Piden mantener los cuidados para prevenir los golpes de calor
La médica pediatra Josefina Girodo hizo especial hincapié en los cuidados “de siempre”.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta amarillo por calor extremo para la zona céntrica del noreste del país y, en consecuencia, Tandil, Benito Juárez, Azul, Rauch y Tapalqué se verán afectadas por temperaturas extremas que tendrán “efecto leve a moderado en la salud”.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa referencia indica que estas condiciones “pueden ser peligrosas sobre todo para los grupos de riesgo como niños y niñas, personas mayores de 65 años con enfermedades crónicas”.
Con una máxima que ayer alcanzó los 33°, se aproximan jornadas donde el termómetro elevará su registro, por lo que resulta necesario reforzar las medidas para prevenir golpes de calor en bebés y niños y también en los adultos mayores.
En ese sentido, el Sistema Integrado de Salud Pública insistió con la campaña de difusión para advertir a la población sobre los riesgos que acarrea la exposición prolongada al calor y ofreció una serie de medidas preventivas para evitar cuadros y lesiones severas derivadas de la falta de cuidados.
En el caso del Hospital de Niños “Dr. Debilio Blanco Villegas”, la actividad se mantuvo constante con la atención de cuadros vinculados al golpe de calor por guardia, por lo que alertaron que la estadística se mantiene, a pesar de las recomendaciones para prevenir estas situaciones.
Los cuidados de siempre
En diálogo con El Eco Multimedios, la pediatra Josefina Girodo hizo especial hincapié en los cuidados “de siempre” como no exponerse al sol directo entre las 10 y las 16, utilizar protector solar superior a 30 y “renovarlo cada dos horas”, mantener buena hidratación “con agua segura” y evitar otro tipo de líquidos como gaseosas o jugos y colocarles gorros. También sugirió el uso de las remeras con protección UV y remarcó que los menores de un año “no pueden estar expuestos al sol”.
Asimismo, señaló como sugerencia una alimentación adecuada. “Comer frutas, alimentos frescos y sanos”, repasó la pediatra.
Los síntomas de golpe de calor son enrojecimiento de la piel, calor, mucha sed, dolor de cabeza, vómitos, diarrea. Ante estos cuadros, la profesional consideró que resulta importante consultar al médico, pero principalmente hizo hincapié en la prevención para evitarlos.
En cuanto a las piletas, remarcó que “siempre tienen que estar supervisados por un adulto” y que las estructuras deben tener protección en el perímetro para evitar su ingreso en momentos en que no haya ninguna persona responsable del cuidado.
En el mar o en ríos, que “no son lugares para aprender a nadar” sino para refrescarse, la recomendación es con la presencia de un mayor, que el agua “no esté más arriba que a la altura del ombligo” y tener en cuenta las señales de advertencia implementadas por guardavidas.
Medidas preventivas en bebés y niños
Ofrecer a los niños más líquidos que lo habitual. Se sugiere evitar el consumo de jugos procesados o gaseosas porque contienen mucha azúcar y no favorecen a la hidratación.
Elegir comidas livianas, no exponerse al sol entre las 10 y las 16 y, de hacerlo, colocarse gorro, protector solar, renovarlo cada dos horas o luego de salir de la pileta.
Si son niños que asisten a la colonia de vacaciones, enviarlos con gorro, ropa clara, holgada y de algodón para que la transpiración pueda disiparse; colocarles protector solar antes de salir de la casa, asegurarse que lleven agua fresca, recordarles que tienen que hidratarse y hablar con ellos sobre la importancia de estas medidas para que también sean partícipes activos de su cuidado.
Elegir lugares con sombra para que estén los niños; sacarles la ropa, mojarlos con frecuencia o mojar sus prendas. Los bebés tienen una gran superficie corporal en la cabeza, por eso también se aconseja mojarla regularmente y asegurar, en todos los casos, un buen descanso.
Los cuidados en adultos mayores y jóvenes
En el caso de los adultos mayores, suele disminuir progresivamente la percepción del calor y de la sed, dos situaciones que incrementan potencialmente el riesgo de deshidratación con lo cual la ingesta de líquidos es de vital importancia.
Por otra parte, los pacientes funcionalmente dependientes y/o con enfermedades crónicas son más sensibles o cuentan con mayor predisposición a deshidratarse.
En esta población, un golpe de calor puede ser confundido con una situación de fiebre derivada de un cuadro infeccioso o interpretarse como la confusión asociada a algún proceso de deterioro cognitivo.
Las personas a cargo o cuidadores de algún paciente postrado o con alteración de la conciencia deben ofrecerles líquidos de manera casi permanente.
Se recomienda también ingerir comidas livianas y frescas, el uso de sombreros o gorras, evitar ropa oscura y salir en las horas de más calor.
Mantener los ambientes frescos y ventilados.
Al igual que en menores de un año y niños con enfermedades crónicas (corazón, riñones, patologías neurológicas) o que estén cursando un cuadro infeccioso, se recomienda tomar mucho más líquido que lo habitual.
En el caso de los jóvenes y adolescentes, se sugiere no consumir bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y, con ello, la pérdida de líquidos. También se sugiere evitar esfuerzos físicos o realizar actividades deportivas exigentes y sentarse a descansar si aparecen mareos y fatiga.
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