Construirán un biodigestor
Tandil será la primera ciudad del país en generar energía a partir de residuos sin emitir gases
Este jueves, autoridades locales y nacionales se reunieron para compartir los detalles de la planta de separación de residuos y el biodigestor que se construirán con el objeto de producir energía renovable en la ciudad a partir de desechos.
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Se trata de un ambicioso proyecto que requiere una inversión de 9 millones de dólares y que permitirá avanzar en materia de sustentabilidad. Para ello, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) le pagará a la Usina Popular y Municipal 188 dólares el MW de generación de energía limpia, en comparación a los 80 que se paga en promedio.
De este modo, en los próximos meses la firma tandilense suscribirá un contrato con Cammesa a 15 años, que garantiza la rentabilidad de la iniciativa. Desde Tandil, el grupo Usina presentó un proyecto en RenovAR ronda 2, un programa de abastecimiento de energía eléctrica a partir de fuentes renovables y la idea resultó favorecida con la licitación, que asegura la compra de los MW por hora que se produzcan bajo estos parámetros. El programa incluye un universo de 98 proyectos, adjudicados en 19 provincias.
Para poder generar este tipo de energía limpia y comercializarla, la Usina debe contar con la infraestructura necesaria, que será pionera en el país. En este marco, la empresa de capitales mixtos construirá una planta de separación de residuos y un biodigestor en el terreno adquirido por el Municipio –ubicado en inmediaciones del relleno sanitario-, a través de una ordenanza que se dio en el marco del nuevo esquema de tratamiento de residuos planteado por la comuna.
Una gran idea
La presentación de la propuesta fue encabezada por el intendente Miguel Lunghi; el titular de la Usina, Matías Civale, y el secretario del directorio, Javier Viera; el diputado nacional Rogelio Iparraguirre; el presidente de la Cámara Empresaria de Tandil, Agustín Usandizaga; y el presidente del bloque legislativo de Juntos, Mario Civalleri.
Al respecto, Civale expuso que en principio estiman un plazo de construcción de las mencionadas plantas de 13 meses, aunque disponen de tres años para desarrollar las obras necesarias.
El germen de la idea surgió hace cuatro años e involucró a una gran cantidad de actores. La compañía Mercados Renovables fue artífice de la iniciativa con el aporte de los estudios de ingeniería, junto a la gerencia técnica de la Usina.
El proyecto mutó hasta llegar a la actualidad, con la premisa de dejar de enterrar los residuos porque sí y generar valor. De las tecnologías disponibles en el mundo, la del biodigestor era la que cerraba mejor para Tandil, por su mínimo impacto ambiental (produce biogás de manera anaeróbica) y su influencia en la economía circular.
Además, explicó que la planta de biogás no sólo procesará residuos sólidos domiciliarios, sino también desechos industriales en un radio de 10 kilómetros, sobre todo de las fábricas de chacinados.
En consecuencia, la propuesta contempla una mirada integral de la matriz energética porque no sólo es amigable con el medioambiente, sino que también tiene a favor la cercanía con la Estación Transformadora II de la Usina para inyectar la electricidad producida y también puede generar subproductos como biofertilizantes.
Ahora, con el respaldo de Nación en términos económicos, resultará más fácil para la la compañía local atraer inversiones que ayuden a financiar la infraestructura. No obstante, la Usina planifica tomar crédito para ser parte del desembolso de recursos. En esta dirección, Civale aclaró que a través del diputado Iparraguirre están en tratativas con el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) para obtener amparo crediticio.
“Integralmente cierra por todos lados y también queremos invitar a los empresarios locales a que sean parte, porque esto está pensado desde Tandil y para Tandil”, señaló.
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Sin grieta
A su turno, Rogelio Iparraguirre, quien días atrás mantuvo un encuentro por este tema con el ministro y precandidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, destacó el orgullo por el proyecto y las gestiones de la Usina.
Por su lado, sostuvo que “Renovar 2 busca generar energía limpia de baja escala y acercarla a zonas pobladas, porque el gran problema es el sistema de transporte. Si bien estamos en condiciones de generar mucha energía en la Patagonia y el Norte, no hay transporte”.
A la par, enfatizó que “no hay que perder el control del proyecto” y reparó en la importancia de que la Usina pueda financiarse en condiciones favorables para poder invertir junto a las grandes empresas en aras de que la ciudad tenga una aprte del paquete accionario final.
“Después de un proceso largo de debate, Tandil puede pasar a un esquema virtuoso de separación de residuos”, remarcó en torno a la normativa vigente, que implica nuevos sistemas de tratamiento de los desechos y el avance gradual en la contenerización de la recolección.
Por último, el intendente Lunghi celebró los avances en el importante proyecto y aseguró que “una vez más los tandilenses estamos siendo pioneros. Este proyecto tiene algunas características que lo hacen único en el país. Estamos dando un gran paso en materia medioambiental, pero también encontrando una solución eficiente ala tratamiento de los residuos, con la generación de energía como primer paso, en un proceso que podrá incluir muchas más opciones. Actualmente se avanza con la generación de electricidad y como segunda paso el patentamiento de un fertilizante orgánico, aunque los especialistas que vienen trabajando nos han explicado, que con esta planta se podrá trabajar en un muchos otros proyectos”.
“Nos llena de alegría y orgullo ver cómo avanza este proyecto, que cuando se concrete, marcará un hito en el desarrollo de Tandil. Es importante resaltar que en nuestra ciudad no tenemos grieta, y somos capaces de reunirnos y construir a partir de los consensos, dejando de lado las diferencias y pensando en lo mejor para la ciudad y los tandilenses”, aseguró.
El proyecto
Martín Pagliaro, ingeniero químico y uno de los responsables del proyecto junto a su colega Andrea Mengochea, explicó que "la tecnología TMB, Tratamiento Mecánico Biológico, consiste en una primera fase que es mecánica y una segunda que es biológica. En la primera fase mecánica se reciben todos los residuos que son colectados normalmente, y en esa primera fase mecánica se separan los distintos componentes de estos residuos. La parte orgánica de esos residuos, es la fracción que se destina a la segunda fase biológica”.
Así, en la fase biológica se produce una fermentación de todo el material orgánico, y se le adiciona agua y otros componentes. También puede servir la codigestión concurrente de otros residuos, por ejemplo, suero de la industria lechera o de la industria pecuaria, para tener el material justo para transformarlo energéticamente dentro de un reactor, o como se lo conoce comúnmente, biodigestor. En esa fase se genera un gas, que se denomina biogás, que tiene el suficiente poder calorífico como para conducirlo a un grupo electrógeno y generar energía eléctrica.
Además, el profesional ponderó que “este proyecto significa que Tandil está en la senda de la transformación energética y medioambiental, porque se está brindando la posibilidad no solamente de la transformación de los destinos de los residuos de la comunidad, sino también de todos los residuos que genera la industria pecuaria tandilense”.