Organizaciones advierten por la situación en los barrios e insisten con la apertura de los centros comunitarios
Acusaron “vulneración de derechos” a partir de la centralización de la ayuda social en un único espacio. Cuestionaron la ausencia de la comuna en momentos en que las familias necesitan más ayuda. Alertaron que con la llegada del frío, se agudizan las carencias. “Como ya nos pasó con el espacio social y cultural Limache, nuevamente el Municipio se retira de nuestros barrios”, señalaron desde la Mesa de Villa Gaucho, Selvetti y Palermo.
Organizaciones que desarrollan tareas de contención social en distintos barrios de la ciudad volvieron a reclamar la apertura de los centros comunitarios, pilares de la política de descentralización de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat de la comuna. Bregaron por evitar la “vulneración de derechos” a vecinos que, ante la pandemia y la cuarentena, necesitan aún más del Estado municipal y que no encuentran respuestas ni cuentan con la ventanilla cercana a sus hogares para solicitar ayuda.
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Ayer, la Mesa Barrial de Villa Gaucho, Selvetti y Palermo señaló, a través de un comunicado, que “ponemos de manifiesto nuestra preocupación por la grave situación en la que se encuentra una parte importante de la comunidad en términos de vulneración de derechos, que se complejiza dada la falta de respuesta. En tal sentido, el cierre del centro comunitario de nuestro barrio, instituciones y programas que se vieron interrumpidos por la pandemia”.
Además, señalaron que “creemos que la obligatoriedad de la cuarentena no es atravesada por todas las personas de la misma manera. En los barrios populares, la organización comunitaria para garantizar los alimentos es fundamental, por eso nos quedamos en nuestro barrio. Sin embargo, el sostenimiento de la vida cotidiana en este contexto se ve dañada por la falta de políticas sociales por parte del Estado municipal”.
Cuestionaron que “como ya nos pasó con el espacio social y cultural Limache, nuevamente el Municipio se retira de nuestros barrios” y resaltaron que “con la llegada del frío, se empiezan a notar las fallas estructurales de nuestro barrio y nuestras casas. Aparecen los problemas para calefaccionarnos y la extensión de la cuarentena complica llevar el plato de comida a casa. En este contexto, la presencia del Estado es fundamental”.
Por esos motivos, “solicitamos que la gestión municipal revise el dispositivo de atención y asistencia, garantizando a la brevedad la apertura de todos los efectores municipales, con el fin de poder responder a la totalidad de las demandas de la comunidad”.
Desbordados
En diálogo con este Diario, la asistente social Fiamma Silva, de la organización Territorio Cultural, indicó que “la situación nos desborda, por eso consideramos que el Estado tiene que estar más presente. Si bien estamos intentando articular para garantizar el alimento todos los días, poder cocinar para que rinda más y todo, la situación nos desborda. Hay familias que seguramente hay días que no comen, los días que no hay comedor, los que no llegan a buscar la vianda”.
Y resaltó que “desde que empezó la cuarentena, los centros comunitarios y CICs (Centro Integrador Comunitario) estuvieron cerrados, así que consideramos que en este momento de la cuarentena es donde más tiene que estar el Estado presente, asistiendo con todo lo que venía haciendo y reforzando”.
Describió que “en los barrios populares hay personas que viven al día, que forman parte de la economía popular, pero muchas veces no están organizados todavía” y por eso, durante la cuarentena “necesitan del Estado mucho más”.
Como contrapartida, cuestionó que ante el aumento de la demanda, “la respuesta fue el cierre de las instituciones como los CIC que, a diferencia de los Cesacs (Centro de Salud y Acción Comunitaria), atienden cuestiones que tienen que ver más con lo social, por ejemplo, demandas de alimentos, el pago de los alquileres, ayudas económicas a las familias, garrafas, mejoramiento habitacional y entrega de materiales”.
En la zona de influencia de la mesa, permanecen cerrados el centro comunitario Selvetti, ubicado en Caseros y Rosales, y la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario, en Actis 1991, que los últimos 60 días sólo funcionó durante dos jornadas para la entrega de bolsones alimentarios.
Las dificultades
Fiamma Silva señaló que la comuna impulsó una plataforma virtual para que los vecinos soliciten ayuda alimentaria, “pero muchas veces hay problemas de conectividad. No están demasiado claras las fechas en que se obtiene la mercadería, ni cómo tienen que hacer las personas para acceder, quiénes pueden acceder y quiénes no”.
En ese aspecto, planteó que “muchas veces a las personas por estar cobrando Asignación Universal, por ejemplo, o alguna ayuda mínima, no se les otorga una bolsa de alimentos”.
Además, para una parte importante de la población es difícil movilizarse para conseguir ayuda por las restricciones en el transporte público. “Tenemos un lugar en toda la ciudad”, dijo al evaluar la centralización de la ayuda.
Más demanda
En cuanto a la situación en la zona de abordaje, resaltó que “en Villa Gaucho, Selvetti y Palermo, muchos varones son albañiles y todo lo que tiene que ver con la construcción es al día, y muchas veces están en negro y no han podido trabajar”.
Por ese motivo, resaltó que “la demanda de alimentos creció un montón. Tenemos comedor en Territorio Cultural y estamos entregando el doble de las viandas que brindábamos antes de la cuarentena”. Informó que cocinan tres veces por semana y entregan 160 raciones por día, cuando antes retiraban entre 50 y 80 personas.
“Al principio organizamos la entrega de alimentos, pero por toda la demanda que había se eligió empezar a cocinar porque rinden un poco más los alimentos. Entonces ahora estamos haciendo tres veces por semana, con todos los recaudos y las medidas sanitarias, entrega de viandas. Se cocina en el espacio, con menos compañeras que antes, con barbijos y todas las medidas, pero se entrega la vianda y las personas comen en sus casas”, informó y agregó que coordinaron con otras organizaciones para cubrir todos los días.
“Una falla en la política”
Por intermedio del Comité de Emergencia Social, que se conformó ante la pandemia, canalizaron un pedido formal para la apertura de los centros comunitarios a través de la concejal del Frente de Todos Silvia Nosei, quien planteó la situación en el Legislativo.
De este modo, expresaron la “inquietud generalizada” de las mesas de los distintos barrios, como así también de las organizaciones que despliegan el trabajo social.
Fiamma Silva definió que el cierre de los centros comunitarios en momentos de gran necesidad “es una falla en la política, en cómo se piensa la atención que tienen que recibir los barrios”.
Y evaluó que “nosotros a veces lo vemos hasta como un ataque a los barrios populares, sobre todo si hacemos un recuento y vemos lo que nos pasó en Villa Gaucho con el cierre del espacio Limache. Ahí teníamos un espacio para el barrio, donde se hacían actividades, la gente podía ir y pasar un rato, quedarse, hacer un picnic, jugar un partido de fútbol, y la respuesta del Municipio, en lugar de avanzar en mejorar el barrio, es atrasar y se cierran los lugares para la juventud”.