Infraestructura educativa
Piletas vacías, gimnasio sin arreglar y fallas edilicias, reflejan la desidia estatal en el CEF 42
En la víspera del inicio de clases, la sede deportiva no está en condiciones de recibir a sus alumnos. La institución afirma que las fallas que presenta el complejo de piletas evidencian la falta de controles del Consejo Escolar durante la obra. Sin embargo, un informe del organismo adjudica responsabilidades al establecimiento educativo. Además, el gimnasio fue usado en pandemia para acopiar módulos alimentarios y no se reacondicionó. El CEF espera soluciones concretas para retomar sus actividades.
Se abrió un nuevo capítulo en la malograda obra de las piletas cubiertas del CEF 42. Luego de los numerosos inconvenientes que se debieron sortear para construirlas tras años de lucha y los problemas técnicos que hubo tras su inauguración en octubre del año pasado, el complejo expone con contundencia las falencias que hubo al momento de ejecutar la obra.
Recibí las noticias en tu email
En estos días, un informe elaborado por la Unidad Ejecutora del Fondo Educativo –que depende del Municipio y el Consejo Escolar-, firmado por el técnico de obra Roberto Garijo, asegura que “no se respetaron las condiciones mínimas de uso y mantenimiento del edificio y las recomendaciones realizadas por la empresa y la inspección de obra”.
En concreto, desde el Ejecutivo municipal y la cartera escolar al mando del consejero oficialista Fabián Riva, le endilgaron la responsabilidad de las fallas al establecimiento educativo, lo que generó el malestar de los docentes y directivos del CEF 42.
El informe oficial
El informe en cuestión indica, en primer lugar, que “al momento de la inauguración se aceleraron los tiempos de calentamiento del agua de la pileta con el sistema de piso radiante (lo cual no se debería haber hecho), esto generó un recalentamiento en el piso de la pileta y provoco formación de sarro en su superficie. Se verificó claramente que ese fue el problema, ya que en el sector de lanzamiento de la piscina semiolímpica donde no hay piso radiante, al igual que en la piscina de rehabilitación el piso no se comportó del mismo modo y no se formó sarro en la superficie”.