Política
Por la apertura de las importaciones, el sector metalmecánico pierde trabajo y adelanta las vacaciones
Omar Farah, presidente de Apymet, encendió las alarmas por el complicado momento que están atravesando algunas empresas de la ciudad. La apertura “violenta” de las importaciones está generando falta de trabajo para el sector metalmecánico que ante esta situación está optando por adelantar las vacaciones a sus empleados.
Pese a los buenos vaticinios que se realizan desde las esferas nacionales respecto a la mejora económica que se empieza a visibilizar, en Tandil, desde la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa, señalaron que la situación está lejos de ser la óptima y empieza a ser preocupante.
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El contexto es inversamente proporcional ya que en meses anteriores, con una recesión económica, la actividad se sostenía productiva y ahora que la economía tiende a mejorar, la producción va a la baja.
Omar Farah, presidente de Apymet, analizó en “La Mañana” (104.1 Tandil FM, Eco Tv y El Eco Streaming) la situación que atraviesa el sector a nivel local. “A medida que se va a abriendo las importaciones, que el país estaría mejor en ese sentido, el impacto en la industria local es más fuerte y ya lo vamos notando en diferentes sectores que han ido adelantando vacaciones”, aseguró.
La decisión de adelantar vacaciones se toma para paliar la situación de la merma en los pedidos de producción y en las órdenes de compra que estaban atendiendo en el sector metalmecánico, uno de los más impactado con la globalización. En ese sentido, Farah explicó: “Es muy dispar la situación. El hecho de que están abriendo las importaciones, va haciendo entrar en zona de riesgos a las empresas locales. Esto es lo que empieza a suceder”.
“Tenía la esperanza de que el final fuera distinto, que al menos la reducción de impuestos sea más rápida con lo cual la apertura de la importación nos podía encontrar mejor posicionados pero no, es exactamente al revés”, afirmó el empresario y luego comentó que el ingreso “violento” de productos afecta más rápido a la economía que lo que la beneficia.
Si bien desde el Gobierno nacional justificaron desde el primer momento que la apertura de importaciones tenía que ver con la regulación de los precios del mercado local, Farah habló de “relato” y aseguró que “para el consumidor es mejor, en el cortísimo plazo. A la larga termina quedándose sin empleo. Es más rápida la caída de la producción que disfrutar del acceso a elementos de consumo más fácilmente”.
La decisión de algunas empresas dedicadas a la metalmecánica por ahora es adelantar las vacaciones pero si la situación no mejora, no se descarta la reducción de la jornada de trabajo. Es por eso que Farah expresó su preocupación y afirmó: “Hay que ser muy claro y poco egoísta para poder coordinar estas políticas y ahí está lo difícil”.
Semáforo en rojo
A pesar de la apertura total de las importaciones, la compra en el exterior vuelve a hacerse presente como en los últimos años. Comprar en Chile sigue resultando más económico. Esta situación se explica a través de la enorme diferencia de la carga impositiva que tienen los productos.
“En algunos casos los impuestos internos, que uno habitualmente no lo escucha, es enorme la carga impositiva que tiene. No baja del 45 por ciento. Además tenés el 21 por ciento de IVA, ingresos brutos trasladados en los productos, doble retención en las cosas”, explicó.
Sin poder tener precios competitivos, ante la carga impositiva que impacta en el consumidor final, y con las importaciones amenazando la producción local, Farah aseguró que “nosotros ya estamos con el semáforo en rojo” y luego continuó: “Las empresas no tienen espalda financiera para aguantar cualquier cambio violento de este tipo”.
El empresario tandilense pidió que el Gobierno nacional analice la situación sector por sector, aprovechando todas las herramientas disponibles que hay hoy en día, y que no sea solamente una cuestión del precio de las cosas. “Abrir la importación desmedidamente, antes que esto sea suficientemente analizado, va a provocar desempleo. Lamento aguar la fiesta”, aseguró.
“La importación desmedida impacta en las empresas, en la conservación del empleo y el salario. Una vez que la producción se para, se caen los servicios, el comercio y todo lo que gira en torno a. Eso frena toda la economía. El discurso de que cuando el país empieza a importar más, está mejor económicamente es cierto, porque tiene más sobrantes para poder ingresar productos importados, pero a la larga ese camino termina siendo más dificultoso”, culminó Farah.