Informe de la Junta de Seguridad Vial
Recomendaron medidas para el cruce seguro de la 226
El organismo relevó el estado del tramo urbano de la Ruta. Sugirió la semaforización como alternativa.
Tal cual estaba previsto, la Junta Nacional de Seguridad entregó los resultados del relevamiento del tramo urbano de la Ruta Nacional 226 en el que evaluó las condiciones de movilidad y tránsito en busca de alternativas para el mejoramiento de la seguridad vial, “desde un enfoque proactivo de investigación de riesgos asociados a la infraestructura y tránsito de la ruta, enmarcado a su vez, dentro del enfoque de sistema seguro”.
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En ese sentido, elaboró una serie de recomendaciones que apuntan a mejorar la seguridad del público usuario de la vía y los habitantes de la ciudad. Como punto central, observó las complicaciones en las rotondas y la problemática para el cruce seguro especialmente de peatones y ciclistas, por lo que sugirió “ordenar el tránsito en las intersecciones de manera que los usuarios vulnerables puedan atravesar transversalmente la ruta de manera segura. Dicho ordenamiento se puede llevar a cabo semaforizando las intersecciones donde el caudal del tránsito vehicular lo amerite”.
Con el cambio de administración a nivel nacional, vuelve la incertidumbre sobre la implementación de un plan de acción que aborde la problemática en el tramo urbano, en el marco de una serie de gestiones que en el último tiempo volvieron a tomar impulso con miras a lograr una respuesta concreta a las demandas ciudadanas.
En este caso, y a instancias de la convocatoria cursada a través de la ONG Estrellas Amarillas, el equipo técnico de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte estuvo en Tandil semanas atrás para realizar un diagnóstico del estado de la traza nacional desde El Paraíso hasta la rotonda de la Ruta 30.
Estado general de la traza
Entre las conclusiones, el organismo remarcó que la travesía urbana se encuentra en “términos generales en buen estado de conservación en cuanto a su infraestructura vial”, salvo algunas fallas detectadas en la calzada, “casi todas de severidad leve a media”, y la señalización horizontal que se encuentra en un “mal estado a nivel general”.
La situación más insegura detectada es la que refiere a los cruces transversales de la Ruta por parte de usuarios vulnerables, como peatones y ciclistas, principalmente en las rotondas, ya que “no está apoyada por la correspondiente señalización”.
En esa línea, detectó que a lo largo de todo el tramo urbano de más de 10 kilómetros de largo, sólo existe un puente peatonal “y no hay otras oportunidades para el cruce seguro de peatones y ciclistas”.
Por otro lado, observó que la señalización referida a la prioridad de paso en las rotondas “no es uniforme”, lo que no permite al público usuario prever las reglas de circulación a lo largo del tramo.
En cuanto a los accidentes, evidenció que en el tramo “se da una concentración de accidentes que involucran en muchos casos a vehículos pesados”, a la vez que se producen hechos con consecuencias graves. Esta situación demanda la necesidad de “tomar medidas para mejorar la seguridad vial en el tramo y reducir las consecuencias de los accidentes”.
Características generales
La Junta de Seguridad Vial elaboró un informe técnico con la finalidad de analizar la situación actual en función de la problemática actual. Personal del ente descentralizado que dependía del Ministerio de Transporte de la Nación estuvo en la ciudad para tomar contacto con las condiciones del corredor urbano a instancias de una solicitud que cursó la ONG a través de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la anterior gestión.
En el informe, el organismo se refirió a las principales características de la traza en el sector que atraviesa el ejido urbano, con un enfoque que considera el crecimiento poblacional y la expansión urbana hacia el noreste, zona que quedó separada del centro de la ciudad por la Ruta.
Esta circunstancia dio como resultado un “incremento de la densidad poblacional hacia ambas márgenes de la travesía urbana” y un “aumento del tránsito vehicular y peatonal transversal a la ruta”.
En tanto, para el análisis de tránsito el equipo utilizó “dos insumos clave”, en relación al conteo vehicular realizado por el Municipio y los datos de tránsito provistos por la Dirección Nacional de Vialidad, mientras que para caracterizar la infraestructura y su interacción con los usuarios, realizó un relevamiento in situ durante dos días hábiles consecutivos de octubre pasado.
Entorno urbano y tránsito
En el apartado del entorno urbano, en el informe la Junta señaló que la ciudad experimentó un crecimiento poblacional del 15 por ciento entre 2010 y 2022, con una característica de expansión urbana hacia el noreste.
“Si se cuenta la población total en cada margen tomando la RN 226 como línea divisoria, se encuentra que del lado del centro hay aproximadamente 115 mil habitantes, mientras en el margen noreste se contabilizan alrededor de 20 mil”, contextualizó.
Respecto al tránsito, señaló que durante el mismo período en el que se midió el crecimiento poblacional, la Ruta tuvo un incremento del volumen vehicular en torno al 22 por ciento entre Tandil y Mar del Plata que, sumado al volumen de circulación vehicular y peatonal local, genera una “mayor complejidad” por el “incremento del flujo vehicular y de usuarios vulnerables a lo largo de la traza y en los cruces que conectan ambas márgenes de la ciudad”.
En detalle, el índice de Tránsito Medio Diario Anual (TMDA) en la travesía urbana “llega a volúmenes de aproximadamente 20 mil vehículos diarios”.
