Quedó inaugurada la Casa del Estudiante Rural que posibilitará los estudios superiores a nueve jóvenes
La residencia ubicada en la esquina de San Martín y Saavedra albergará a chicos de las distintas localidades de Tandil. Los estudiantes ya acomodaron sus pertenencias y a partir del lunes comenzarán su experiencia en la ciudad. Con espacios amplios y luminosos la vivienda promete las comodidades necesarias para una buena residencia.
Luego de meses de trabajo y acondicionamiento, ayer finalmente quedó inaugurada la Casa del Estudiante Rural en la ciudad. Los nueve chicos de distintas localidades rurales de Tandil que harán uso de la residencia ubicada en Saavedra y San Martín asistieron a la apertura acompañados por sus familiares, el intendente Miguel Lunghi, el director de Juventud Mariano Martina, el titular de Desarrollo Social Pablo Civalleri y los concejales Rogelio Iparraguirre, Matilde Vide y Alejo Alguacil.
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Amplia, linda y luminosa, con una espaciosa cocina, comedor, living, tres habitaciones grandes, tres baños y un patio con parrilla incluida, el nuevo hogar que albergará a estos jóvenes promete ser un espacio ideal para que pueda llevar a delante sus estudios terciarios y universitarios.
En sus palabras el intendente felicitó a los concejales por trabajar en conjunto en pos del proyecto, con la importancia que tiene para los chicos de las zonas rurales. Asimismo, recordó que es el camino hacia el cual se encamina la política comunal, destacando el desarrollo similar que vienen sosteniendo en Azul, La Plata y Capital Federal. “Estamos creando una sociedad de futuro”, sostuvo.
Por su parte Iparraguirre, a pesar de las diferencias “que no son pocas”, celebró el hecho de haber puesto en valor las coincidencias. “Se abre un horizonte nuevo para estos chicos en su futuro y esperamos que sea una puerta abierta para muchos más”, indicó, subrayando lo esencial de que puedan contar con esa posibilidad de elegir su destino. “La casa es muy linda, me siento agradecido y feliz”, concluyó.
En tanto que Vide, muy brevemente, apuntó a que la tarea ahora está en los estudiantes, para generar consenso en la convivencia, llevarse bien y estudiar.
Por último, Mariano Martina agradeció la paciencia de los jóvenes y sus familias por saber esperar mientras consiguieron el espacio y lograron acondicionaron.
“La casa es hermosa y estamos agradecidos por esta oportunidad que nos están dando”, manifestaron los chicos.
Independencia y estudio
Antes de la celebración los chicos fueron acomodando algunas de sus pertenencias y ya desde la primera visita a la vivienda lograron definir cómo se organizarán para dormir. Aunque todavía no se han puesto de acuerdo en el resto de las tareas, consideraron que se van a poder acomodar sin problemas. Ya una de las chicas declaró que le gusta cocinar cosas dulces, así que para acompañar los mates del desayuno o la hora de estudio ya tienen garantizado, lo demás irá fluyendo.
Como para ayudar en esta primera etapa, el Municipio les donó una importante variedad de mercaderías, con alimentos, artículos de limpieza y otros esenciales para arrancar. Además, como ya habían adelantado se hará cargo del alquiler del lugar y las tasas, mientras que los habitantes deberán afrontar los gastos de servicios como agua, luz y gas; y en caso de que elijan conectar cable e internet también.
María Sol Amadeo Lucero de Azucena, Micaela Aranda de Gardey, Milagros Zurita de María Ignacia, Ximena Ferragine también de María Ignacia y Micaela Sosa del mismo lugar, están cumpliendo con su vocación de estudiar Educación Inicial en Instituto Superior de Formación Docente 166 de la Escuela Normal Superior. Por su parte Milagros Oliveto, de María Ignacia, está arrancando el Profesorado en Educación Especial en Normal, y Brian Villera de María Ignacia va por el segundo año de Ingeniería en Sistemas en la Unicen. Mientras que Roque Scapini hace dos semanas inició su cursada en la carrera de Ilustración en el Instituto de Profesorado de Arte 4 (IPAT) y fue posible empezar antes gracias a que unos amigos le dieron alojamiento, ya que vive en el medio del campo, entre Azucena y Tandil, y no podía ir y venir cada día para asistir a las clases que son de noche.
Algunos de los chicos, que ya afrontan el segundo año de su carrera contaron que antes se manejaban en las líneas de colectivo disponibles, significando además de un gasto monetario, mucho tiempo desaprovechado en el transporte.
Ahora eso cambió, tienen la oportunidad de pasar toda la semana en la ciudad, cursar sin inconvenientes y hasta quedarse los fines de semana si es necesario. Además, aparte de las cercanías con los establecimientos educativos y el centro de la ciudad, es una zona que cuenta con buen circuito de transporte público y no está alejada de la terminal.
Más allá de la gran posibilidad de estudio, esto les brindará la independencia con la que muchos jóvenes sueñan a cierta altura de la vida. En este sentido sus padres también se mostraron emocionados y contentos, acompañando en cada paso a sus hijos y agradecidos por la experiencia que están a punto de iniciar.
Poder soñar más allá del campo
La cara de los chicos lo decía todo. Las sonrisas los desbordaban y un cierto alboroto demostraba la alegría y lo nervios por la nueva etapa a encarar. Hablaban entre ellos como si se conocieran toda la vida, con la complicidad de afrontar el desafío unidos. Solo ellos, aunque con un gran apoyo alrededor.
Fue a mediado de diciembre del año pasado que el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad el proyecto de ordenanza presentado por Unidad Ciudadana, que aspiraba a la creación de la Casa del Estudiante Rural, enmarcada en el programa Tandil Estudia, que depende de la Dirección de Juventud.
Definitivamente el espíritu del proyecto presentado en Julio de 2018 por Rogelio Iparraguirre pudo materializarse tras un año y medio de gestiones y trabajo, logrando encontrar el espacio ideal para que los chicos se radiquen, siendo ya una vivienda que estaba en la órbita del Municipio, ya que allí funcionaba el Hogar de Niños Fantasía de Colores.
Contrario a la tibieza que se esperaba en el arranque de la iniciativa, sobre todo por el escaso tiempo disponible para poner en marcha los pasos necesarios y difundir la propuesta, se registró un buen número interesados. Finalmente de las 40 consultas y 14 entrevistas, se concretaron nueve residentes, resultando un éxito cuando la expectativa inicial no creía completar ese promedio.
Mariano Martina, titular de la Dirección de Juventud del Municipio, le informó a El Eco de Tandil que de ahora en adelante junto con los chicos comenzarán a trabajar en un reglamento de convivencia. Porque, a diferencia de lo que ocurre con los residentes en Azul, La Plata o Capital Federal, aquí entran la posibilidad de tener mayor presencia gracias a la cercanía. “Queremos dar un acompañamiento, porque son chicos que no han tenido la oportunidad de vivir en la ciudad y al principio puede costar”, explicó.
La intención es ir ayudando a motorizar el proyecto, como en el caso de las pautas bajo las cuales los jóvenes van a seguir estando bajo ese techo o no, así como el desempeño dentro de lo académico. Asimismo, verán si se replica el modelo de las demás casas, donde ponen cierta cantidad de dinero por mes que luego se destinan a la cobertura de los gastos y otros artículos de uso común, aunque serán los mismos residentes quienes determinen en equipo estas cuestiones.
Destacó que, en principio, la prioridad es que tengan un espacio para que puedan estudiar y ser contenidos. “A partir de este fin de semana la casa se llenará de chicos y de alegría”, celebró Martina.