Se concretó el primer tratamiento con plasma de pacientes recuperados en la Nueva Clínica Chacabuco
El receptor fue un paciente de 76 años con EPOC que permanece internado en el centro privado. Toleró satisfactoriamente la transfusión y evoluciona favorablemente. Se busca que haya más cantidad de donantes para suplir las necesidades del sistema.
Hace unos días se concretó a nivel local el primer tratamiento con plasma de pacientes recuperados. El receptor fue un hombre de 76 años Covid-19 positivo, con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), internado en la sala de terapia intensiva de la Clínica Chacabuco, que evoluciona favorablemente tras recibir la transfusión.
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La médica infectóloga Florencia Bruggesser, directora de la institución, en diálogo con el programa radial “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM) dio detalles del tema y explicó que el cuadro del paciente era bueno, pero hace unos días presentó complicaciones que hicieron que lo tuvieran que derivar a la unidad de cuidados intensivos.
“Desarrolló una arritmia que no tenía previamente, registró una progresión de infiltrados pulmonares, entre otras cosas, y como cumplía con los criterios para la administración de plasma, hicimos la solicitud al centro que nos provee los hemoderivados y antes de las 24 horas lo tuvimos listo para administrarlo”, indicó.
La especialista también puntualizó que el protocolo para el uso de plasma establece que debe aplicarse en casos severos con requerimiento de oxígeno, progresión de infiltrados pulmonares o asistencia respiratoria mecánica. También en cuadros leves o moderados con factores de riesgo como el mencionado EPOC, enfermedades cardiovasculares y otras patologías, que hagan pensar a los profesionales que el estado de salud del paciente puede complicarse.
De acuerdo a los expuesto, el hombre toleró la inyección de plasma y no tuvo complicaciones hasta el momento. De hecho, como no tenía requerimiento de oxígeno ni cuadro febril, lo trasladaron ayer al mediodía a una habitación común. Además, le practicarán un nuevo hisopado para verificar si su cuadro vital se negativizó o no.
Según afirmó, no se pudo establecer la huella de contagio y sostuvo que “este paciente había estado internado previamente, tenía consultas en sistema de salud, también había un nexo familiar medio lejano con otro caso, pero no pudimos confirmarlo”.
El plasma y sus características
Para contextualizar el tema, vale reseñar que el plasma es el suero o porción líquida que queda después de que se hayan removido los glóbulos rojos, las plaquetas y otros componentes celulares de la sangre. Cuando una persona tiene una infección, su organismo reacciona creando anticuerpos para defenderse. Una vez que se recupera, esos anticuerpos quedan almacenados en el plasma durante semanas o incluso años. La terapia de transfusión de plasma convaleciente se basa en que el enfermo reciba los anticuerpos que ya vencieron al virus en otra persona. Por cada donante se realizan hasta cuatro transfusiones a personas infectadas con coronavirus.
Battistelli explicó que “los donantes potenciales son todas las personas recuperadas que no hayan tenido síntomas en los 14 días previos. Las restricciones son las mismas que para la donación de sangre y, más específicamente, se agrega que no hayan pasado la enfermedad en terapia intensiva ni con problemas respiratorios graves”.
El plasma de un donante promedio puede ayudar hasta tres pacientes y las mejoras son muy evidentes en la mayoría de los casos. “Se puede donar dos veces por semana hasta tres semanas seguidas, luego ya se debe tomar un descanso”. En vistas del crecimiento de casos y también de potenciales donantes, el Municipio evalúa la implementación de un mecanismo para intervenir en los traslados de ida y vuelta cuando ello sea necesario.
Falta de donantes
Laura Verónica Bellini y su hijo Facundo Ferreyra, los pacientes 3 y 4 diagnosticados en abril, se recuperaron y decidieron promover la donación de plasma para ayudar a otras personas. Ellos contaron su historia en la edición de El Eco de Tandil del 4 de agosto y recientemente se reunieron en el Concejo Deliberante con los concejales Luciano Grasso, María Haydeé Condino y Andrés Mestralet. El encuentro pretendió amplificar la historia de Laura y acompañarla en su cruzada: que las personas recuperadas se conviertan en donantes de plasma para ayudar a los enfermos que lo necesiten.
Laura aún no puede donar porque su sistema inmunológico quedó débil, pero hace veinte días acompañó a Facundo, su novia y su cuñada, a efectivizar la donación a la ciudad balnearia.
No obstante, aseguró que hay pocos donantes y cree que se debe a lo mal que pasan la enfermedad, no por la afección en sí sino porque el daño psicológico de la persecución y la hostilidad de otras personas. Muchos de los recuperados no quieren ni oír hablar de coronavirus por las secuelas del acoso inclemente que sufrieron. “No quieren saber más nada. No tienen voluntad de donar”, sentenció la mujer.
Y expresó que “no es tiempo de buscar culpables ni de acusar, ni de criticar y menos de asustarse. Es momento de estar tranquilos y de apoyar a las personas que están enfermas. Hay que dejar actuar a los profesionales de la salud que son los que saben y permitir que las personas que están contagiadas transiten la enfermedad en paz. Es muy importante para el enfermo estar tranquilo, porque la angustia te baja las defensas y si te persiguen por estar enfermo te sentís un leproso”.