Los arreglos en la Terminal no progresan y aún no se firmó el convenio con Nación para remodelarla

Aún en plena temporada, la infraestructura de la Terminal no ha demostrado grandes avances en los últimos tiempos, en el marco del plan de obras de la concesión asumida en 2020. Tampoco hay novedades acerca de las inversiones de Nación para remodelar el tradicional espacio, que es para muchos visitantes la “cara” de bienvenida a la ciudad.

Al respecto, en agosto del año pasado, el Ministerio de Transporte de la Nación aprobó  la obra de remodelación y puesta en valor integral de la Terminal de Ómnibus de Tandil, con una inversión total de 170 millones de pesos. 

El desembolso de recursos se enmarca dentro del Plan Estratégico de Construcción y Remodelación de Terminales de Ómnibus con alcance a todo el país y se aguardaba, en ese entonces, la firma del convenio luego de las elecciones primarias, que se celebraron el 12 de septiembre. Pero esto nunca sucedió.

Fuentes de la Secretaría de Obras Públicas local le informaron a El Eco de Tandil que se giró toda la documentación correspondiente para suscribir el convenio y poder efectuar el llamado a licitación, pero que no han obtenido respuestas en estos meses.

El movimiento más reciente en torno al tema fue un mail avisando que había cambiado parte de la estructura ministerial  y que como responsable del proyecto había otra persona. 

“Tenemos todo listo para salir a licitar e iniciar las obras, pero estamos esperando que nos envíen el acuerdo, porque supuestamente ya analizaron todo”, indicaron desde la comuna. 

La remodelación

El espacio, que cumple 50 años, será revalorizado a partir de un proyecto del Municipio que se financiará con los mencionados fondos nacionales. En esta línea, se excluyeron del programa los arreglos que corresponden al concesionario, que seguirá adelante con el cronograma de obra establecido en el contrato de explotación. 

Vale reseñar que en enero de 2020 se rubricó el contrato de concesión entre una empresa privada y el Ejecutivo, que tiene una validez de cinco años y contempla un organigrama de obras por etapas, elaborado en base al proyecto macro de puesta en valor del espacio. 

Así, la propuesta en cuestión prevé una remodelación integral, con nuevos espacios dentro de uno de los edificios más emblemáticos de Tandil. De este modo, se pensó la nueva Terminal en base a reformas y reestructuraciones, como los acondicionamientos de la sala de espera, sanitarios y boleterías, y un cerramiento exterior, con un acceso principal actualizado, con materiales y tecnología moderna, entre otras modificaciones.  

Los arreglos del privado 

En 2020, en medio de la pandemia, la actividad de los micros de larga distancia estuvo parada desde marzo hasta diciembre, situación que repercutió en los ingresos económicos del lugar y obligó a algunas modificaciones del cronograma, pero posibilitó el avance de algunas tareas, debido al escaso público que circulaba por allí durante ese tiempo. 

En el tiempo que lleva la refacción del sitio en manos del concesionario, Luis González, se efectuaron cambios en las instalaciones, pero últimamente no hubo movimientos en esta dirección.

En tal sentido, en su momento se reemplazaron algunos paneles de vidrio de la fachada, se rotaron las boleterías para que quedaran de cara a las plataformas de micros, se reubicó el kiosco -que quedó en la entrada sobre la derecha-, en el ala izquierda se emplazó la oficina de informes y un servicio de taxis, se reacondicionaron los locales interiores, se reformó por completo la confitería, se refaccionaron los baños y se colocaron nuevas luminarias LED en algunos sectores. 

Pero a simple vista es posible observar que, según lo previsto en el diagrama para esta altura, falta cambiar el mobiliario interior y la señalética, y por este motivo el corredor central luce descuidado. 

El espacio del ala izquierda que mira hacia el frente, es decir, donde antes estaban las boleterías, permanece ocioso. Tampoco se ha colocado la puerta automática prometida desde hace meses. De hecho, ni siquiera hay puerta de entrada porque se sacaron las de rebatimiento, y el “jardín flotante” de la entrada se ve pobre y deslucido.  

El esquema acordado prevé diferentes inversiones y cambios -algunos muy costosos-durante los cinco años de vigencia del contrato, que sin dudas deberá ser readecuado y puesto en sintonía con las obras que se realicen con los recursos de Nación.