Pese a los vaivenes, siguen adelante los eventos bajo protocolo y el sector se flexibiliza para adaptarse
Las últimas restricciones no impactaron sobre el funcionamiento del sector, que sigue operando bajo estrictos protocolos y con un aforo reducido. Los eventos se volcaron hacia el mediodía y las últimas horas de la tarde, frente a las limitaciones nocturnas. No obstante, los organizadores están atentos a los cambios que van atados al cuadro sanitario y las nuevas recomendaciones que puedan surgir de ello.
Los eventuales golpes de timón que hacen las autoridades conforme el coronavirus avanza repercuten con mayor o menor intensidad en los diferentes rubros. El sector dedicado a las organización de eventos fue de los más afectados por las limitaciones impuestas en el marco de la pandemia, pero a partir de diciembre pudieron mantenerse a flote tras las autorizaciones provinciales y municipales para desarrollar sus actividades.
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Luego de ocho meses de inactividad, los trabajadores del rubro lograron que el Municipio, previa habilitación provincial, regulara la realización de fiestas bajo ciertos parámetros y así pudieron volver al ruedo. Cabe mencionar que la normativa vigente estipula que en lugares cerrados, la capacidad máxima autorizada es de 80 individuos o uno cada cuatro metros cuadrados, mientras que en lugares al aire libre es de 160, lo que hace un total de 240 personas como máximo. En tanto que el horario permitido es, de momento, hasta la 1.
La operatoria indica, además, que cinco días antes del evento se le debe hacer una presentación a la Comisión Directiva de la Asociación y luego se realiza una triangulación con el Sistema Integrado de Salud y con la Dirección General de Inspección y Habilitaciones.
Adaptarse a volver a festejar
Claudia Moreno, titular de la Estancia Fuente de Alegría, en diálogo con Eco Noticias, explicó que se trabaja con los protocolos necesarios y que el hecho de contar con un gran espacio al aire libre es una ventaja para garantizar el éxito del festejo.
“Respetamos las medidas pero no queremos que la gente pierda el sentido de celebración. Si bien hay cosas que ya no se pueden hacer, como bailar, lo importante es disfrutar y compartir. La gente tiene ganas de juntarse y de festejar, quiere distenderse después de un año que ha sido muy duro y con tantas limitaciones”, subrayó.
Las restricciones en la nocturnidad no afectaron su trabajo porque el fuerte está en las franjas diurnas, tanto en almuerzos como en recepciones cuando cae el sol. También trabaja con sistema de burbujas y otras pautas para evitar la aglomeración de invitados y el contacto masivo de personas, para reducir el margen de contagios.
Paso a paso
Por otro lado, Moreno detalló que retomaron el cronograma habitual con eventos de distinta índole (egresos, casamientos, cumpleaños) que tenían agendados previamente y que no se pudieron realizar en su momento por la cuarentena. Como manejan una agenda que requiere mucha anticipación en las reservas, ni bien fue posible volver a la actividad se dedicaron a reprogramar las celebraciones acordadas con antelación.
Pese a las limitaciones que todavía imperan, como la imposibilidad de bailar, confió que le buscaron la vuelta para amenizar la situación a través de juegos y otras propuestas que se ajusten a lo avalado y reemplacen las costumbres tradicionales.
No obstante, el avance del Covid-19 sigue siendo una preocupación para todos, y desde estos espacios saben que ante un severo rebrote o resentimiento del sistema sanitario, puede haber medidas que restrinjan el ahora normal desarrollo de la actividad.
“Estamos todo el tiempo con temor, esto es día a día y permanentemente las cosas cambian. Nadie tiene sabida la situación y vamos paso a paso. Se van cambiando horarios y medidas, pero nos adaptamos para cumplir con todo y cumplirle a la gente”, concluyó.