Alquileres
En la ciudad, cada inmobiliaria tiene alrededor de 30 inquilinos en lista de espera
El presidente del Centro de Martilleros de Tandil (Cemart), Enrique Alewaerts, aseguró que “cada oficina debe tener una lista de espera de 30 inquilinos, en promedio”. Y señaló que, pese a los cambios recientes en la legislación, “la situación sigue siendo muy compleja y no le vemos una salida inmediata” a la problemática.
En Tandil, cada inmobiliaria tiene un promedio de 30 inquilinos en lista de espera para alquilar una propiedad.
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El dato lo aportó el presidente del Centro de Martilleros de Tandil (Cemart), Enrique Alewaerts, quien ayer por la mañana aseguró que “cada oficina debe tener una lista de espera de 30 inquilinos en promedio”.
Consultado por “El Resumen” de El Eco Multimedios, Alewaerts dijo además que desde su sector no tienen realizada una medición de cuántas viviendas faltan para poner en alquiler en la ciudad.
Los dichos del representante de Cemart van en sintonía con las declaraciones de cientos de habitantes que día a día se enfrentan a esta situación, en la que la falta de propiedades dispuestas para el alquiler se combina con los costos monetarios para ingresar que implica el cumplimiento de otros requisitos que encarecen -o hacen imposible- el acceso a la vivienda.
La red Cemart está compuesta por 118 inmobiliarias.
Los cambios centrales
La falta de propiedades para alquilar es una problemática general, que se observa en varios centros urbanos del país. En Tandil esta carencia se acentúa porque, debido a que se trata de una ciudad turística, muchas casas, departamentos y dúplex que estaban destinados al alquiler permanente pasaron a estar disponibles para la renta temporaria, a disposición de los eventuales visitantes.
“En los últimos dos años, 410 propiedades que estaban en alquiler mensual se fueron para el turismo”, reconoció semanas atrás el revisor de cuentas de Cemart, Antonio Comiso, ante una consulta de El Eco de Tandil. “Y no van a volver”, agregó.
En un intento de paliar en algo esta problemática que ya lleva varios años, el Congreso de la Nación introdujo semanas atrás algunas modificaciones en la Ley de Alquileres que había sido sancionada en junio de 2020 y que fue criticada tanto por propietarios e inmobiliarias como por inquilinos.
Los cambios centrales -que ya entraron en vigencia gracias a la reglamentación de la norma- están vinculados a la actualización de los valores a pagar por el inquilino, que a partir de ahora estarán regidos por el coeficiente Casa Propia en lugar del Índice de Contrato de Locación (ICL) del Banco Central, y con que los aumentos contractuales pasarán de ser anuales a semestrales.
Así y todo -consideró Alewaerts- “creemos que va a ser difícil” que el mercado se recupere en el corto plazo, algo que atribuyó “a la inflación” que aqueja al país.
“Siguen aumentando los valores de alquiler cuando empieza un contrato, así que todavía lo vemos muy complicado”, dijo el titular de la Cemart.
“Para las familias que no encuentran vivienda, realmente está muy complicado; se tienen que acomodar entre la familia, la situación sigue siendo muy compleja y no le vemos una salida inmediata”, se lamentó.
Y confió en que “hay que ver qué pasa después de las elecciones y cómo se reorganiza todo esto”.
Suba anual del 120%
Sobre la recepción por parte de los inquilinos de la nueva reglamentación, Alewaerts señaló que “vieron con buenos ojos que el ajuste sea semestral y no anual”.
“Al índice lo tomaron muy bien porque es menor al que se venía aplicando”, continuó el presidente de la Cemart. El propietario, en cambio, “está expectante, pero la verdad es que no se ven cambios significativos de que haya más oferta de alquiler”, reconoció.
Pese a las modificaciones introducidas, los contratos entre las partes continuarán teniendo una vigencia de tres años. De esta manera, los inquilinos que arrendaron en el marco de la legislación anterior -por ahora la enorme mayoría- tendrán por estos días una actualización del valor del inmueble estimada en más del 100% anual.
“La última es de cerca del 120%”, precisó Alewaerts, y consideró que se trata de “un golpe al bolsillo”.
“Este índice que se va a aplicar con la nueva normativa es, por lo menos, escalonado y va a ser menos impactante para el inquilino”, aseguró.