Cultura independiente
Tras tener que abandonar su lugar, el centro cultural Arte y Parte reabrirá en un nuevo espacio
Se trata de la tercera mudanza en cuatro años. El espacio autogestivo se relocalizó luego de que se venciera el alquiler y pusieran en venta la casa céntrica que los alojaba. Sus integrantes lograron arrendar un local en Yrigoyen al 800 y lo están arreglando para arrancar sus actividades de cara al Bicentenario de la ciudad.
La cronología marca que el centro cultural Arte y Parte, un pilar de la comunidad artística tandilense, amaneció un día de noviembre de 2022 con un cartel que anunciaba la venta de su lugar, la casona ubicada en Belgrano 342. La noticia cayó como un balde de agua fría para quienes integran el espacio, porque era la tercera vez en cuatro años que tenían que emprender una mudanza.
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Pero como el destino tiene sus caminos para el que se atreve a andarlos, pudieron superar el mal momento y conseguir otro lugar para que el centro siga floreciendo.
De este modo, desde hace dos semanas es posible observar movimiento en Yrigoyen 882, en un local que supo alojar al bar y también espacio cultural La Cautiva, que cerró sus puertas en mayo de 2020, acuciado por la parálisis de la pandemia. Ahí mismo continuará con sus actividades Arte y Parte, que resurgió una vez más de sus cenizas.
En conversación con El Eco de Tandil, Corina Alexander, referente del espacio, en relación al tema expuso una problemática del radio céntrico que no da respiro: la venta de inmuebles para demolerlos y levantar edificios.
“Las casas que alquilábamos nosotros se vendieron para construir edificios. Tandil es un ciudad que se va para arriba en construcciones y es una realidad con la que tenemos que convivir todos”, explicó.
En simultáneo, reseñó que en noviembre pasado venció el contrato de la casa sin opción de renovarlo, pero finalmente lograron extenderlo por unos meses. Y describió que “hasta el 27 de noviembre no teníamos lugar, no encontrábamos nada por la zona de las cuatro avenidas, que es por donde andamos. Estábamos bastante angustiados y desesperados, no veíamos una solución”.
A ello se le sumaba el gran desembolso económico que implica una mudanza, por los onerosos costos de ingresar a alquilar un nuevo espacio. Asimismo, necesitaban un lugar físico apto para el desarrollo de las propuestas culturales, que giran en torno al dictado de más de 20 talleres, una agenda de presentaciones todos los fines de semana y hasta un espacio gastronómico.
Con esa angustia se les terminaba el año, expuso Corina, y les urgía definir un sitio para trasladarse. Hasta llegaron a pensar que no era posible y que el proyecto autogestivo había llegado a su fin.
“En diciembre justo pasé por acá y vi el cartel de alquiler. Ese mismo día llamé por teléfono”, contó. Aunque al día siguiente tenía un viaje programado, Alexander se dedicó a cerrar el trato a la distancia, mientras el resto de la comisión directiva se ocupaba de dar curso a las cuestiones administrativas presenciales para sellar el acuerdo.
Una nueva esperanza
Así, el 2023 los encontró poniendo a punto el nuevo local -que estuvo casi tres años cerrado- y una pizarra en la vereda anuncia que próximamente Arte y Parte abrirá en esa ubicación. Acostumbrados a readaptar casas para el despliegue de sus propuestas culturales, este nuevo ámbito plantea un desafío por sus dimensiones y la disposición espacial, y debe ser readecuado para su funcionamiento.