Tandil, entre las ciudades con mejor calidad de vida del país
Un desarrollo de científicos del Conicet que trabajan en la Unicen. Mide parámetros socioeconómicos y ambientales por provincias, ciudades y hasta barrios. Dónde se vive mejor y peor en la Argentina
Guillermo Velázquez, investigador superior del Conicet en el Instituto de Geografía Historia y Ciencias Sociales (Igehcs, Conicet-Unicen), fue entrevistado por el diario Clarín donde se publicó un informe que hace a la calidad de vida de los argentinos y, en dicha aplicación se observa qué zona geográficas, provincias, ciudades, se vive mejor según los parámetros utilizados por un grupo de científicos, tras más de 20 años de investigación.
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Se trata de un mapa interactivo que abarca todo el territorio nacional. Al hacer zoom sobre una parte del plano, permite conocer la situación urbana de los argentinos en las más de 52.408 unidades geográficas censales -en cada una hay unos mil habitantes- en las que se divide el país. (ver icv.conicet.gov.ar/)
“La calidad de vida es un concepto relacionado con el bienestar de las personas. En ese sentido, depende de ciertas bases materiales, pero está lejos de reducirse a ellas. Para construir estos índices hemos procurado reflejar las características socioeconómicas y ambientales valoradas por las personas como determinantes de su prosperidad”, explicó el investigador de la Unicen al diario capitalino.
“Desde hace más de veinte años estudiamos de esta forma la calidad de vida en el país. Comenzamos analizando las diferencias en la ciudad de Tandil, luego nos extendimos a la provincia de Buenos Aires, a la región pampeana y de allí, a todo al resto del territorio. En cada etapa fuimos ajustando los instrumentos de análisis y comprobando los resultados en los lugares estudiados. A medida que expandimos el área, para asegurar la cobertura del país nos fue necesario contar con la colaboración de integrantes de otros centros de estudios”, detalló Velázquez.
Los colores del mapa reflejan la situación en que se divide el ICV en las diferentes provincias. En rojo, el 10 por ciento de las unidades con peor calidad de vida; en ocre y verde claro, situaciones intermedias; en verde oscuro el 10% con mejor calidad de vida.
“El desarrollo de este software significó para nosotros un enorme desafío desde el punto de vista informático, dado que implica que en tiempo real se transfieran, a través de la red, una cantidad de datos y se permita, a su vez, un número y un tipo de operaciones -con alto grado de precisión y detalle- poco frecuentes en aplicaciones de mapeo por Internet”, manifestó Alejandro Zunino, del Instituto Superior de Ingeniería de Software Tandil (Isistan).
La interacción con la aplicación permite descubrir que hay provincias o regiones en las que, bajo una primera instancia, parecería que el ICV es bastante homogéneo. Pero al agrandar la malla geográfica se observan zonas dentro de esas áreas cuya realidad -en términos de calidad de vida- contrasta con la situación general que las rodea. Detalle que también se observa sobre Tandil.
Así, uno puede encontrar en sectores céntricos de algunas ciudades localizadas en regiones pauperizadas que tienen grandes diferencias. Y viendo aún más en detalle, la disparidad entre los barrios de emergencia y los countries que se encuentran a pocos kilómetros de distancia. “Para definir qué tan bien vive la gente que reside en un área determinada tomamos dos grandes grupos de indicadores: los socioeconómicos, que representan el 60 por ciento; y los ambientales que aportan el 40 por ciento restante”, añadió Velázquez.
Indicadores
Dentro de los indicadores económicos, con un porcentaje de 20 por ciento en cada uno, se reparten la educación, la salud y la vivienda. A su vez, cada uno contiene otras clasificaciones como tasa de mortalidad infantil, población sin obra social, sin inodoro y hogares hacinados.
“Mientras en 1980 podría haberse considerado un logro haber completado la escuela primaria y en 2001 tener el título secundario, en la actualidad, lo importante es haber terminado la universidad. Por eso, tomamos en estos momentos como la peor posición de la variable la primaria incompleta y como la mejor, el título académico”, expone Velázquez.
Los ambientales comprenden los recursos recreativos (playas, balnearios, centros termales, nieve/hielo, cursos de agua, parques y espacios verdes, centros culturales, comerciales, de esparcimiento y deportivos) y problemas ambientales (uso de plaguicidas en agricultura, industria y minería, contaminación/ ruido/congestionamiento, inseguridad, asentamientos precarios, basurales, sismicidad y vulcanismo, tornados, inundabilidad, disconfort climático).
La calidad de vida desde una perspectiva geográfica se puede calcular para el presente, pero también se puede proyectar hacia atrás.
“En este sentido, los datos que aporta el sistema estadístico nacional, principalmente a través de los censos, son fundamentales para nuestro trabajo, así como también las estadísticas vitales del Ministerio de Salud de la Nación. Pero para armar los mapas también nos valemos de relevamientos propios, muchos de ellos en terreno”, asegura el geógrafo.