Conservatorio Isaías Orbe
Por primera vez se realizó una ópera completa en Tandil
Con más de un año de preparación, alumnas y profesores del Conservatorio de Música lograron llevar a cabo la presentación de la ópera Suor Angelica de Puccini, en la Parroquia Santa Ana.
Desde el Conservatorio de Música Isaías Orbe, un grupo de profesores ha llevado a cabo un logro sin precedentes: la presentación de la primera ópera en la ciudad. Evangelina Carruitero, profesora de canto lírico, Belén Arrendasora, profesora de práctica escénica y Alejandro Fernandez, profesor de canto y piano, compartieron su emocionante experiencia.
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Según Carruitero, quien ha estado enseñando en Tandil durante los últimos doce años, la idea de realizar una ópera surgió como un componente esencial en la formación de sus estudiantes. La ópera ofrece una riqueza de aspectos que van desde la actuación, el canto, el conocimiento del argumento y la personificación de personajes, lo cual considera fundamental para la formación integral de sus alumnas.
El proceso
La preparación para esta ópera, Suor Angélica de Giacomo Puccini, incluyó una cuidadosa selección de los personajes mediante audiciones, seguidas de arduos ensayos que fusionaron el trabajo vocal, musical y escénico. Arrendarosa agregó que su papel no sólo implicó la enseñanza de cómo estar en la escena, sino también brindar a las estudiantes la oportunidad de desenvolverse en un entorno operístico, una experiencia única y enriquecedora para todos los involucrados.
El proceso de preparación dio inicio hace un año y medio, con ensayos semanales de dos horas. A pesar de la limitada carga horaria, los docentes destacaron el valor de trabajar con estudiantes en formación, un desafío que enriquece el proceso educativo.
Además, el reto incluyó la memorización de un libreto en italiano. “A mi me parecía un poco dificil empezar con Puccini pero se pudo” reveló Carruitero.
El profesor Fernández señaló que, como pianista acompañante, tuvo a tu cargo la interpretación musical de la obra, dado que la ciudad no dispone aún de una orquesta para este cometido.
Esta experiencia única no solo desafió a las estudiantes a nivel local, sino que también les ofreció la oportunidad de sumergirse en el mundo escénico de la ópera, una faceta que resalta la importancia del aspecto teatral y escénico en la formación de futuros cantantes líricos.
Esta hazaña no sólo marcó un hito en la historia cultural de Tandil, sino que también representó un logro significativo para el Conservatorio, sus profesores y, sobre todo, para los estudiantes que participaron en esta producción operística única.
Adaptar el lugar
La ópera tuvo lugar en la Parroquia Santa Ana, con dos funciones programadas, la primera el 5 de octubre y la segunda el 12 de noviembre. Al respecto, se enfatizó en la importancia de considerar el diseño escénico, la iluminación y el vestuario para complementar la producción.
El desafío de adaptar la ópera a un entorno no convencional como una iglesia implicó realizar múltiples ensayos y ajustes para garantizar que, tanto la música como la trama, concordaran con la disposición y el control del espacio.
Así lo explicó Alejandro Fernández, detallando cómo debieron coordinar cada detalle, incluyendo la entrada de los cantantes entre el público, algo inusual en una producción operística. Además, mencionó que se había considerado un espacio más grande para una segunda presentación, pero la complejidades de la adaptación al nuevo entorno disuadieron esta idea.
Al respecto de la posibilidad de llevar la producción a un teatro, los docentes reconocieron que el espacio de la iglesia, aunque acogedor, presentaba desafíos en cuanto a la visualización para el público, aunque el beneficio fue no tener que preparar una escenografía ya que la temática de la obra se correspondía con la infraestructura elegida para la presentación.
Un teatro quizás implicaría mayor alcance visual para el público pero otro tipo de preparación escenográfica para los profesores y el instituto.
Repercusiones y posible repetición
La convocatoria del público para las presentaciones de la ópera fue elocuentemente descrita por Arrendasora, quien destacó la respuesta entusiasta y positiva del público. Aseguró que ambas funciones lograron llenar la sala, incluso con espectadores de pie.
Por su parte Rodríguez hizo hincapié en el impacto que tuvo en aquellos que asistieron por primera vez a una ópera, quienes, en su mayoría, reconocieron que habían subestimado la experiencia, y cómo este género logró derribar prejuicios.
Así mismo, los tres profesores resaltaron la importancia de que la ópera permite narrar historias y cómo la inclusión de subtítulos en tiempo real facilitó la comprensión para todos los asistentes.
En cuanto a la duración de la obra, se explicó que fue de una hora, formando parte de un Trittico de Puccini inspirado en la Divina Comedia de Dante. También se mencionó la posibilidad de repetir la presentación en Tandil y otros lugares como Mar del Plata o Tres Arroyos, considerando la repercusión positiva que ha tenido.
Por último Arrendasora hizo hincapié en el esfuerzo y la gratitud por el apoyo recibido, considerando que fue una producción realizada prácticamente sin apoyo económico externo. Destacó además la importancia de ver el crecimiento artístico de las estudiantes, tanto en su rol como artistas como en su desarrollo personal. Estas experiencias, sumadas a la imponente respuesta del público, reafirmaron el valor y la importancia de la producción operística para toda la comunidad.