Preocupación en el sector comercial ante el inminente cierre de la firma Lucaioli
La empresa que se dedica a la venta de electrodomésticos anunció que ponía fin a la actividad en todas las sucursales del país. Impulsada por la caída del consumo en el sector, la filial en Tandil, cesanteó a cinco trabajadores y al gerente. Se desconoce cuál será el futuro de la empresa que hace 15 años radicó su sede en la ciudad.
La noticia trascendió durante el fin de semana. La empresa bahiense Humberto Lucaioli, que cuenta con 58 años de trayectoria en el rubro y más de 500 empleados, informó que debido a la crisis económica que opera en el país y a la caída de las ventas en los distintos locales de la firma, pondrá fin a su actividad comercial.
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En Tandil la medida afecta a un total de seis trabajadores que fueron cesanteados y si bien no han suspendido el pago de los salario, las puertas de la filial en avenida España 665 se encuentran cerradas.
En diálogo con el ciclo radial Dulce o Amargo (104.1 Tandil FM), José Larraburu, secretario gremial del Sindicato de Empleado de Comercio (SEC), señaló que “por la comunicación que manejamos, sabemos que la empresa confirmó el cese de la actividad a nivel nacional y en Tandil ya bajó las persianas”.
Según expresó, la situación financiera de la firma hasta 2014 fue de crecimiento sostenido pero, tras la adquisición de otra cadena de electrodomésticos que radicó la mayor parte de sus bocas de expendio en el sur del país, los balances comerciales comenzaron a ser negativos y la empresa en 2018 se presentó en concurso de acreedores.
A principios del corriente año, solicitaron ante el Ministerio de Trabajo un procedimiento preventivo de crisis, pero la herramienta no le fue otorgada debido a la situación jurídica en la que se encontraba. Ante la imposibilidad de implementar este mecanismo, Lucaioli decidió finalmente culminar sus operaciones en todo el territorio nacional.
“En la filial Tandil en particular, tanto los trabajadores como el gerente quedaron bajo la figura del cese de actividades, que no es una suspensión y por lo tanto siguen percibiendo sus haberes”, aclaró Larraburu al tiempo que estimó que desconoce cómo se hará frente de ahora en más, al pago de salarios con los locales cerrados.
“Es una situación complicada, porque los compañeros están sin asistencia a los puestos de trabajo pero con goce de sueldo y esto no permite que legalmente puedan articular alguna medida ya que siguen vinculados en su relación laboral”, explicó.
Por otra parte, el referente gremial indicó que desde el sindicato se han comunicado con sus pares en Bahía Blanca, donde 130 trabajadores aguardan alguna notificación oficial por parte de la patronal.
“Aquí en la ciudad, aún no cobraron el mes de marzo pero están en fecha aunque hay que señalar que hasta el momento, tanto en esta sucursal como en otras, los empleados venían percibiendo sus ingresos en cuotas”, añadió.
Síntomas previos
En relación a la situación económico-financiera de la firma, José Larraburu expresó que hace un tiempo los trabajadores eran testigos de la merma en los productos que se comercializaban como también la poca afluencia de clientes en los locales de venta.
“Esto no fue una sorpresa, ya se veía que la empresa no venía bien y con los años que muchos tienen en atención al público, advertían no solo la falta de mercadería sino una baja muy pronunciada en el consumo”, comentó.
El secretario gremial del SEC, recordó además que tras el concurso de acreedores, la empresa Lucaioli realizó un recorte de personal y con el aval del sindicato, se logró que la patronal negociara con los trabajadores la forma de pago de los despidos, cuyas indemnizaciones se abonaron en cuotas.
“El pago del retiro a las personas que quedaron desafectadas, también está complicado porque actualmente les deben los montos del mes de febrero”, aseguró.
El panorama en la ciudad
“La realidad es que todos los días tenemos notificaciones de despidos”, lamentó Larraburu e informó que la semana pasada cerró sus puertas unas carnicería que se desprendió de cuatro trabajadores y que durante la mañana de ayer, dos más se acercaron a la sede gremial tras perder su fuente laboral.
En la oportunidad, también describió algunas situaciones que se dan a diario en referencia al vínculo humano que se establece más allá de la relación laboral que liga a empleados y empleadores.
“El panorama es complejo porque cada caso es diferente y hay situaciones donde la empresa no tiene forma de continuar, más allá de haber hecho todos los malabares posibles o para mantenerse en el rubro, achica su planta de personal”.
Entre los distintos planteos que llegan a las oficinas del sindicato, Larraburu expresó que muchos dueños, advirtiendo que la coyuntura puede empeorar, deciden finalizar la relación trabajo atendiendo a que actualmente pueden afrontar el pago de un proceso indemnizatorio.
A manera de ejemplo, citó que muchos exponen que de seguir manteniendo en pie la actividad, en unos meses más cuando lleguen las facturas con aumento de luz y gas, se verán en la disyuntiva de pagar los servicios o los salarios.
Por último, indicó que no solo se están dando cierres sino que tampoco se están abriendo nuevos comercios. “El 2018 para nosotros, fue el peor de los últimos 12 años desde que estamos frente a la conducción gremial y si hacemos una proyección con los datos que tenemos del primer trimestre, creemos que en 2019 la situación de desempleo se agudizará”, sentenció el referente sindical.