Se quedó sin trabajo por la pandemia, volvió a Tandil y el destino lo llevó a Abu Dabi
La vida del profesor de Educación Física Agustín Piñeyro tuvo un punto de inflexión durante el aislamiento por Covid, cuando se quedó sin trabajo en La Plata y volvió a su Tandil natal. Desde la ciudad aplicó para trabajar en los Emiratos Árabes y lo llamaron para una entrevista. Viajó sin saber con qué se encontraría y hace más de tres años que reside en Medio Oriente, donde le abrieron las puertas y lo ayudaron a crecer. Aunque por ahora se piensa allá, señaló: "A Tandil lo veo bien y ojalá en el futuro pueda llegar a volver".

Agustín Piñeyro tiene 29 años, es profesor de Educación Física y trabaja como entrenador de la escuela de policía de Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos. Tandilense de nacimiento y crianza, es hijo de la reconocida diseñadora local Celeste de Araujo y la vida lo llevó por caminos insospechados, aunque todo salió mejor de lo que esperaba.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDesde ese país de Medio Oriente, donde vive desde hace más de tres años, Agustín habló con El Eco de Tandil y contó su experiencia lejos de casa, en un país petrolero con influencias del Islam, fuertemente globalizado y próspero, que le abrió las puertas de par en par.
-¿Cómo llegaste a Abu Dabi, que a priori parece un destino inusual para un argentino?
-Tendría que irme varios años atrás, a la pandemia, porque me parece que fue el detonante que le cambió la vida a más de una persona, y creo que fue el que me lo cambió a mí también. Estaba estudiando el último año de profesorado en Educación Física en la Universidad Nacional de La Plata, viviendo con mi hermano y nos agarró la pandemia ahí. Nos quedamos sin trabajo, mi hermano trabajaba de chef en un hotel y yo trabajaba en tres gimnasios mientras estudiaba al mismo tiempo. Todos los gimnasios cerraron, el hotel terminó cerrando porque se cancelaron los viajes y demás, entonces nos la rebuscamos como pudimos por cierto tiempo, pero la pandemia se extendía y terminó siendo larguísima. Nos volvimos a Tandil porque nos habíamos quedado sin recursos para poder mantenernos en La Plata, al estar sin trabajo mi mamá nos ayudaba desde Tandil con lo que ella podía y terminamos yéndonos de nuevo para para Tandil.