Preocupa en Tandil que aún no se habiliten las visitas en los geriátricos

A medida que pasan los días y la situación sanitaria mejora tanto en la ciudad como en el resto del país, cada vez son más las actividades que se autorizan o, dentro de las que ya estaban habilitadas, se incrementa el aforo permitido. Sin embargo, las residencias de larga estadía para adultos mayores aún aguardan por una aprobación para poder recibir nuevamente la visita de familiares.

Aunque ya se concluyó con el operativo en los geriátricos y todos los residentes, como así también los trabajadores, recibieron las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus, la Provincia aún no se expidió y las visitas siguen prohibidas.

Desde nuestra ciudad, la Asociación de Geriátricos y Afines Regional Tandil (AGYART) había presentado un protocolo en la Municipalidad, que fue aprobado por el Comité de Seguimiento Epidemiológico del partido y por el intendente Miguel Lunghi, que luego fue elevado al Gobierno bonaerense, pero aún no hubo respuestas.

“Cada día tenemos más problemas, porque seguimos solicitando audiencias con nuestros representantes de la provincia de Buenos Aires. Todavía no nos han contestado el petitorio que habíamos enviado con el protocolo, que fue aceptado por el intendente en Tandil”, refirió el presidente de AGYART Darío Barrionuevo.

En comunicación con el programa Eco Noticias, que se emite por Eco TV y Tandil FM 104.1, Barrionuevo contó que se enviaron a Fiscalización de la Provincia pero que luego lo remitieron a Epidemiología y aún no han obtenido una respuesta.

“Nos parece calamitoso, porque se están abriendo bingos, casinos, restaurantes, cines, teatros… Y el adulto mayor la verdad es que no aguanta la situación y mucho menos los familiares”, refirió con indignación.

Recordó que la solicitud la elevaron cuando ya les habían aplicado la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, por lo que evaluó que, por lo menos, fue hace cuatro o cinco meses.

Desde entonces, ningún funcionario provincial se contactó con ellos, lo cual lo toman como una falta de respeto, principalmente, hacia los familiares que no pueden ver a los residentes.

“Hay algunos adultos mayores que están dentro de sus cabales. No porque estén dentro de una residencia de larga estadía están deteriorados. Entonces a ellos les tienen que dar una respuesta de por qué no están autorizadas todavía las visitas”, clamó.