mejor de las energías.
“Hace un mes que comenzamos con este evento, anteriormente también organizamos un torneo de footgolf, de hockey, entre otros. Tandil tiene una comunidad solidaria, una sociedad donante”. Señaló Tatiana Marcovecchio, amiga de Laura Aladro, desde hace ya más de dos décadas.
Del evento además de las instructoras de zumba, participaron los latidos provenientes de los tambores de Reketupá, que iniciaron el evento. En el micro estadio de Unión y Progreso se vivió un clima festivo, con mayoría de mujeres que durante más de dos horas bailaron al ritmo del corazón de Isi, que sigue evolucionando favorablemente, con siempre ganas de salir a jugar y sonriéndole a la vida, que le dio una segunda oportunidad.