Tandil vivió una fantasía épica en el torneo de Combate Medieval con los mejores guerreros del país
Una histórica tarde se vivió con duelistas de distintas provincias, que pelearon por un puesto en la Selección Argentina para viajar al mundial en Serbia. Hombres y mujeres compitieron en las distintas categorías para representar al país en la legendarias Battle of the Nations. En la ocasión debutó un tandilense del equipo Centinela de las Sierras, que logró su armadura a raíz de materiales reciclados.
El predio del Jardín de la Paz, junto a la portada del Parque Independencia, se vistió de época ayer para celebrar el combate medieval que dará paso al mundial de ese deporte.
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Este torneo fue el eliminatorio, en el cual los campeones de cada arma, entre varones y mujeres, se clasificaron para combatir en Battle of the Nations, que es el mundial de Historical Medieval Battle (HMB) que se realizará del 2 al 5 de mayo en la Fortaleza de Smederevo, en Serbia. Mientras que hoy se llevará adelante otro encuentro con el mismo formato, aunque menos luchadores, pero será para el mundial de la asociación International Medieval Combat Fighting (Imcf), a realizarse en Ucrania, también en mayo.
Para esta ocasión se acercaron luchadores de Córdoba, Rosario, Mar del Plata, Remedios de Escalada, Vicente López y Capital Federal, además del tandilense que compitió por primera vez. De todos los participantes, resultó un ganador por categoría, que fueron: Espada larga, de 1,50 metros; espada de una mano y escudo heráldico, que es el grande; y espada de una mano y rodera, que son los protectores más chicos. Sobre el final se debatió la categoría profile, que sería como un “vale todo” pero del medioevo.
Ante un público expectante, sorprendido y maravillado, las espadas sonaban intensamente sobre las armaduras. La postal parecía salida de una película, la cima del Parque de fondo, el paisaje tandilense y los choques de metales como banda sonora. En una tarde ideal para el evento, cada duelista aguardaba su turno revisando que todas las partes de su vestimenta estén como corresponde, mientras que los acompañantes y otros aficionados rondaban el área con sus trajes épicos.
Además del predio delimitado para la competencia, el circuito se completó con una feria medieval, que contó con cervecería artesanal, cantina de la colectividad y artesanías relacionadas con la época.
Se trata de una comunidad muy grande a nivel mundial, que en el país también fue creciendo y ganado adeptos, tanto que ya existen unos 23 clubes en las distintas provincias.
Serbia los espera
Aunque el torneo internacional se venía celebrando cada año, a partir de 2019 se determinó que será cada dos. Allí compiten categorías individuales y grupales, que van desde cinco hasta treinta luchadores, pero este año, con motivo de cumplirse la primera década del deporte, sumaron un rubro especial que es de 150 contra 150. “Va a ser una batalla épica muy linda”, describió Federico Herrera de Prado, que si bien es tandilense, vive en Buenos Aires y pertenece al Centro de Entrenamiento de Combate Medieval en Capital Federal. En 2017 fue parte de la Selección Argentina que viajó a competir en Barcelona, España, y además se dedica a coordinar los entrenamientos de Centinelas de las Sierras, el equipo local que se fundó justo hace un año, por lo que viene a su ciudad una vez por mes.
“Quería traer el deporte a Tandil, veo que a la gente le está encantando y ya hay varios que me dijeron que van a venir”, contó, destacando que es una actividad autorizada por el Comité Olímpico Internacional. De hecho contó que ayer hubo tres representantes de Argentina que son los que tienen que rendir las cuentas y ofician como veedores para que las reglamentaciones sean cumplidas.
El debut
Centinelas de las Sierras se fundó hace un año y desde febrero de 2018 viene entrenando en el club Boca. En el torneo de ayer, peleó por primera vez el tandilense Matías Honorato, que aunque no ganó tuvo un muy buen debut. “Peleó contra los mejores del país y estuvo cerquita, estuvo genial”, aseguró Herrera de Prado.
Un dato interesante es que el “primer centinela” hizo su armadura con sus propias manos, a través de materiales reciclados, como calefones y garrafas, mientras que otros complementos fueron conseguidos en herrerías especializadas.
Cabe destacar que las armaduras deben cumplir con un registro histórico, o sea que los participantes no pueden inventar o diseñar sus vestimentas sin un sentido estricto. Las mismas son revisadas y autorizadas, o no, por el Comité de Historicidad de la Federación Argentina de Clubes de Combate Medieval. Lo mismo ocurre con las armas, que son examinadas antes de cada torneo y deben estar sin filo, sin puntas y con un peso y largo correspondiente a cada categoría.
Tal como mencionó el coordinador del equipo local, cada vez hay más gente interesada en este deporte, de hecho este evento ayudó a visibilizarlo para que los tandilenses sepan que acá también lo pueden practicar.