Para los preservacionistas, “construir sobre las sierras es trabajar para el desastre”
La Asamblea Ciudadana por la Preservación de las Sierras realizó un nuevo descargo a propósito de las intensas precipitaciones que se registraron en la jornada de ayer que, si bien podrían ser “evidencia del cambio climático, sin dudas, su efecto en el aumento del riesgo de inundaciones responde a la modificación en las sierras”.
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“Paren ya de construir y modificar las sierras”, reclamaron y lanzaron una dura advertencia al señalar que “el daño no se arregla con diques sino con planificación, cumpliendo y haciendo cumplir el ordenamiento ambiental. Si no paran ya, el negocio de unos será la catástrofe de la ciudad”.
A más precisiones, detallaron que el cambio de la cobertura natural “modifica la escorrentía de las aguas”, circunstancia que “agudiza la impermeabilización y el veloz escurrimiento”.
“Caminos, casas, rocas y vegetación natural reemplazada por construcciones y parques, todo convierte a las sierras en toboganes de agua, aumentando los riesgos de inundaciones”, alertaron desde la agrupación preservacionista.
En esa línea, indicaron que “el Dique del Fuerte es una obra costosa que debió realizarse luego de que se produjera una gran inundación con varios muertos. Si esto pasó con las sierras en estado natural, ¿qué pasará cuando se construyan la cima y las laderas de los cerros?”.
Señalaron que el dique “está pensado para mantenerse seco y en las condiciones primigenias”. Sin embargo, en la actualidad “se mantiene casi lleno, de forma permanente y en ocasiones de grandes lluvias, se ve muy exigido”.
En efecto, modificar el cerro, “permitiendo la construcción en Villa del Lago o en cualquiera de sus laderas, acelerará el escurrimiento hacia el Lago, constituyendo un grave riesgo de consecuencias impensadas. Lo mismo ocurre en todas las sierras”.
A este esquema sumaron que los arroyos “están entubados desde la década del ‘80 y existían limitaciones para construir sobre el trazo de su cauce, pero actualmente está casi todo construido”.
Es decir que, “modificar el entorno, aumentando el escurrimiento superficial hacia el Lago y recargar el Dique, es trabajar para un ‘desastre’, que no será natural sino provocado por la imprevisión, la negligencia y la codicia”.