Peluquería, un rubro con una vasta historia en la ciudad que ha sabido adaptarse a las modas
En el marco de las celebraciones por el primer siglo de vida del Centro de Peluqueros y Peinadores de Tandil, el presidente de la institución, Roberto López Dasperi, contó a este medio cómo ha ido variando el oficio y de qué forma los afectó la pandemia del coronavirus.
El Centro de Peluqueros y Peinadores de Tandil, la agrupación que congrega a 80 profesionales de la ciudad, celebró este lunes un siglo de vida y su presidente, Roberto López Dásperi, dialogó con El Eco de Tandil acerca de las modas a las que se ha tenido que adaptar la profesión y a cómo está hoy la situación en la ciudad.
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Las autoridades del Centro habían pensado hacer una multitudinaria fiesta este año pero los planes debieron cambiarse por el coronavirus. No obstante, la postura de celebrar una fecha tan importante sigue intacta y López Dasperi manifestó que “los 100 años sí o sí los vamos a festejar. Este año lamentablemente no, pero si Dios quiere será el próximo”.
Si bien a lo largo de este centenar los logros fueron diversos y muy importantes, sin lugar a dudas uno de los hechos más relevantes ocurrió el 8 de junio del 2018, cuando ante la escribana Patricia Inés Pizzorno se constituyó la asociación civil que actualmente se denomina “Peluqueros Peinadores de Tandil”, inscripta en personería jurídca.
Desde entonces, las iniciativas de la Comisión Directiva han sido muchas, aunque la gran mayoría de ellas también se vieron truncadas por el coronavirus.
“Logramos la personería jurídica, que fue una meta que yo me propuse a partir del momento que asumí la presidencia: buscar todos los medios para conseguirla. Sin embargo, por esta maldita situación de la pandemia, muchos eventos o logros no hemos podido hacer. Estamos un poco frenados. Pero tengo la suerte de tener una comisión directiva joven, y eso le va a dar una fuerza y un realce a la actividad nuestra, por sus ideas. Porque están con muchas ganas de trabajar y eso ayuda a acompañar mi mandato”, sostuvo.
Entre los tantos proyectos que había manifestado en otra oportunidad el presidente de la entidad se encontraba el de contar con una sede propia. Al respecto, indicó que el Municipio les dio un lugar para trabajar que “a veces utilizamos”. No obstante, la meta de tener un espacio propio aún sigue vigente, pese a que no es una prioridad.
Asimismo, también está latente la posibilidad de seguir capacitando al personal con charlas magistrales o con eventos y demostraciones importantes: “Queremos traer a profesionales de afuera para que puedan brindar algunas herramientas. Pero hay que esperar a que todo esto pase”.
Cambios en las modas
Pocos son los oficios que deben variar tanto como el de los peluqueros y peinadores, ya que constantemente tienen que modificar las técnicas de acuerdo a las modas vigentes.
Al respecto, López Dasperi indicó que, por lo menos en los hombres, la juventud se ha volcado mucho a las barberías, donde se utiliza principalmente el corte a máquina.
“Por supuesto que va a pasar, porque las modas van cambiando. Cuando yo empecé en Tandil se había iniciado el trabajo de modelado a navaja con lavado de cabello, que anteriormente no se hacía. Y fue un cambio muy importante”, recordó.
Reconoció que es un oficio que debe ir adaptándose casi de manera constante a las modas y marcó que los más chicos lo que hacen es copiar a los futbolistas europeos, que exhiben cortes al ras. “Pero va a ir pasando, porque en España, que fue el primer lugar en el que empezaron, ya no están rapados. El corte corto a tijera moderado es lo que se está viendo ahora”, aseveró.
En cuanto a la dificultad de las distintas herramientas indicó que lo más sencillo es realizar el trabajo con la máquina debido a que “es una cosa rapidísima”. En cambio, el trabajo del modelado, tanto con tijera como con navaja, “es otra calidad y lleva más tiempo”.
Por ello, no dudo en señalar que el trabajo de los peluqueros era mucho más puntilloso en otros tiempos y aclaró que para usar algunos elementos es necesario tener una muy buena sensibilidad en las manos.
“Pero son modas y estilos de trabajo muy distintos. Por supuesto que la máquina es muy sencilla, y más allá de que se puedan hacer dibujitos, es mucho más rápido. Es algo que se pasa y ya está, es fácil”, completó.
Un año marcado por el Covid-19
El Covid-19 y las diferentes medidas adoptadas por el Gobierno para hacerle frente y evitar la saturación del sistema sanitario han impactado en diferentes rubros y de distinta manera. Uno de los que sintió la embestida fue el sector de la peluquería, que durante varios meses debió cerrar sus puertas y que aún hoy no logra recuperarse.
“En nuestro rubro se ha notado notoriamente la recesión. Por lo menos en mis años de oficio, nunca noté esta recesión que hay ahora. Es muy marcado, estamos trabajando a un 35 o 40 por ciento de lo que hacíamos antes”, clamó el presidente de Peluqueros Peinadores de Tandil.
Incluso, refirió que el nivel ha bajado tanto que incluso algunos días el movimiento en los establecimientos es nulo, ya que también aún persiste el temor de las personas por contagiarse.
“Pero no deberían tenerlo. Nosotros nos manejamos con protocolos y normas de bioseguridad desde que entran hasta que salen. Desinfectamos los sillones y todo. Yo lo hago delante del cliente, y nunca me saco el barbijo, la máscara ni los guantes”, aseguró.
Contó que, de hecho, ya no corta la barba ya que para eso debe sacarle el barbijo al cliente y trabajar de frente.
Informó, de todas formas, que a lo largo del año han sido cuatro o cinco los salones que debieron cerrar y todos ellos de damas, puesto que “siempre es donde más gente se junta”.