Sistema Integrado de Salud
Para contener la demanda, desde mañana funcionará en el Hospital la guardia activa de salud mental
El Hospital Santamarina incorporó siete profesionales para brindar respuesta en salud mental de forma presencial durante las 24 horas. El enfoque en la materia propone un abordaje interdisciplinario que permita definir el mejor tratamiento para el paciente en crisis. En los últimos años aumentó la demanda en salud mental y sólo el 8 por ciento de los hospitales generales del país tienen dispositivos de emergencia activos.
Desde mañana, el Sistema Integrado de Salud Pública (SISP) incorporará guardias activas de salud mental en el Servicio de Emergencias del Hospital Santamarina. Se trata de siete nuevos cargos creados para dar respuesta a la creciente demanda en el área, que hasta ahora contaba con guardias pasivas.
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El anuncio fue realizado por los titulares del SISP, Matías Tringler y Luciano Grasso, por el director de Salud Mental Comunitaria, Walter Ríos, y por la jefa de consultorios externos de la Dirección de Salud Mental Comunitaria y coordinadora de la guardia activa, Silvina Grill, quienes expresaron su satisfacción por poder dar este paso en la materia para fortalecer la red pública.
Así, se pondrá en funciones el equipo conformado por seis licenciados en psicología y un médico psiquiatra, y dos trabajadoras sociales que harán lo propio de forma pasiva. Algunos de ellos ya se desempeñaban el el Municipio y otros fueron exclusivamente contratados para la guardia a través de una búsqueda abierta y exhaustivo proceso de selección.
La guardia
En diálogo con El Eco de Tandil, el vicepresidente del SISP, Luciano Grasso explicó que “Salud Mental tiene una red integrada con los dispositivos necesarios en las distintas instancias”.
De este modo, en el área trabajan con un aparato de prevención en los centros de salud, con mecanismos de detección temprana y atención primaria; y en el segundo nivel con los consultorios externos, el centro de día, los dispositivos de inclusión social y la sala de internación para los casos que lo requieren.
Ahora, el sistema de guardias activas propone la intervención urgente en situaciones de crisis aguda. De acuerdo al paradigma que establece la Ley de Salud Mental, un paciente en crisis debe ser evaluado por un especialista en salud mental que realice un examen clínico en pos de determinar si requiere o no internación.
“Si no es para internación, según el caso, el profesional pide ver al paciente al día siguiente, en las horas posteriores a la situación aguda de crisis para poder efectuar un seguimiento”, detalló.
Posteriormente, el psicólogo o psiquiatra puede otorgarle un turno para continuar con la atención ambulatoria en consultorios externos o en los centros de salud, o ponderar la mejor estrategia para la continuidad de los cuidados. Los profesionales están purpurados para atender tanto a adultos como a niños y adolescentes.
“Cualquier persona que deba recibir una intervención de manera urgente, recibirá en esta instancia importante y crítica de su vida una atención oportuna donde estaremos garantizando el cumplimiento de lo que plantea la Ley de Salud Mental que exige en todos los hospitales generales las guardias de esta disciplina”, agregó Grasso.
Salto de calidad
Por su parte, el Walter Ríos, titular de Salud Mental Comunitaria, señaló que "estamos implementando un sistema de atención de las urgencias que no es inédito, pero que sólo existe en menos del 8 por ciento de los hospitales generales del país, y en ese sentido es que seguimos posicionando a la salud pública de nuestra ciudad a la vanguardia de los cuidados en salud mental”.
A su turno, Silvina Grill, coordinadora del dispositivo, precisó que en el equipo “todos tienen experiencia en la temática y en la atención de pacientes de salud mental, y se va a hacer un trabajo interdisciplinario que consideramos va a brindar una mejor atención a los pacientes que lo requieran”.
“En mi caso, desde el 2011 una de mis funciones es cubrir guardias pasivas en salud mental y en el último tiempo hemos visto un aumento en la demanda de pacientes con padecimientos que va más allá de la variabilidad de las etapas del año. Lo que más hemos notado es lo concerniente a consumos problemáticos, intentos de suicidios o ideaciones suicidas”, sostuvo.
En efecto, la mayoría de los ingresos al Servicio de Emergencias corresponden intentos de suicidio, intoxicación por consumo problemático de sustancia legales o ilegales, descompensación psicótica, excitación psicomotriz, y ataques de pánico o de angustia generalizada. Con estos cuadros, la persona llega al hospital o es asistido por una ambulancia del SAME y recibido en la guardia para su atención. Inclusive puede producirse una internación voluntaria o involuntaria, según el caso.
En este esquema, el acercamiento al sistema puede suceder a partir de que una persona que no estaba en tratamiento -porque nunca a detectó su padecimiento- tenga la primera aproximación cuando se descompensa, cuando pacientes en tratamiento desencadenan una crisis o cuando quienes abandonaron los dispositivos terapéuticos tienen una recaída y necesitan atención urgente.