Se incorporó la agricultura familiar al Código Alimentario pero en Tandil no crea grandes modificaciones
La Comisión Nacional de Alimentos incorporó las condiciones de habilitación para establecimientos que elaboran y/o comercializan alimentos. El artículo amplía las posibilidades a los pequeños productores, aunque no significa que podrán producir en las cocinas de sus casas. Desde Bromatología local ya venían trabajando bajo esas condiciones, por lo que no les genera fuertes diferencias.
A través de la Resolución conjunta 13/2018, la Comisión Nacional de Alimentos (Conal) incorporó al Código Alimentario Argentino (CAA) las condiciones de habilitación de los establecimientos de la agricultura familiar que elaboran y/o comercializan alimentos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa medida fue impulsada por las secretarías de Regulación y Gestión Sanitaria del Ministerio de Salud y Desarrollo Social y de Alimentos y Bioeconomía de la Secretaría de Gobierno de Agroindustria, que incorporó el artículo 154 quater al CAA.
“Básicamente lo que hace es ampliar un poco las posibilidades de elaboración de alimentos para los pequeños productores, que son aquellos que tienen producciones a menor escala”, explicó el director de Bromatología, Federico Sánchez Chopa.
La Conal aprobó las directrices vinculadas a la nueva norma a fin de favorecer la comprensión, tanto de los caminos administrativos para alcanzar los registros de establecimientos y productos que otorgan las provincias, así como las definiciones de buenas prácticas, procesos de elaboración de bajo riesgo y demás conceptos, según dieron a conocer desde Agroindustria.
Asimismo, esta medida permitirá también la generación de un material educativo de difusión para productores de la agricultura familiar.
A partir de esta norma, se exigirá que los pequeños establecimientos que fraccionen, envasen, almacenen y comercialicen alimentos (y que por su volumen de producción operen anexos, o no, a domicilios particulares) cuenten con entrada independiente y un ambiente exclusivo para la elaboración de los alimentos, mientras que podrán estar exceptuados de la obligación de contar con sanitarios separados para ambos sexos, 15 metros cúbicos por operario y cerco perimetral exclusivo.
“Es por demás interesante, ya que antes no estaban contemplados estos pequeños agricultores en ese sentido dentro del Código Alimentario Argentino. De todas maneras nosotros ya lo veníamos trabajando y era un concepto que se podía desprender de la ley madre para entender el hecho de que es necesario tener una sala de elaboración diferente a lo que es la cocina propia”, explicó Sánchez Chopa.
La implicancia
En el contexto del anuncio, la coordinadora de Agricultura Familiar del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Lucía González Espinoza, sostuvo que la propuesta, además de fortalecer al Sistema Nacional de Control de Alimentos, permitirá formalizar el agregado de valor a la producción regional.
En consonancia, el titular de Bromatología, contó que antes estaba definido otro artículo que hablaba de aquellas personas que querían elaborar en sus propios domicilios podían hacerlos hasta una cantidad de doce viandas diarias. “Esta era una manera que nosotros teníamos como para poder adecuar las necesidades que tenía la gente de Tandil que tenía esta modalidad como salida laboral”, dijo.
Ahora, este nuevo agregado significa que cualquier agricultor familiar tenga la posibilidad de hacer distintos alimentos en su domicilio, pero no lo puede hacer en su propia cocina. Es muy importante destacar que la autoridad sanitaria competente, en este caso Bromatología local, para habilitar este tipo de cocinas tiene que tener la potestad de clausurar una cocina en caso de que no cumpla con las normas necesarias para la elaboración de alimentos y que genere inocuidad en el consumo de esa comida.
“Entonces, no es que ahora cualquiera puede preparar cualquier cosa en el mismo lugar donde cocina para su familia, ya que este espacio no puede ser clausurado, por lo tanto tampoco puede ser habilitado”, advirtió. Sino que especificó que aquellos pequeños productores que quieran elaborar en su domicilio, tienen que disponer de un cuarto en particular con ciertas características a cumplimentar como friso sanitario, que el techo sea ignífugo y otras cuestiones básicas que dependen del tipo de alimento que produzcan.
Por último, Sánchez Chopa destacó que en Tandil no les genera grandes modificaciones, porque van a trabajar como ya lo venían haciendo.