¨Se puede parir vaginalmente después de una cesárea¨, el relato en primera persona del deseo de muchas madres
Emilia tuvo a su primer hijo mediante intervención quirúrgica. Desde ese momento supo que si tenía un próximo embarazo lo haría por parto vaginal. Así llegó Francisca, naturalmente y en cuarentena. ¨Porque lo deseaba, me informé, vi mujeres que pudieron y por profesionales que me acompañaron¨, dijo la mamá.
Parir y nacer son dos procesos biológicos que necesitan, principalmente, de un ambiente adecuado, relajado y respetado. Mucho tiempo se ha considerado que las mujeres que habían tenido a su bebé por cesárea no podrían acceder luego, en un próximo embarazo, a un parto vaginal.
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Sin embargo, y afortunadamente, dichas norma ha cambiado y cada vez más madres, parteras y obstetras transitan este camino hacia el parto natural sin temores.
En la Semana Mundial del Parto Respetado, cabe recordar que son extensamente conocidos los beneficios del parto vaginal, ya que contemplan menos estadía en el hospital y recuperación más rápida; menor tasa de complicaciones relacionadas al parto por cesárea, como infecciones de herida quirúrgica, sangrados, lesión de órganos vecinos; y menor tasa de problemas respiratorios neonatales, entre algunos de ellos.
Son cada vez más las parturientas que hacen respetar esa decisión, siempre y cuando no haya ningún impedimento médico, y logran dar a luz a su bebé sin intervenciones quirúrgicas. En este sentido, Emilia Lago, médica generalista formada en Neuquén que vive hace un año y medio en Tandil, compartió su experiencia.
Su primer hijo nació en Neuquén, ella estaba haciendo la residencia de Medicina General y se atendió en el Hospital porque conocía a los profesionales y eso le daba mas confianza.
¨Rompí bolsa a las 37 semanas y quedé internada. Esa noche empecé espontáneamente con el trabajo de parto, llegué a dilatación completa, pero después de una hora y media de pujar, pasamos a cesárea¨, recordó.
Su bebé, Santi, estaba mal encajado y por eso no lograba bajar. Según contó, la cesárea salió bien y la recuperación fue muy buena. Y a pesar de que todos los especialistas le aseguraron que eso había sido lo correcto, ella se quedó con las ganas de tener un parto vaginal. ¨Se que una no es menos madre por tener cesárea, pero estaba decidida que si tenía otro hijo, quería intentar tener un parto¨, aseguró.
En busca de que su decisión sea respetada
El tiempo pasó y se mudaron a Tandil, acá se contactó con otras mamás, empezó a buscar un grupo de pertenencia y así, entre la iglesia, la familia y un grupo de crianza en espacio ¨Anidando¨ fue conociendo otras madres, otras historias.
Contó que entonces, aún sin estar embarazada empezó a preguntar a quién le recomendaban si quería intentar tener un parto vaginal con una cesárea previa. ¨Siendo trabajadora de salud se que no es fácil de encontrar¨, sostuvo.
¨Por mi trabajo en el hospital de Neuquén sabia que la mayoría de las mujeres que tienen una cesárea pueden tener después un parto, vi parir a muchas que habían tenido su primer hijo así, pero se también que el sistema privado se maneja distinto y que hay profesionales e instituciones que tienen otros intereses mas que el bienestar del paciente¨, dijo Emilia con conocimiento y determinación.
En este sentido, consideró que hoy en día la medicina puede llegar a ser un ¨muy buen negocio; un negocio que esta centrado en el profesional y en la enfermedad, no en el paciente y su salud.¨
En fin, pasó mucho tiempo averiguando y preguntando y todas recomendaban a Tomás Guanella. Así que cuando quedó embarazada no dudó en sacar turno con él. ¨Si no me gustaba siempre podría consultar a otro¨, pensó en ese momento.
¨Ya desde la primera consulta me dijo que podía tener un parto con cesárea anterior, también me dijo que no había forma de que mi primer hijo hubiera salido si estaba encajado de frente, lo cual me tranquilizó, aunque ya me lo habían dicho muchas veces¨, reveló.
Empezar con el trabajo de parto
Pasaron los meses y con ellos el embarazo transcurrió bien, con todos los estudios normales, de acuerdo a su propio relato.
Un día antes de cumplir las 39 semanas, Emilia tenia examen con el obstetra. Esa mañana tuvo algunas contracciones pero no eran muy fuertes. ¨Ya el doctor me había avisado que en ese control me iba a hacer un tacto, pero cuando me revisó ya estaba con cuatro centímetros de dilatación¨, indicó.
Como las contracciones seguían sin ser fuertes, le dijo que vaya a su casa y si empezaba con algunas más fuertes y regulares por mas de una hora, se dirigiera al Sanatorio. Eso justamente ocurrió ni bien llegó a su hogar, esperó por dos horas y se dirigió al centro de salud.
Cuando ingresó la revisó la licenciada en Obstetricia y ya estaba con ocho centímetros de dilatación, las contracciones eran cada vez mas fuertes. ¨Por primera vez tuve miedo y temí no poder parir a mi hija. Gracias a Dios estaba mi compañero conmigo dándome animo. No pasó mucho tiempo hasta que me llevaran a la sala de partos¨, reconoció.
Llegar al parto vaginal
¨Mi marido estaba conmigo. Me explicaron lo que había que hacer, aunque yo ya lo sabía. En ese momento estas como en otra dimensión, como que una parte de tu cerebro se apaga y te guías solo por el instinto, tus impulsos¨, mencionó evocando aquel momento tan ansiado.
Recordó, también que es muy importante estar bien acompañada y sentirse segura para poder dar lugar a la fuerza del nacimiento. No querés que nada te moleste. Necesitas contención, tranquilidad y seguridad. ¨Yo la tuve, en mi marido y en los profesionales que me acompañaron¨, manifestó con gratitud.
Aunque no sabe exactamente después de cuanto tiempo, aunque aseguró que no fue mucho, , como su papá y su hermano, que la conoció cuando volvieron a casa porque por la cuarentena no se permitían visitas y eso le pareció perfectamente razonable.
¨Creo que pude tener mi parto vaginal después de cesárea no tanto porque confiaba en que yo iba a poder, sino porque vi que muchas otras mujeres pudieron, porque lo deseaba intensamente, porque me informé y tuve acceso a la información, y porque encontré profesionales que me acompañaron¨, concluyó, mientras puede ver a Francisca y Santi con ella.