Agresiones y amenazas
Padres de la Secundaria 7 reclamaron más seguridad en la escuela ante reiterados hechos de violencia
Este viernes a la mañana, un grupo de padres de la Escuela Secundaria 7, del complejo Arco Iris, se movilizó a la institución y a la fiscalía para exigir respuestas ante las situaciones de violencia vivenciadas en el exterior del establecimiento.
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En este sentido, expusieron que dos jóvenes mayores de edad y un menor -que no son alumnos de la escuela-, agreden a los estudiantes al mediodía, cuando salen los del turno mañana y entran los de la tarde, de forma sistemática.
Pero la conflictividad escaló a su punto máximo el jueves cuando, en medio de una pelea, le propinaron una golpiza a un padre que fue a retirar a sus hijos. En la contienda hubo golpes, amenazas, insultos, forcejeos y piedrazos, que los testigos describieron como una “batalla campal”.
Por ello, decidieron movilizarse este viernes afuera del complejo educativo Arco Iris y cortar durante una hora la intersección de Entre Ríos y Sáenz Peña para visibilizar la problemática. Posteriormente, tras conversar con las autoridades escolares para hallar una solución, se dirigieron a la sede del Poder Judicial de la Provincia para exponer su situación.
De este modo, quedó radicada una denuncia por las lesiones que sufrió uno de los adultos en la gresca del jueves y se dará intervención a otros servicios para tratar de contener la situación de los menores.
El problema
En diálogo con El Eco de Tandil, José María Fleites, padre de alumnos de la secundaria, detalló que “agreden a los chicos, los marcan y les pegan, ayer la cuestión se agravó porque agredieron a padres. La problemática es que sabemos quiénes son, no están escolarizados y al no ser de la institución, la escuela no tiene competencia”.
Frente a la violencia suscitada y el peligro latente cada vez que tiene que entrar o salir del colegio, hay menores que no quiere asistir a clases y piden que sus padres los retiren porque no se animan a salir solos del lugar, ante la permanente amenaza.
Asimismo, los jóvenes señalados como los atacantes también han provocado otros disturbios en el espacio educativo. “El problema es de larga data, viven a media cuadra y son híper violentos. Esta semana, a una madre que iba a buscar su hijo y pasaba por atrás de ellos, le dijeron a la pasada: ‘te metés, cobrás’, y pudo zafar de un piedrazo. Ya no se puede ni ir a buscar a los chicos al colegio”, contó Marcelo Santillán, otro de los adultos autoconvocados.
Las respuestas
En el encuentro que mantuvieron con los directivos y las inspectoras, acordaron convocar una mesa barrial con diferentes actores estatales e institucionales, con el objetivo de generar repuestas a la problemática, y armar un corredor seguro para la entada y salida del establecimiento. Asimismo, si bien la escuela estará abierta, los padres definieron –de común acuerdo con las autoridades- no enviar a los chicos a clases durante la próxima semana. En paralelo, se les garantizará la continuidad pedagógica con otros métodos y se sostendrá hasta que se pueda contener la situación de conflictividad.
Además, mencionaron que para la semana que viene van a encarar más acciones pacíficas que contribuyan a seguir sensibilizando sobre el tema y que los reclamos no sean desoídos.
Por otro lado, Santillán expuso su enojo con las fuerzas de seguridad y cuestionó el abordaje que hicieron del episodio del jueves. O más bien, la falta de intervención al respecto.
“Llamamos a la Comisaría Tercera y nos dijeron que tenían un sólo móvil que estaba con dos detenidos en la fiscalía, es una vergüenza, eso no puede suceder. Después llegaron un patrullero de la Cuarta y dos móviles de La Movediza cuando se estaban golpeando entre ellos, pero no intercedieron y nos dijeron que no los podían tocar. Como ciudadano tengo mucha bronca, no puede ser que un policía que me tiene que cuidar me diga que no pueden hacer nada”, se explayó el hombre.