Vandalismo
Pese a la limpieza del predio, vecinos del exPoliclínico siguen padeciendo la inseguridad
Los residentes de la zona expusieron que aunque el abandonado espacio mejoró sus condiciones, el vandalismo y los hurtos continúan a la orden del día. Solicitaron respuestas y mayor presencia policial para disuadir la presencia de jóvenes en el predio y sus inmediaciones. "De noche en nuestras techos camina gente revisando las casas", afirmó una vecina.
La zona del exPoliclínico Ferroviario, la entidad de salud abandonada hace años que generó un foco de inseguridad en las calles Sáenz Peña, Vigil, Basilico y Duffau, es todavía un dolor de cabeza para el barrio de Villa Italia. Aunque este verano, luego de reiteradas quejas vecinales por el estado del predio privado, el Municipio avanzó con mejoras en el lugar para frenar la desidia que pesaba en la manzana, los frentistas siguen en vilo porque la ola delictiva no se detuvo.
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Vale reseñar que los costos de la limpieza y la puesta en condiciones -cercamiento e iluminación- corrieron a cargo del propietario y, si bien estos cambios fueron celebrados por la barriada, no resultaron suficientes para apaciguar el vandalismo y la sucesión de hechos de inseguridad. Inclusive, poco después el alambrado perimetral fue dañado.
En diálogo con el programa “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM), María, una vecina de la exinstitución sanitaria que optó por resguardar su identidad, ratificó que “con la limpieza y la iluminación disminuyeron algunos eventos, pero hay personas que igual siguen entrando al lugar”. Es decir, el baldío funciona aún como espacio de concentración y huida para los merodeadores, que no han cejado en su actitud.
La problemática
Cabe destacar que tras las tareas de limpieza efectuadas en enero pasado no se había registrado la presencia de personas en dicho espacio, pero la paz no duró mucho tiempo. Al respecto, la mujer confió que en los domicilios adyacentes al macizo sufren en la actualidad permanentes hurtos y un asedio constante.
“Hay caminatas por los techos de nuestras casas todas las noches, es algo masivo. Todos los días nos despertamos con que caminaron por los techos, con que revisan nuestros patios para ver si algo les interesa, con que nos roban cosas. No hay daño de las propiedades privadas, pero sí manotean elementos que están a mano, como celulares y bicicletas”, describió.
En tal sentido, detalló que hay casas y personas más vulnerables a estas prácticas. De este modo, ejemplificó que una adulta mayor, vecina entrañable del barrio, fue víctima del robo de su celular –y otros objetos- bajo esta metodología. “En el teléfono guardaba fotos y audios de su hijo fallecido”, lamentó María.
En tanto, recordó también que hace unos días sustrajeron una cruz y otros objetos religiosos de la Parroquia de Begoña, próxima al área, y sostuvo que existe, además, un “choque cultural” que habilita la ocurrencia de episodios de estas características.
Sin protección
Según mencionó la frentista, el raid delictivo y el acecho en las viviendas tiene lugar en horario nocturno de manera sistemática, y aseveró que la policía llega a “destiempo” cuando la alertan sobre estos eventos: “Pedimos que puedan más, no nos sirve que vengan media hora más tarde”.
Asimismo, declaró que no se sienten acompañados por el Estado y, aunque destacó los trabajos que se llevaron a cabo para mejorar el terreno del exPoliclínico, cuestionó que no haya intervenciones en torno a la inseguridad, la otra cara de la moneda que altera la vida cotidiana en las inmediaciones.
Además, en vías de reclamar mayor patrullaje en la zona, la vecina enfatizó que “toda la vida por Quintana caminaban policías y nos sentíamos seguros, pero ahora está todo muy parado”.
En esta línea, los vecinos agrupados exhibieron la problemática ante la Secretaría de Protección Ciudadana municipal en búsqueda de soluciones. Sin embargo, desde el organismo que conduce Atilio Della Maggiora les informaron que no es viable colocar cámaras de videovigilancia en ese perímetro. La negativa responde a que la cantidad de denuncias de hechos delictivos acontecidos en ese sector de la ciudad no es “suficiente” como para efectuar esa inversión, circunstancia que los hizo sentir aún más desamparados.
“Villa Italia pide ayuda y protección porque esta situación no da para más, no queremos que pasen cosas peores. Hemos sido invisibles durante años y no queremos más esto. De noche en nuestras techos camina gente revisando las casas, eso tiene que parar y tal vez la presencia policial pueda calmar lo que pasa”, cerró.