Un solo médico, espacio insuficiente y demanda desbordada en el CIC La Movediza

La situación sanitaria de La Movediza sigue en la cuerda floja y los vecinos canalizaron sus demandas a través de una asamblea barrial que puso en común las problemáticas diarias. De este modo, acordaron solicitar una audiencia con las autoridades y juntar firmas para respaldar el reclamo, en pos de obtener respuestas. 

El reclamo por escasez de personal en el Centro Integrador Comunitario (CIC) ubicado en La Pastora 1013 es de larga data, y tanto la comunidad como los trabajadores sufren las consecuencias de un espacio que no se aggiornó a las necesidades del contexto actual. 

En consecuencia, los habitantes de la zona y el personal del centro de salud realizaron este miércoles la segunda asamblea para exponer los inconvenientes que los desbordan a diario. 

En ese marco, los vecinos comentaron que empiezan a hacer cola a las 5 para conseguir un turno y a las 7 ya no quedan más lugares, y en el mismo sentido cuestionaron que los turnos sean tan espaciados.

La precariedad imperante condiciona negativamente a los trabajadores que sostienen el espacio y a las personas que no reciben la atención adecuada, sobre todo considerando que el CIC se inauguró hace 13 años y su infraestructura permanece intacta pese a que la población creció exponencialmente. En este marco, los profesionales comentaron que deben compartir el consultorio, en vez de atender en simultáneo. 

Un nuevo centro 

Asimismo, repararon en que es el único espacio  de atención primaria del barrio, a diferencia de otros puntos de la ciudad que tienen centros desdoblados. Por ejemplo, en Villa Aguirre funciona un centro de salud y hay otro en San Cayetano para contener a la población, que es incluso menor que la de La Movediza. 

En tanto, el CIC también recibe a los residentes del Programa de Residencias Integradas Multidisciplinarias (PRIM), que no pueden actuar sin supervisión. Además, sólo quedó un médico con dedicación exclusiva ante la renuncia de su par, una problemática que se reitera en el tiempo no sólo en los cetros de salud comunitaria, sino en todo el Sistema Integrado de Salud Pública (SISP). 

Por otra parte, el CIC Movediza absorbe también a la población de Cerro Leones que, como su centro de salud está catalogado como rural ofrece un esquema de atención más acotado, y los vecinos migran hacia el mencionado efector. 

En paralelo, señalaron que el área cercana al espacio Nido es uno de los que mayor crecimiento registra y apuntaron que debería  habilitarse un nuevo centro de salud que sea capaz de contener toda la demanda, situado en la zona de Azucena y Suarez García, para que no se desdibuje el espíritu de la atención primaria, que es la promoción y prevención en salud. Con el esquema actual, no es posible llevar adelante tareas de prevención porque el foco está puesto en atender y derivar la urgencia. 

Saturación de demanda 

Así, desde la mesa barrial elevarán al Ejecutivo una carta para solicitar una reunión con carácter urgente que permita poner la problemática en discusión. Como se ha publicado en otras oportunidades, la salud comunitaria se encuentra resentida desde hace tiempo debido a renuncias y licencias de los profesionales con dedicación exclusiva. La coyuntura se recrudeció durante la pandemia y todavía no hay ninguna solución para los 10 mil habitantes del área, cuya atención médica está unificada en ese centro de salud comunitaria. 

Al respecto, el Sistema de Salud argumenta que el problema para contratar nuevos médicos radica en la falta de recursos humanos capacitados que se ofrezcan para los puestos y no en un tema económico. En este sentido, no serían muchos los profesionales interesados en ocupar un puesto full time allí por la sobrecarga de tareas y la remuneración recibida en contraprestación.

El espacio de representación barrial evaluó al respecto que “la situación día a día se agrava y es el resultado de años de desidia, falta de inversión y problematización por parte del Estado municipal. La deuda social, el deterioro de los indicadores sanitarios, las inequidades respecto al acceso a los servicios de salud, exige la ruptura de lo instituido y la implementación de otras estrategias que no estén ajenas a las necesidades reales y cotidianas de nuestra comunidad”.

Vulneración de derechos 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se necesitan alrededor de 23 médicos, enfermeras y parteras cada 10.000 habitantes para brindar servicios esenciales de salud a la población y alcanzar metas sanitarias mínimas.

En este punto, ponderaron que en La Movediza “esto está lejos de suceder” y enfatizaron que la fuerza laboral en relación a la población base del barrio es mucho menor que la que corresponde, configurándose así la sobrecarga laboral de los profesionales, con el consecuente  impacto directo en las condiciones de atención que se ofrece a la comunidad. 

“Los trabajadores de salud vienen poniéndole el hombro a esta situación, pero hoy muchos profesionales deciden renunciar por la falta de respuesta de políticas de salud claras para el barrio, las malas condiciones laborales, la falta de recurso humano, por los malos y bajos salarios percibidos, por la gran carga horaria que se refleja en el desgaste diario, por la falta de inversión clara en infraestructura para salud, entre otros. Los vecinos, en tanto, ven reflejado este deterioro del centro de salud en falta de turnos para atención, o la imposibilidad de acceder a servicios de promo-prevención. Es evidente que cuando se vulneran los derechos de los trabajadores de la salud, también se vulneran los derechos de los pacientes y usuarios del sistema de salud pública, en definitiva del pueblo”, resaltaron desde la mesa.