Punto Verde lanza este viernes, en la Cámara, el Sistema de Retorno de Envases para Tandil
Desde las 19.30, la ONG presentará la propuesta ante productores, empresarios y emprendedores que trabajen con envases que puedan usarse más de una vez. “Reciclar está bueno, pero reutilizar es aún mejor, más sostenible”, expuso María José Abasolo.
Este viernes, a las 19.30, en la Cámara Empresaria (Mitre 856), Punto Verde presentará el Sistema de Retorno de Envases para Tandil. El objetivo es generar una red de productores dispuestos a trabajar para que los continentes de sus productos se reutilicen en lugar de reciclarlos, transportarlos, fundirlos, volver a generarlos y otra vez transportarlos. El lema de la campaña es “Reciclar es bueno. Reutilizar es aún más sostenible”.
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La iniciativa, que fue declarada de interés municipal y de interés social por el Concejo Deliberante, ya cuenta con el símbolo de retornable que la asociación entregará a los interesados para que inserten en los envases de sus productos.
María José Abasolo, presidenta de Punto Verde, indicó que “la motivación es que reciclar está bueno, pero reutilizar es aún mejor, más sostenible. Actualmente, el reciclaje implica destruir. Por ejemplo, una botella de vidrio, se envía en un transporte, 400 kilómetros, a la fábrica que la derrite y hace otra”. Como contrapartida, advirtió que el vidrio se puede esterilizar y reutilizar “sin problemas para la salud”.
Al analizar esta situación, surgió la posibilidad de implementar un sistema de retorno de envases. “Lo que hicimos fue un símbolo de retornable para que sea incluido en las etiquetas de productos”, anticipó y enumeró que pensaron en la industria cervecera, en los frascos de mermelada, en bolsas de papa o cereales como harina, bidones de productos de limpieza, hueveras, entre otros. En resumen, se trata de envases que no tienen razones para ser de un solo uso.
En ese sentido, explicó que “en el Punto Limpio, nosotros somos asociación gestora del vidrio”, por lo que clasifican envases que ya entregan a productores de dulces y conservas.
Como otro nicho interesante donde se podría aplicar el sistema, citó los productos de limpieza, teniendo en cuenta a la gran cantidad de comercios de artículos sueltos, y señaló que los envases de lavandina podrían ir a retorno sin mayores conflictos.
Por eso, invitó a empresarios y emprendedores interesados al lanzamiento de este viernes. La charla es “abierta a todo productor que diga ‘mi envase puede retornar y puede usarse sin ningún perjuicio para la salud”. Además, informó que entregarán los archivos con el logo para incorporarlos a las etiquetas.
Los intermediarios
Para este viernes, Punto Verde también convoca a representantes de otro pilar de este sistema: las asociaciones que quieran convertirse en centros de recepción y clasificación de retornables, como la Cooperativa de Recuperadores del MTE o el Taller Protegido. La idea es que rescaten el envase que tenga el logo verde de retornable y se entregue al productor, que pagará un precio justo por la devolución.
Sin embargo, el continente “podría ir directamente al productor, si de pronto pone una campaña ‘retorname el envase a mí, lo recibo y te hago un descuento en la próxima compra’, por ejemplo”, señaló María Abasolo.
Por otra parte, Punto Verde recibirá a todas las instituciones interesadas en participar, para que este sistema crezca y se convierta en una política que genere beneficios para toda la ciudad.
Las ventajas
Sin dudas, el envase retornable abarata los costos. “Para el productor es una ventaja económica, y para el medioambiente, una ecuación que cierra porque estamos dejando de transportar envases, de fabricarlos y volverlos a transportar hacia el lugar de donde se fueron. Es una tontería ese sistema”, consideró la integrante de Punto Verde.
Por otra parte, analizó que hace algunas décadas había envases retornables, por caso, de gaseosas. “Tenemos que desandar 30 años en que nos metieron el uso de lo descartable como algo que nos traía practicidad e higiene”, advirtió y agregó que “la higiene no la tenemos por qué perder, porque un envase de vidrio que retorna para alimentos, el productor está obligado a sanitizarlo para pasar todos los controles de Bromatología. Entonces, de la misma manera que hace con un envase nuevo, puede hacer con uno retornado”, manifestó.
María José Abasolo expuso que “existe un mercado chiquito de retornable, por ejemplo de las cervezas. Quilmes tiene envases retornables de un litro y se usan hasta 30 veces, según declara la empresa. Después los descartan porque se raspa el vidrio, pierden un poco de estética”.
Por último, sintetizó que “esto implica una reducción en la generación de residuos y todo el beneficio de lo que se evita con el transporte que influye directamente en el cambio climático, porque emite gases que producen el efecto invernadero. Por lo tanto, esto es beneficio económico para el productor; una ventaja para el cliente porque tendrá un descuento al retornar el envase; para el posible intermediario, es decir, los centros de recepción y clasificación que deberían ganar algo, un precio justo, y para el ambiente”.