Peluqueros piden poder trabajar en horario acotado
Desde el Centro de Peluqueros y Peinadores de Tandil señalaron que la decisión adoptada por el Municipio fue la correcta pero destacaron que no se está controlando como debería. Asimismo, manifestaron que la ley no es pareja para todos y pidieron poder abrir, aunque sea, en una franja horaria reducida.
La decisión adoptada por los integrantes del Comité de Seguimiento del Covid-19 en el partido de Tandil de bajar a Estadio Rojo para preservar el sistema sanitario de la ciudad ante la falta de camas y el brote de coronavirus en dos geriátricos hizo que muchos sectores volvieran a estar inhabilitados para funcionar.
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Luego de que el grupo Comercios Unidos de Tandil elevara un petitorio al intendente Miguel Ángel Lunghi para pedirle que los habilitara a funcionar, desde el Centro de Peluqueros y Peinadores de Tandil manifestaron que “la ley no es pareja para todos”.
La peluquera Natalia Álvarez Barrios dialogó con El Eco Multimedios y remarcó que siempre trabajaron cumpliendo al pie de la letra el protocolo para cuidar tanto su salud como la de sus clientes y denunció que la ley no es pareja para todos.
“Nosotros siempre nos manejamos con el protocolo, tomando los cuidados extremos. Y en el grupo de Peluqueros y Peinadores de Tandil continuamente estamos planteando y diciendo que no nos relajemos, que tengamos presente las medidas de prevención. Tratamos de hacer todo lo que corresponde y lo que se debe”, declaró.
Cabe recordar que el vicepresidente de la asociación, Carlos Arce, había declarado tiempo atrás a este diario que la situación de los trabajadores durante el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio había sido crítica pero que, poco a poco, una vez que habían sido habilitados, el escenario se iba normalizando.
No obstante, la decisión de pasar a luz roja en este nuevo esquema de semáforo acuñado en Tandil los puso nuevamente en jaque. “Es difícil este cambio. Porque nosotros necesitamos trabajar. La realidad es que como todo el mundo, como cualquier otro comerciante, necesitamos pagar los impuestos, los alquileres. Entonces necesitamos abrir sí o sí”, clamó Álvarez Barrios.
Abrir en una franja horaria reducida
Si bien se mostró expectante ante una probable vuelta a Estadio Amarillo, recalcó que lo que piden, igualmente, es que los habiliten a trabajar menos horas.
“Queremos saber si podemos abrir el local menos tiempo, pero poder abrir. Por lo menos para mantener lo esencial, pagar los impuestos y tener una entrada. Por más que sea reducida, porque la realidad es que ya veníamos trabajado con pocos turnos”, enfatizó.
Señaló que lo ideal sería que los dejaran trabajar con el protocolo vigente y con una restricción horaria para preservar la salud tanto de quienes asisten como de los trabajadores. “Porque también queremos cuidarnos, no buscamos que el sistema de salud colapse. Entiendo que quizá se necesitaba cerrar porque se estaba complicando mucho, pero si quieren que esto funcione, el Municipio tiene que estar controlando. Si cierran algunos y vas al centro y está lleno de gente, no estamos haciendo las cosas bien”, expresó.
Agregó que “si no volvemos a amarillo, se nos va a empezar a complicar nuevamente” y argumentó que en ciertos casos algunas personas cuentan con el ingreso de sus parejas, pero que eso no sucede en todas las familias.
“La ley no es pareja para todos”
Pese a que aún no se tienen registros de casos en peluquerías, los preocupa el hecho de que pueda suceder y es por eso que tratan de extremar los cuidados: trabajan con sistema de turnos con cierto tiempo de diferencia entre uno y otro, limpian el local con alcohol cada vez que sale un cliente y emplean barbijo.
“Gracias a Dios, hasta ahora no ha salido ningún tipo de contagio entre colegas, no ha pasada nada. Igualmente esto, como se está haciendo comunitario, no sabemos si a la larga no va a terminar pasando. Porque ya está muy extendido”, indicó.
De todas maneras, aseguró que “la ley no está siendo pareja para todos, porque hay algunos rubros que están abiertos y la Municipalidad no se está manejando de la forma en que debería”, y se preguntó: “¿Por qué unos sí y otros no?”.
Resaltó que todos necesitan trabajar y que hay algunos comerciantes que están abriendo aunque no tengan la autorización pero “no se están haciendo los controles pertinentes”.
El trabajo antes de la luz roja
Contó Álvarez Barrios que previo al descenso a Estadio Rojo “veníamos trabajando bien”, pese a que desde que en la ciudad comenzó a haber circulación comunitaria del virus el número de clientes disminuyó.
“Empezó a complicarse cuando empezaron a aparecer muchos casos positivos. Ahí la gente empezó a tener miedo y fue entonces cuando empezó a descender la cantidad de personas que venía”, explicó.
Aclaró que, igualmente, ellos siempre se apegaron al protocolo para resguardar la salud de sus clientes y contó que en varias ocasiones les cancelaron los turnos: “La gente misma tenía miedo de venir, sobre todo los mayores, porque se cuidan mucho más y tienen otra conciencia”.