“Según los datos analizados, se puede estimar que, aproximadamente, el flujo pasante es de tres mil vehículos diarios y los restantes 17 mil corresponden al flujo local, llegando a concentrar en hora pico (de 17 a 18) a unos 1.550 vehículos”.
Principales características que condicionan la seguridad vial
En otro de los apartados del estudio, la Junta de Seguridad analizó los detalles vinculados al estado de la calzada, de la banquina, la señalización horizontal y vertical, el costado de la calzada, usuarios e iluminación.
Respecto del primer punto, concluyó que el tramo de la Ruta “mantiene una circulación significativa de vehículos de carga pesada y gran porte, el cual representa un 16,30 por ciento sobre el total de vehículos pasantes por día”.
Las deformaciones e irregularidades en la vía “pueden afectar su correcto funcionamiento y, a su vez, la seguridad vial, ya que inciden en la fricción y rugosidad del pavimento”.
Sobre la banquina, realizó una caracterización y observó que es “práctica habitual” el estacionamiento de vehículos de carga en la banquina, donde realizan “las maniobras para volver a la calzada a velocidades bajas y con su peso propio”, lo que provoca “el arrastre de material de la banquina” desgastando los bordes de calzada y reduciendo su ancho.
“La banquina tiene una función importantísima para la seguridad vial” ya que “debe proporcionar una superficie plana, bien conformada y libre de obstáculos que permita a vehículos despistados de la ruta retomar el control”, subrayó.
El señalamiento horizontal en la mayoría del tramo está “en mal estado o ausente”, certificó, y alertó que tampoco se observaron señales para el paso de peatones (como sendas peatonales) o ciclistas que transitan por la vía”.
En el caso de las rotondas, descubrió que “falta el señalamiento horizontal correspondiente en cada una de ellas, como líneas auxiliares para el frenado, líneas de ceda el paso y triángulo de ceda el paso”.
“La importancia del señalamiento horizontal y vertical es que la información que se le brinda al conductor para que pueda controlar el vehículo y transitar de manera segura. Si la demarcación horizontal es buena y se instala de manera adecuada, es efectiva y tiene beneficios en la seguridad”, subrayó la dependencia.
El señalamiento vertical existente “está en buen estado y, en general, casi todo lo que se debe informar de la vía según sus características, por ejemplo, la velocidad máxima del tramo de 40 km/h, se halló en condiciones”.
Sin embargo, observó algunas características de la traza que requieren señalización y cartelería informal de venta pegadas a los soportes de las señales verticales que representa una “distracción para los conductores y no es recomendado”.
Por otro lado, detectó algunas situaciones en el costado de la calzada, comprendido desde el borde de la misma hasta los límites de la zona de camino, como “cestos metálicos; estacionamiento de vehículos de carga pesada; venta de papas; taludes no recuperables; cabezales de alcantarillas expuestos sin contención para vehículos errantes”, entre otros.
“En el nuevo enfoque de una vía segura, la zona despejada debe estar libre de objetos que signifiquen un peligro para un vehículo despistado”, señaló.
Faltas para los usuarios
Sobre los usuarios de la vía, en el relevamiento observó el cruce transversal por parte de usuarios vulnerables como peatones y ciclistas.
Con respecto al tránsito de peatones, detectó señales verticales para el cruce peatonal sólo asociadas a la presencia de escuelas, pero “falta señalamiento horizontal como sendas peatonales que acompañen el señalamiento vertical y encaucen el cruce peatonal por un lugar definido”.
Además del único paso peatonal a la altura de la calle Italia, “no hay ninguna otra infraestructura vial para que los peatones puedan hacer un cruce transversal seguro”.
Sobre el último punto referido a la iluminación encontró la instalación de luces en las rotondas y en la entrada, así como en el tramo que va desde Salceda hasta la Patagonia. “El resto de la travesía relevada no posee luminarias instaladas, a pesar de su condición urbana”.
Recomendaciones
De acuerdo con el relevamiento de tránsito e infraestructura del tramo de travesía urbana de la 226, delimitada entre el kilómetro 161 y 172, la Junta de Seguridad Vial realizó las siguientes recomendaciones:
Ordenar el tránsito en las intersecciones (rotondas) de manera que los usuarios
vulnerables (ciclistas, peatones, y en particular personas con movilidad reducida) puedan atravesar transversalmente la ruta de manera segura. Dicho ordenamiento se puede llevar a cabo semaforizando las intersecciones donde el caudal del tránsito vehicular lo amerite.
De no ser posible la reconfiguración de las intersecciones existentes, generar infraestructura exclusiva para el cruce de usuarios vulnerables.
Con respecto a la calzada, recomendó reparar las fallas en las rotondas antes de que se conviertan en baches de gran magnitud.
Planificar la atención de las fallas y las fisuras de severidad leve a media, de manera que sean reparadas a tiempo y no desmejoren la calidad de fricción y rugosidad a la capa de rodadura.
Reparar los baches que tienen las banquinas, conformándolas de nuevo.
Otra solución que sugirió para las banquinas es su pavimentación.
Prohibir el estacionamiento en banquinas de vehículos de carga. Se puede apoyar esta media con señalamiento vertical.
Pintar el señalamiento horizontal faltante.
Incluir en las rotondas señalamiento horizontal para el paso de peatones y ciclistas.
Completar la señalización vertical faltante en todas las rotondas, como por ejemplo la orden de ceder el paso a los que vienen por la rotonda por parte de los que vienen en la RN 226, de esta manera el comportamiento será uniforme en todas las rotondas de la travesía.