Padres de egresados de SAFA los sorprendieron con una bandera y el reencuentro de todos los compañeros
Tras doce años de estudios y con una pandemia de por medio, los alumnos de sexto año viven un fin de año muy diferente al que se imaginaban. Sus padres les prepararon una bandera como sorpresa. Con guerra de espuma y helados de palito se reencontraron, en la Plaza de las Banderas, para dar fin a un ciclo.
Ayer los egresados del Colegio Sagrada Familia fueron citados por sus propios padres, a las 19, en la Plaza de las Banderas. La idea la mantuvieron en secreto para sorprenderlos y a la vez homenajearlos en un fin de año tan particular.
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Allí, exactamente 99 chicos de los tres sexto año de SAFA se volvieron a encontrar cara a cara, después de tanta virtualidad de por medio, para despedir un ciclo de vida. Al llegar se encontraron con una bandera de cuatro metros aproximadamente, que colgaron sus padres y tutores en ese espacio público con la imagen del colegio, el nombre de su promoción y una frase como dedicatoria.
La iniciativa comenzó a gestarse hace ya un tiempo atrás, con la intención de poder hacer algo dentro de este contexto de pandemia. Así prosperó la idea de confeccionar una bandera, que gracias a la ayuda del diseñador y amigo del grupo Octavio Montani pudieron lograr.
Savagancia 20
Mirta, una de las mamás del numeroso grupo de Whatsapp que conformaron para organizar el festejo, contó lo difícil que resultó escoger y ponerse de acuerdo entre las opciones y finalmente optaron por una foto del frente del colegio y “Savagancia 20” para identificarlos con su nombre y año de promoción. “Las letras están decoradas con barbijos, se sacan selfies y tienen joysticks para visibilizar las cuestiones que los marcaron en este año”, contó.
Además, incluyeron la frase “No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros, destapar el cielo”. “Intentamos que sea un mensaje esperanzador”, explicó.
A lo largo de este ciclo lectivo, cada uno a su manera, transitaron clases virtuales para terminar su sexto año del secundario, poco se vieron y no han logrado hacer una reunión los 99 juntos y tampoco les está permitido festejar su egreso, ni celebrar la Farándula, ni cumplir el sueño del viaje de egresados. Si bien lograron el acto de entrega de medallas, algo más tenían que tener.
Espuma y helado
El coronavirus, el distanciamiento social y todas las medidas preventivas en torno a la pandemia imposibilitaron que los alumnos, tras trece años de estudio, pudieran dar un cierre merecido a ese lapso de la vida. Sin embargo, sus progenitores se las ingeniaron para homenajearlos de alguna manera.
Eligieron la Plaza de las Banderas, averiguaron que sí podían hacerlo y lo concretaron. Compraron espuma y helados palito bombón para cada uno, ya que según contó Mirta para algunos es toda una tradición, porque desde salita de tres se juntan y ese postre aparece en cada ocasión. Sin dudas este será un “palito” que quedará para siempre en el recuerdo.
“Los citamos a las 19, sin que sepan, para poder darles la sorpresa”, dijo, aunque confesó que en algún momento la idea circuló entre los chicos, haciéndolos sospechar, pero que no lograron confirmarlo.
Luego de este evento, la bandera será colgada en el patio de la institución para acompañarlos en la entrega de medallas que será realizada por orientación en distintas jornadas, durante la semana que viene.
El necesario cierre de ciclo
“En un momento parecía que iba a ser muy simple, los padres estábamos más entusiasmados que ellos, pero la pasaron tan bien, se corrieron con espuma y se tomaron fotos”, describió sintetizando el encuentro que duró entre una y dos horas.
Mirta no solamente es mamá de alguien que egresa, sino que además es docente y como tal, reflexionó sobre el 2020 y fin de escolaridad de los estudiantes al que consideró bastante complejo.
“El que supo aprovecharlo fue bueno en cuanto a la independencia que necesitás para la facultad, pero a la vez faltó el contacto y los eventos como la Farándula y la fiesta”, sostuvo. Asimismo, explicó que psicológicamente las personas necesitan dar cierre a los ciclos con algo que los represente, y le pareció al menos afortunado que puedan tener la entrega de medallas para que cumpla ese rol.